Fusiones en Espa?a, ?para cu¨¢ndo?
Las se?ales sobre la tendencia de la coyuntura internacional todav¨ªa son contradictorias: Brasil vuelve a ser el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de la cadena y los bancos centrales del euro bajan los tipos de inter¨¦s de forma coordinada, lo que incluye un mensaje de confianza pero tambi¨¦n la posibilidad de una recesi¨®n; Jap¨®n sigue anclado en su achaque estructural, y Rusia contin¨²a su camino hacia no se sabe d¨®nde; la Organizaci¨®n Mundial de Comercio pronostica otro descenso del comercio para 1999. ?Y Espa?a? Crece al 4% (al menos), lo que aumenta la euforia oficial respecto a la creaci¨®n de puestos de trabajo, pero no se concede la misma atenci¨®n a los problemas estructurales de p¨¦rdida de competitividad en el comercio exterior, y algunos expertos comienzan a manifestar su inquietud sobre un excesivo sobrecalentamiento de nuestra econom¨ªa.Entre los signos positivos de la coyuntura figura la reanudaci¨®n de las fusiones y adquisiciones por todo el mundo. Hasta ahora se ha considerado -y todav¨ªa no hay motivos para poner en cuesti¨®n tambi¨¦n este aserto- que las fusiones aprovechaban los momentos buenos de la econom¨ªa; en Europa, por ejemplo, la circunstancia de la moneda ¨²nica y de bajos tipos de inter¨¦s. En 1997 se aceler¨® la oleada de fusiones, que qued¨® interrumpida por la crisis financiera que se inici¨® en el sureste asi¨¢tico y se traslad¨® a una buena parte del resto del planeta. Desde hace pocas semanas, la tendencia ha vuelto con mucha fortaleza y no pocas paradojas.
Entre ellas, la correcci¨®n que el mercado est¨¢ haciendo a algunas intervenciones hist¨®ricas. Hace escasos d¨ªas se anunci¨® la fusi¨®n entre las estadounidentes Exxon y Mobil. Pero esas empresas ya fueron una sola a principios de siglo. En 1911, las leyes antitrust norteamericanas obligaron al viejo Rockefeller a trocear la m¨ªtica Standard Oil en siete compa?¨ªas (las siete hermanas), que casi una d¨¦cadas despu¨¦s llegaron a un acuerdo para cartelizar las fuentes de suministro del petr¨®leo y del mercado. Ahora, la globalizaci¨®n, y la espectacular ca¨ªda de los precios del crudo, obligan a dos de las siete hermanas a volver a unirse. Si se generalizase esta experiencia podr¨ªa ocurrir que la era de la liberalizaci¨®n y de la desregulaci¨®n deviniese en un capitalismo monopolista m¨¢s acentuado.
No todas las fusiones tienen un final feliz. No s¨®lo porque la mayor parte de ellas se propagan anunciando una fuerte reducci¨®n de los niveles de empleo, sino porque la experiencia sostiene que s¨®lo la mitad de ellas finalizan en el ¨¦xito. A veces hay problemas de cultura empresarial (por ejemplo, los producidos entre Daimler-Benz y Chrysler en cuanto a la remuneraci¨®n de los cuadros de la nueva empresa, o a la participaci¨®n de los trabajadores en sus ¨®rganos de gesti¨®n). En otras ocasiones, las sinergias esperan m¨¢s tiempo del previsto en manifestarse -aunque te¨®ricamente sean n¨ªtidas-, los beneficios se retardan, o la forma en que se concreta la uni¨®n genera dos bandos, vancedores y vencidos, con dificultades para seguir trabajando juntos.
A diferencia del tropel de fusiones de la d¨¦cada de los ochenta, en el actual no est¨¢ ausente Europa. Al mismo tiempo que la boda entre Exxon y Mobil, se anunciaban las de Deutsche Bank y Bankers Trust para crear lo que en muchos ratios ser¨¢ la mayor entidad financiera del mundo; Hoechst y Rh?ne Poulenc se un¨ªan para crear la mayor empresa de "ciencias de la vida"; ?l¨¦ctricit¨¦ de France compraba London Electricity, para distribuir su electricidad en Londres; y Total adquir¨ªa la belga Petrofina.
?Y Espa?a? Aquejadas las bolsas de valores de la especulaci¨®n provocada por numerosos rumores de fusiones bancarias (las navidades suelen ser una buena fecha para ellas), nuestro pa¨ªs parece alejado por el momento de una tendencia en la que las antiguas empresas p¨²blicas, hoy privatizadas, juegan un papel importante. El cambio de la faz empresarial, una de las caracter¨ªsticas m¨¢s acentuadas de este fin de siglo, todav¨ªa no ha llegado a nuestro pa¨ªs con la misma intensidad que a nuestro entorno.
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