Aniversario constitucional
Teniendo en cuenta la situaci¨®n de partida, resulta clara una valoraci¨®n positiva de los veinte a?os de funcionamiento de la Constituci¨®n espa?ola que ahora se cumplen. Con todo, este vig¨¦simo aniversario es una excelente ocasi¨®n para hacer un repaso a lo que ha supuesto este periodo de vigencia del texto constitucional, los problemas que se arrastran desde su aprobaci¨®n, sus mejores aportaciones y sus m¨¢s palpables insuficiencias, as¨ª como sus necesidades de actualizaci¨®n m¨¢s evidentes. El debate que en 1978 m¨¢s recelos cre¨® fue el relacionado con el t¨ªtulo octavo, sobre "la organizaci¨®n territorial del Estado", que ten¨ªa que abordar el complejo problema del encaje dentro de una misma organizaci¨®n estatal del conjunto de las nacionalidades diversas que agrupa el territorio al que se dota de constituci¨®n, de norma legal e institucional de funcionamiento. La soluci¨®n de este problema por la que se opt¨® en el texto definitivamente aprobado ha posibilitado una convivencia y un desarrollo de las posibilidades de autogobierno de las "comunidades aut¨®nomas" con un margen bastante amplio de satisfacci¨®n en t¨¦rminos generales, pero con el mantenimiento del llamado conflicto vasco que no fue convenientemente resuelto como puso en evidencia el hecho de que en el Pa¨ªs Vasco el refer¨¦ndum constitucional no tuviese un respaldo mayoritario. Es en este punto donde se concentra en estos momentos la mayor conveniencia de proceder a una reforma constitucional. La fuerza del modelo constitucional ha sido puesta a prueba en repetidas ocasiones como con el intento de golpe de estado de 1981, con la pervivencia del terrorismo o con la pr¨¢ctica de la guerra sucia y ha resultado vencedora y con un respaldo popular muy mayoritario. Cierto es, al mismo tiempo, que aquellos apartados con una caracterizaci¨®n m¨¢s social han resultado bastante relegados en su conjunto y que los sucesivos gobiernos no han centrado su actuaci¨®n en hacer realidad aquellos art¨ªculos que hablan del derecho al trabajo, a una pensi¨®n digna, a una vivienda adecuada o a una distribuci¨®n equitativa de la renta. Son asignaturas pendientes sobre las que hay que insistir para ir haciendo realidad aquello del estado social y democr¨¢tico de derecho. Contin¨²an produci¨¦ndose distorsiones en los m¨¦todos de representaci¨®n que convendr¨ªa mejorar y presiones sobre el ejercicio de ciertos derechos y libertades que se compadecen poco de los preceptos constitucionales respectivos. Tambi¨¦n son elementos mejorables sobre los que los gobiernos y la ciudadan¨ªa hemos de reflexionar de manera participativa y democr¨¢tica. Pero el nudo gordiano se encuentra situado hoy en el debate sobre la necesidad de reforma de aquellos puntos que se refieren a la configuraci¨®n territorial y el tratamiento de la "cuesti¨®n nacional" . Y resulta bastante claro que en este debate har¨¢ falta tanto ¨¢nimo de entendimiento como voluntad de resolver el tema con perspectiva de futuro, en un ¨¢mbito europeo relativamente estable, y sin prejuicios alarmistas. La federalizaci¨®n de instituciones como el Tribunal de Cuentas, el Consejo Econ¨®mico y Social, el Senado y el Tribunal Constitucional, el reconocimiento de las soberan¨ªas compartidas y de una financiaci¨®n donde lo solidario no se contradiga con la capacidad de decisi¨®n y de recaudaci¨®n, la posibilidad de llegar a acuerdos estables entre diversas comunidades aut¨®nomas, la autoorganizaci¨®n territorial e institucional y la capacidad dialogada y refrendada democr¨¢ticamente de determinar con libertad el marco de relaci¨®n de las diversas nacionalidades con el estado son elementos del debate que hay que abordar, precisamente para que, con una reforma adecuada, la Constituci¨®n pueda mantener su vigencia.
Pasqual Moll¨¤ es diputado de Esquerra Unida-Els Verds.
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