Esa voz
Mientras el general Pinochet se pudre en su laberinto, representantes chilenos del Gobierno y de la pol¨ªtica, de tan irreprochable trayectoria democr¨¢tica como el ministro de Asuntos Exteriores o el secretario del Partido Socialista, est¨¢n obligados a reclamar que el ex dictador sea liberado para ser juzgado en Chile. Saben que ese juicio es imposible, pero igualmente saben que deben defender la tesis de la inmunidad de Pinochet para que no se les eche encima el Ej¨¦rcito pinochetista.Sin embargo, hay s¨ªntomas de que el golpe dado a Pinochet ha desorientado al Ej¨¦rcito chileno, sin otro recurso que el del pataleo o de una presi¨®n hist¨¦rica sobre el Gobierno de Frei.La prolongaci¨®n de la ausencia de Pinochet beneficia la constataci¨®n de la impotencia de los militares para dar golpes de Estado en Chile, ?contra qui¨¦n?, o en el Reino Unido, ?c¨®mo? S¨®lo Margaret Tatcher podr¨ªa sentir la tentaci¨®n plat¨®nica, no aristot¨¦lica, de echar los tanques a las calles de Londres para liberar a su c¨®mplice en la guerra de las Malvinas y en la salvaci¨®n de Occidente. Cuanto m¨¢s se prolongue el calvario jur¨ªdico de Pinochet, m¨¢s ocasiones habr¨¢ para que sus c¨®mplices, militares o civiles, se miren en el espejo que se han negado a afrontar, el que les devuelve la imagen de golpistas antidemocr¨¢ticos y de torturadores y matarifes parafascistas.
Los que pugnan para que Pinochet siga a la espera del avi¨®n de Madrid no tienen mejor aliado que el hijo del general. He recomendado que se den varias veces al d¨ªa por las radios las proclamas de la criatura en defensa de su padre, especialmente la que hace referencia a la violaci¨®n de derechos humanos perpetrada contra el general al coincidir la decisi¨®n de los lores con el d¨ªa de su cumplea?os. Adem¨¢s, ha heredado la voz de su padre y la de Franco, misterio biol¨®gico, secreto de ingenier¨ªa fonol¨®gica o es que tener esa voz es la causa de todo.
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