El d¨¦ficit fiscal catal¨¢n y valenciano
El presidente Pujol se ha referido, en diferentes ocasiones, al d¨¦ficit fiscal catal¨¢n. Es decir, la diferencia entre lo que Catalu?a aporta al Estado y lo que recibe. El pasado 23 de noviembre, en el "C¨ªrculo de Econom¨ªa" de Barcelona, el presidente de Catalunya pronunci¨® una conferencia sobre la financiaci¨®n de la Autonom¨ªa catalana en la que abord¨® el d¨¦ficit fiscal. "Una conferencia", dec¨ªa Pujol, "hecha pensando en la necesidad de centrar el problema, de definirlo bien y de poner de relieve la extrema necesidad que tenemos de resolverlo en el t¨¦rmino de dos o tres a?os". Se han hecho estudios para calcular el d¨¦ficit catal¨¢n. De los mismos se puede deducir que oscila entre 800.000 millones y 1,3 billones. El objetivo fijado por Pujol ser¨ªa reducir ese d¨¦ficit fiscal en 400.000 millones. Como era de esperar, estas propuestas de revisar el sistema de financiaci¨®n de Catalunya, provocaron inmediatamente no pocas discusiones y, tambi¨¦n, algunas reacciones viscerales. Es lo que sucede siempre. He aqu¨ª una muestra. A las 24 horas de pronunciada la conferencia, el diario El Mundo, en un editorial titulado Catalu?a no cotiza nada al estado, dec¨ªa lo siguiente: "Catalu?a, en realidad, no paga ni demasiado, ni demasiado poco, ni lo justo. Catalu?a, sencillamente, no paga impuestos. Los pagan los ciudadanos de Catalu?a". (Da la casualidad, ?miren por d¨®nde!, que la conferencia de Pujol se titulaba, precisamente, Un trato justo para los ciudadanos de Catalunya). En el mismo peri¨®dico y d¨ªa, Federico Jim¨¦nez Losantos inicia su columna habitual con estas palabras: "Cuando acabe el milenio y vuelva a alentar en Espa?a la especie de los historiadores, venturoso acaso contra el que conspira la endoplaga universitaria, se reconocer¨¢ en Jordi Pujol a uno de los personajes m¨¢s perniciosos de la Espa?a del sigloXX". ?Ah¨ª queda eso! Y m¨¢s adelante: "La que ha organizado ahora con eso de la soberan¨ªa fiscal pertenece al orden de las majader¨ªas te¨®ricas convertidas en pesadilla tribal. No puede enga?arse m¨¢s y a m¨¢s gente con menos ideas y menos raz¨®n. Pero ah¨ª est¨¢ el gallito de la pol¨ªtica espa?ola, cacareando. Y el corral, silencioso, respetuoso a fuer de gallin¨¢ceo". Es decir, que ya saben los gallin¨¢ceos lo que tienen que hacer: romper a gritos el silencio y perder el respeto. Es lo que Federiqu¨ªn viene haciendo, desde hace tiempo, a trav¨¦s de la pluma y el micr¨®fono. (Y no se le ocurra querido lector detenerse, si le viene a la mente, en la palabra "demagogia". Se equivocar¨ªa de medio a medio. Jim¨¦nez no la conoce. Es uno de los m¨¢s equilibrados l¨ªderes de "opini¨®n" del periodismo hispano, como puede deducirse de las citas anteriores. Pero ya dijo Voltaire: "On nomme l"opinion reine du monde: elle l"est si bien que, quand la raison veut la combattre, la raison ¨¦s condamn¨¦e ¨¤ mort". No tratemos de oponer la raz¨®n a su opini¨®n porque el "liberal" don Federico nos la condena a muerte en el acto y sin apelaci¨®n posible. Menudo es ¨¦l). Claro que, despu¨¦s de estas juiciosas y muy enjundiosas palabras de El Mundo y su colaborador sobre la conferencia del presidente de Catalunya, nos encontramos con que esto del d¨¦ficit fiscal no es un invento del se?or Pujol sino que prestigiosos hacendistas han puesto de relieve, en diversas ocasiones, esa circunstancia. Lo hizo, en su momento, el llorado catedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica, Ram¨®n Tr¨ªas Fargas. (Este s¨ª, un verdadero liberal, sin comillas). Y lo viene haciendo, recientemente, el tambi¨¦n catedr¨¢tico de la misma especialidad, Antoni Castells, socialista y perteneciente al PSC, junto con otros especialistas como Mart¨ª Parellada. Cons¨²ltese el libro Catalu?a y Espa?a, una relaci¨®n econ¨®mica y fiscal a revisar. Y no hace muchos d¨ªas, Miguel Herrero y Rodriguez de Mi?