Escritores y fotograf¨ªa en Par¨ªs
Hasta el pr¨®ximo mes de enero, la Bienal du Mois de la Photo en Par¨ªs hace de Francia el lugar de referencia para todos aquellos que est¨¦n interesados por esta forma de expresi¨®n. La capital y otras ciudades del pa¨ªs vecino se convierten en escaparates de los estilos m¨¢s diversas que puede esgrimir la fotograf¨ªa. Entre las cerca de ochenta exposiciones y las numerosas actividades, meticulosamente planificadas por la solvencia de los organizadores, es dif¨ªcil elegir. Lo temible, si no se dispone del tiempo deseado para acudir a todos los eventos, es elegir una muestra limitada. Esto genera cierta desaz¨®n, ¨²nicamente soportable por la esperanza de llegar all¨ª donde uno no puede a trav¨¦s de libros y cat¨¢logos. La invitaci¨®n del Ministerio de Cultura franc¨¦s incitando a los ciudadanos a frecuentar los museos hizo que, a pesar de otras sugerencias, fuera a visitar los del Quai d"Orsay y de Bi¨¨vres. En el primero encontr¨¦ fotograf¨ªas de Victor Hugo y su entorno familiar durante su exilio en la isla anglo-normanda de Jersey, despu¨¦s del golpe de estado de Luis Napole¨®n Bonaparte en 1851. Extra¨ªda de los ¨¢lbumes de un proscrito, es una exposici¨®n entra?able y conmovedora. Las tomas, realizadas mayormente por el hijo del escritor, tienen la ternura del buen aficionado. Recopiladas en series, se enviaban a los amigos m¨¢s ¨ªntimos. De esta manera las convert¨ªan en un medio para seguir manteniendo contacto con el exterior y cimentar su circulo m¨¢s incondicional. Son un viaje a la dura realidad del lugar de castigo y al rico universo imaginario del poeta que, en sus indicaciones sobre los encuadres, siempre resaltaba la colaboraci¨®n necesaria del sol. Refiri¨¦ndose al proceso fotogr¨¢fico, ensalzado por unos y denostado por otros, entre ellos el tambi¨¦n poeta Charles Baudelaire, entraba en el debate por carta a su editor de la siguiente forma: "Es precisamente la litograf¨ªa, la pesada e inepta y pastosa litograf¨ªa, la que hay que matar por mano de su hermana, m¨¢s escabrosa a pronunciar, pero infinitamente m¨¢s bella, la fotograf¨ªa". Victor Hugo es el protagonista principal de la mayor parte de los retratos. En una de las tomas est¨¢ con traje oscuro, sentado y con las manos unidas. Su frente es inmensa y su orejas quedan ocultas por su media melena. Envuelto el cuello por una voluminosa corbata, siempre es due?o de su imagen. Mantiene pose de h¨¦roe. Sus gestos, unas veces secos otras distendidos, resaltan su orgullo de patriarca de las letras. La carga dram¨¢tica de las fotos son producto del romanticismo l¨ªrico que respira el ambiente, se convierten de esta manera en un pilar m¨¢s de la leyenda de quien fue poeta poderoso y luchador infatigable. La otra exposici¨®n visitada recoje la mirada del prol¨ªfico escritor Pierre Loti sobre Estambul, entre 1912 y 1913. El autor de la novela Ramuntxu, cuya trama se desarrolla a las faldas de Larrun, retrata la ciudad turca con pulcritud y detalle. Con su c¨¢mara de placas de cristal hace honor a la frase de Mario Benedetti: "La fotograf¨ªa, como la poes¨ªa, busca la met¨¢fora en una sola imagen". Con este criterio, casas de madera, terrazas de caf¨¦s, mujeres fugitivas y mezquitas se entremezclan de manera ordenada con edenes de agua, mercados y bazares. Un conjunto que conforma un relato sencillo y repleto de emociones. De esta forma, el autor se manifiesta con como un eminente documentalista. Lejos de criterios art¨ªsticos, sus composiciones resultan sobrias en su planteamiento. Tipos y costumbres desfilan delante de las placas de cristal, que ayudan a preservar con su testimonio las huellas de una cultura ancestral. El marino de Rochefort responde a la tradici¨®n de los viajeros fotogr¨¢ficos. La naturalidad de las situaciones que recojen sus im¨¢genes es caracter¨ªstica principal de su trabajo. Quiere dar a ense?ar un mundo al que se encuentra ligado por afectos personales, distinto al de su procedencia. Un legado ic¨®nico que desde el a?o 1985 se ha venido a sumar a la historia de la fotograf¨ªa.
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