Las secuoyas "Mariantonias"
Las medidas de la mayor de las hermanas Mariantonias no le permitir¨ªan desfilar en la Pasarela Cibeles. Alcanza los 45 metros de alto y su talle no es precisamente de avispa: ser¨ªan necesarias cinco personas con los brazos extendidos para rodear los 7,10 metros del per¨ªmetro de su "cintura". Claro que tampoco es ninguna mozuela. Lleva plantada unos 165 a?os en el mismo sitio, junto a sus inseparables hermanas. Nadie sabe con certeza por qu¨¦ las inmensas secuoyas del Cortijo La Losa, en la granadina sierra de La Sagra, son conocidas como las Mariantonias en el cercano municipio de Hu¨¦scar. Ni siquiera su propietario, Alfonso de Bustos y Bustos, bar¨®n de Bellpuig. Pero los cerca de 300.000 curiosos que cada a?o acuden a visitarlas tardan varios minutos en conseguir cerrar la boca tras calibrar su porte. Aunque, comparadas con sus primas americanas, resulten peque?as. Las secuoyas, con¨ªferas pertenecientes a la familia de las taxodi¨¢ceas, son los ¨¢rboles m¨¢s grandes del planeta. Sus dos variedades, Sequoiadendron giganteum y Sequoia sempervirens -ambas presentes en la finca La Losa- pueden alcanzar los 100 metros de altura y superar los 1.000 a?os de vida. Seg¨²n Manuel Romero, ingeniero de montes de la Delegaci¨®n de Medio Ambiente en Granada, s¨®lo crecen de forma espont¨¢nea en los EE UU, donde ocupan miles de hect¨¢reas en el Parque Natural de Yosemite. Entonces, ?c¨®mo llegaron a Granada? A principios del siglo XIX, ejemplares aislados de secuoya fueron introducidos en los jardines de Europa. Y Rafael de Bustos y Castilla de Portugal, bisabuelo del actual propietario del Cortijo La Losa, se hizo con unas cuantas semillas. Plant¨® una treintena para formar los dos bosquetes actuales, distantes unos 300 metros entre s¨ª. El mejor conservado se encuentra dentro de un recinto vallado, aunque puede visitarse solicit¨¢ndolo al propietario. Lo componen 13 espectaculares secuoyas de 165 a?os, la mayor de 44 metros de altura, y otros ocho frondosos ejemplares m¨¢s peque?os. Al segundo rodal se puede acceder libremente y, por ello, su estado de conservaci¨®n es peor. El propietario se queja de la "actitud depredadora" de los curiosos. "Han encendido fogatas justo debajo de las ramas y dejan el bosquete plagado de basura", lamenta con raz¨®n. La blanda corteza de los gigantes ha sido arrancada como recuerdo hasta donde llega la mano del hombre, y las pi?as ca¨ªdas al suelo han sido sustituidas por envoltorios de patatas fritas. Pese a todo, De Bustos no se opone a las visitas siempre que respeten el entorno de las 18 secuoyas que extienden sus ramas junto al r¨ªo Raigadas. Fueron plantadas muy juntas y han crecido m¨¢s altas y delgadas que las del interior del vallado. La mayor alcanza los 47 metros. El bar¨®n de Bellpuig lleva media vida luchando por conservar el legado de su bisabuelo, ministro de Fomento con Isabel II. El bosque de La Losa es, junto con el de La Granja (Segovia), el ¨²nico existente en Espa?a y uno de los pocos de Europa. Las secuoyas no se reproducen de forma natural fuera de Am¨¦rica del Norte. As¨ª que Bustos ha continuado con la tradici¨®n familiar de repoblaci¨®n. "Resulta incre¨ªble que de una semilla tan peque?a crezca un ¨¢rbol tan grande", exclama mientras muestra una bolita m¨¢s peque?a que un grano de pimienta. La finca tiene 2.127 hect¨¢reas, pero Alfonso de Bustos no se considera un terrateniente. "En todo caso, un piedrateniente, porque en la sierra de La Sagra casi todo el suelo es piedra", bromea. En los ¨²ltimos a?os ha repoblado con muflones, ciervos, gamos y cabras hisp¨¢nicas hasta lograr una poblaci¨®n de unos 600 ejemplares que convierten La Losa en uno de los cotos de caza mayor mejor abastecidos de Andaluc¨ªa. Datos de inter¨¦s Las secuoyas se encuentran a 195 kil¨®metros de Granada. Se accede desde la A-92 hasta Hu¨¦scar. All¨ª se toma el desv¨ªo de Castril. Tres kil¨®metros despu¨¦s un indicador muestra la carretera que, tras 23 kil¨®metros, lleva a los ¨¢rboles.Informaci¨®n: direcci¨®n del Parque Natural de Castril. 958 53 76 00.
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