¨®n, ponente de la Constituci¨®n, dec¨ªa que "la mejor manera de aclarar si es excesiva o no la aportaci¨®n que hace Catalunya a la solidaridad es dejando las cuentas claras, porque la solidaridad no es ilimitada y debe ser justa". Y para dejar las cuentas claras, seg¨²n Herrero, no hay nada mejor que "el Gobierno haga p¨²blico el balance fiscal de las autonom¨ªas y dirimir as¨ª si es excesiva o no la aportaci¨®n econ¨®mica de Catalunya". Pero la petici¨®n al Gobierno de que haga p¨²blico ese balance se ha hecho en diversas ocasiones, por activa y por pasiva, pero ni por esas. ?Por qu¨¦ el Gobierno se resiste a hacer p¨²blico ese balance fiscal de las autonom¨ªas? Para el se?or Losantos, esta idea que personas como las citadas descubren y analizan, tratando de encontrar una soluci¨®n, es tan ajena "a la realidad y al sentido com¨²n que s¨®lo en una sociedad enferma de nacionalismo podr¨ªa tener curso legal". Osea, que s¨®lo la enfermedad de nacionalismo que "padece", por lo visto, mi buen amigo Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n le lleva a defender y someter a an¨¢lisis ideas que son ajenas a la realidad y al sentido com¨²n. A ver si a Miguel, el virus del nacionalismo le ha hecho perder la cabeza... ?Qu¨¦ cosas! Claro que para Jim¨¦nez Losantos -no s¨¦ si tambien para el editorialista de El Mundo- tanto Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?on, o los catedr¨¢ticos y profesores especialistas en la materia antes citados, como Tr¨ªas Fargas, Castells o Parellada, deben ser unos "mindundis", vistos desde el Olimpo de la opini¨®n en que se encuentra instalado. ?Qu¨¦ le vamos a hacer! En todo caso, y a pesar de lo que digan don Federico y El Mundo, hay otras comunidades aut¨®nomas que tambi¨¦n tienen un d¨¦ficit fiscal. El Pa¨ªs Valenciano, sin ir m¨¢s lejos. Hace unos d¨ªas, el l¨ªder de Uni¨® Democr¨¤tica de Catalunya, se?or Dur¨¢n i Lleida, estuvo en Val¨¨ncia visitando al presidente Zaplana. Catalanes y valencianos tenemos el mismo problema, aunque la magnitud del d¨¦ficit pueda ser diferente. Y el se?or Dur¨¢n i Lleida plante¨® esta situaci¨®n al presidente Zaplana. A la salida de la entrevista, el pol¨ªtico catal¨¢n declar¨® que exist¨ªa una coincidencia entre ambos, diciendo: "La coincidencia es que el sistema de financiaci¨®n actual no es suficiente ni para nosotros ni para los valencianos, por ello nos convendr¨¢ cambiarlo". Y a?adi¨® que ¨¦l y Zaplana estaban de acuerdo en que, siendo las dos comunidades motores importantes en la econom¨ªa espa?ola "han de contribuir m¨¢s, pero tambi¨¦n tiene que haber un equilibrio a una situaci¨®n que no estrangule las posibilidades econ¨®micas de Catalunya y Valencia". Luego resulta que, horas despu¨¦s de estas declaraciones de Dur¨¢n i Lleida, el portavoz del Gobierno valenciano, Joaqu¨ªn Ripoll, se encargaba de echar agua al vino. Nada de coincidencias. La Generalitat, dijo Ripoll, "est¨¢ satisfecha" con el actual modelo. En el mismo, la Generalitat "vio reconocidas sus pretensiones". Nada m¨¢s l¨®gico. A tenor de las reiterativas declaraciones triunfalistas de Zaplana, el Pa¨ªs Valenciano va de maravilla y no necesita m¨¢s. Uno piensa, sin embargo, que de cara al futuro y a la profunda reestructuraci¨®n de la competitividad en el marco mundial en que nos encontramos, una reducci¨®n del d¨¦ficit que tenemos los valencianos fuera muy conveniente, al contar con m¨¢s posibilidades de financiaci¨®n para afrontar ese reto. Ser¨ªa interesante saber lo que piensan los empresarios valencianos sobre la cuesti¨®n. Si es que piensan algo. Los catalanes parece ser que lo tienen claro.
Francesc de P. Burguera es periodista. [PI] fburguera@inves.es
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