La estela del ex consejero P¨¦rez Villar

El ex consejero de Econom¨ªa y vicepresidente del Gobierno de Castilla y Le¨®n con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Miguel P¨¦rez Villar, condenado por prevaricaci¨®n continuada junto al que fuera su director general de Industria, Javier Valenzuela, dej¨® tras su paso como alto cargo del Gobierno de esta comunidad una profunda estela de su peculiar gesti¨®n.Tras ser sentenciado por el esc¨¢ndalo de las subvenciones ilegales a empresas asesoradas por su esposa, Rosa Carvallo, P¨¦rez Villar manifest¨® tener la conciencia tranquila. "No me he llevado ni una sola peseta", afirm¨® en declaraciones a la Cadena SER. "Volver¨ªa a actuar como lo hice", se?al¨® a otros medios de comunicaci¨®n.

Algunos representantes pol¨ªticos de la comunidad castellano-leonesa han coincidido en afirmar que P¨¦rez Villar es un ejemplo m¨¢s del sistema que utiliza el actual presidente del Gobierno para quitarse de encima a los elementos que una vez le han servido no le son aprovechables.

Ayudas ilegales

El caso de la Miner¨ªa -subvenciones ilegales por valor de 151 millones de pesetas que concedi¨® la Junta de Castilla y Le¨®n durante el mandato de P¨¦rez Villar como consejero de Econom¨ªa a empresas que asesoraba su mujer y anteriormente ¨¦l- apart¨® del panorama pol¨ªtico al ex consejero, pero antes de ser condenado y con el proceso judicial en marcha fue nombrado senador por la comunidad aut¨®noma y separado de cualquier responsabilidad relacionada con su anterior ocupaci¨®n. El quedar apartado de la vida pol¨ªtica regional no sent¨® nada bien al ex consejero de Econom¨ªa, que protagoniz¨® un enfrentamiento p¨²blico con su sucesor en el cargo, el actual presidente del Instituto de Cr¨¦dito Oficial, Fernando Becquer.De los 151 millones de las subvenciones ilegales, la actual consejera de Econom¨ªa, Isabel Carrasco, se?al¨® ayer que "ya se ha recuperado una parte". Los dos expedientes relativos a este caso se encuentran en su departamento, afirm¨® Carrasco, tras asegurar que "un expediente de compensaci¨®n hace unos meses que est¨¢ finalizado mientras que el otro se encuentra en v¨ªa de apremio".

Con P¨¦rez Villar como consejero de Econom¨ªa se pusieron en marcha algunos proyectos industriales en Castilla y Le¨®n que a?os despu¨¦s han resultado un fiasco para el ejecutivo regional. Impulsor del parque tecnol¨®gico de Boecillo en Valladolid, facilit¨® la llegada de la empresa Cristaloir, ahora Dycril, una industria de car¨¢cter p¨²blico en la que la junta ha invertido m¨¢s de 6.000 millones de pesetas y que el actual Gobierno ha puesto a la venta por 100 millones. La empresa fue puesta en marcha, entre otros, por el empresario Efr¨¦n Beltr¨¢n, que se vio vinculado a esc¨¢ndalos de financiaci¨®n del PP en Valencia y otros puntos de Espa?a. Miguel P¨¦rez Villar era presuntamente el personaje citado en las cintas del caso Naseiro, sobre presunta financiaci¨®n irregular del Partido Popular, como "el de Econom¨ªa, ese de Castilla y Le¨®n".

Otro caso que suscit¨® una fuerte pol¨¦mica en el Parlamento regional con P¨¦rez Villar como principal protagonista fue la relaci¨®n como apoderado del ex consejero con el Banco Cant¨¢brico. Seg¨²n denunci¨® la oposici¨®n socialista en marzo de 1990, la Junta ten¨ªa paralizados 1.000 millones de pesetas desde noviembre de 1988 en la citada entidad bancaria.

La respuesta oficial de la Junta de Castilla y Le¨®n confirm¨® que la Consejer¨ªa de Econom¨ªa hab¨ªa habilitado una l¨ªnea de cr¨¦dito en ese banco, que con anterioridad hab¨ªa apoderado P¨¦rez Villar, para promocionar el parque tecnol¨®gico de Boecillo. Tiempo despu¨¦s de la apertura de la cuenta no se hab¨ªa movido una sola peseta ni se hab¨ªa concedido un solo cr¨¦dito. Lo llamativo del caso es tambi¨¦n que el inter¨¦s con que se abri¨® era m¨¢s bajo que el tipo medio abonado por otras entidades financieras.

El generoso reparto de los dineros p¨²blicos llev¨® asimismo a P¨¦rez Villar a utilizar fondos de los presupuestos destinados a inversiones para subvencionar cursos de formaci¨®n programados por las patronales del carb¨®n de Le¨®n y Palencia. As¨ª, se concedieron 50 millones de pesetas para impartir siete cursos de formaci¨®n de 200 vigilantes mineros. Cada curso se subvencion¨® con un mill¨®n de pesetas la direcci¨®n y con 25.000 la hora de clase.

Las empresas subvencionadas facturaban la hora de clase en sus cursos en torno a las 4.000 pesetas. La curiosidad del caso es que esos mismos cursos de vigilantes eran ya realizados directamente por las empresas dentro de unos planes integrales de seguridad, que la junta promocionaba con dos millones de pesetas y que cada plan inclu¨ªa la realizaci¨®n de varios cursos como los citados.