Sobredosis de bondad

Al reclamo de una marca de telefon¨ªa digital estas cuatro conocidas formaciones musicales ofrecieron una velada musical en la que la previsibilidad y el estilo correctamente ortodoxo del cartel no invitaba, desde luego, a sobresaltos, gusto por las propuestas arriesgadas ni nada que se saliera del modelo juvenil que suelen tener los adultos de bien. Esto, tomados los grupos musicales participantes uno a uno, tal vez no fuera as¨ª, pero es que los cuatro juntos en una misma velada producen una sobredosis de bondad y simpat¨ªa que no se cura ni con una quincena de vacaciones en el Bronx.Abrieron los morenos Dakota Moon con una cort¨ªsima exhibici¨®n -s¨®lo 15 minutos- en la que el pop edulcorado de su primer disco se torn¨® en funk mel¨®dico muy a?os setenta. Brillaron especialmente en temas como She knows y una caliente versi¨®n del cl¨¢sico Long train running. Despu¨¦s, los donostiarras La Oreja de Van Gogh ejecutaban casi una hora de repertorio a base de las canciones del disco que les ha hecho llegar muy alto en muy poco: Dile al sol. La voz de Amaia Montero enganch¨® con una audiencia rendida a sus mensajes generacionales de amor perdido en la adolescencia y recuperados un par de a?os despu¨¦s. Acto seguido los hermanos irlandeses The Corrs continuaban la pulcra celebraci¨®n musical haciendo gala de un encanto musical m¨¢s bien facil¨®n, aunque les ha reportado ya ping¨¹es beneficios comerciales. M¨¢s lanzado, el grupo rond¨® la hora y media de actuaci¨®n en la que fue regalando sus ¨¦xitos, como la extraordinaria Forgiven Not Forgotten, y una versi¨®n un tanto verbenera del 1999 de Prince.

Cerr¨® la noche Ella Baila Sola, quienes iniciaban la presentaci¨®n en directo de su segundo disco e.b.s. Marilia y Marta aparecieron radiantes ante la multitud de seguidores y ofrecieron una combinaci¨®n de canciones de su exitosa discograf¨ªa.