Navarra se siente a resguardo del nacionalismo vasco
La mayor¨ªa de la poblaci¨®n no cree que la tregua de ETA pueda alterar la consolidada identidad de su regi¨®n
La tregua de ETA ha reabierto el debate sobre los l¨ªmites territoriales del proyecto nacionalista y la plural identidad de Navarra. La tradicional articulaci¨®n pol¨ªtica del problema, en t¨¦rminos de anexionismo nacionalista frente a la defensa del territorio, presenta otras claves distintas en el ¨¢mbito de la sociedad. Pulsar esa opini¨®n es constatar que la mayor¨ªa de los navarros no creen que su autogobierno est¨¦ en peligro.Los navarros que se sienten vascos o hablan y viven en lengua vasca demandan, ante todo, derechos civiles que reconozcan que existe tambi¨¦n una identidad euskaldun de Navarra. El derecho a estudiar en lengua vasca en todo el territorio y a disponer de medios de comunicaci¨®n que usen adecuadamente esa lengua, cooficial en el norte y centro de Navarra, son sus dos principales demandas, sin hacer cuesti¨®n de en qu¨¦ marco institucional se consiga ese reconocimiento.
"Si se plantease ahora un refer¨¦ndum de anexi¨®n a la comunidad aut¨®noma vasca nosotros propugnar¨ªamos el no". Lo dijo hace escasas fechas Patxi Zabaleta, hist¨®rico dirigente de HB y portavoz parlamentario de esa coalici¨®n en Pamplona.
"El dogma del Nafarroa Euskadi da se ha superado. Vivimos otros tiempos", apunta Juan Cruz Alli, presidente del CDN y presidente del Gobierno de Navarra cuando militaba en las filas de UPN. Y es que en Navarra casi nadie est¨¢ donde estaba cuando surgi¨® la Constituci¨®n. Los fundadores de UPN recelaron y recelan de la Carta Magna por cuanto mantiene abierta la puerta a una incorporaci¨®n constitucional de Navarra a Euskadi, aunque su expl¨ªcito rechazo inicial a la Constituci¨®n se trastoca ahora en un encendido elogio de la vigencia de sus postulados.
La insinuaci¨®n hecha por el presidente auton¨®mico navarro, Miguel Sanz, acerca de convocar un refer¨¦ndum sobre la anexi¨®n a Euskadi que condujera a la eliminaci¨®n final de ese resorte de unificaci¨®n, descrito en la disposici¨®n transitoria cuarta del texto constitucional, se podr¨ªa interpretar en esa clave. Ese cambio afecta tambi¨¦n al mundo nacionalista. HB y PNV, que defend¨ªan la pura anexi¨®n, mantienen ahora un discurso oficial de calculada ambig¨¹edad y se limitan a propugnar, desde Navarra, un aumento de la colaboraci¨®n institucional entre ambas comunidades, al igual que Eusko Alkartasuna (EA), cuyo presidente, Carlos Garaikoetxea, es un pamplon¨¦s afincado en Zarautz (Guip¨²zcoa).
Conviene recordar entonces que el ensayo de un ¨®rgano permanente de encuentro entre Navarra y Euskadi, el ¨²nico instrumento de colaboraci¨®n aprobado por los parlamentos de ambas comunidades en esta democracia, se fue al traste en 1996, junto al Gobierno que lo impulsaba, tras el descubrimiento de una cuenta bancaria en Suiza del entonces presidente Javier Otano, que hizo caer al primer Gobierno navarro que hab¨ªa dado entrada a los nacionalistas vascos. De no haber existido aquel esc¨¢ndalo, el nuevo foro de encuentro llevar¨ªa dos a?os funcionando y se hubiera podido comprobar el grado de respeto del nacionalismo vasco hacia un ensayo de colaboraci¨®n estrecha de ambas realidades pol¨ªticas desde el reconocimiento mutuo.
Pero el ¨®rgano fue abortado por UPN-PP nada m¨¢s subir al poder. UPN-PP sigue considerando que aquella f¨®rmula fue un "proleg¨®meno" de la Declaraci¨®n de Lizarra.
Educaci¨®n en vasco
Uno de los frentes m¨¢s controvertidos en los que se debate a diario la sociedad navarra es el de la demanda de educaci¨®n en lengua vasca. El Gobierno navarro niega cualquier discriminaci¨®n en ese terreno, pero las acusaciones son numerosas. "Partimos de la evidencia de que la legislaci¨®n actual es discriminatoria hacia los derechos ling¨¹¨ªsticos, y por lo tanto educativos y culturales de los navarros", asegura el pamplon¨¦s Aingeru Epaltza, escritor de 38 a?os, reciente ganador del Premio Euskadi de Literatura y presidente de la Federaci¨®n de Ikastolas de Navarra.La vigente Ley Foral del Vascuence, que dividi¨® a Navarra en tres zonas ling¨¹¨ªsticas con diferentes derechos en el uso de la lengua, es una de la espinas clavadas en el coraz¨®n de quienes propugnan cambios legislativos m¨¢s acordes con la realidad social. Esa ley estableci¨® la plena cooficialidad del euskera en la zona norte de la comunidad, donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n lo habla. Determin¨® una zona ling¨¹¨ªstica mixta en la franja central del territorio, que engloba a Pamplona, donde el car¨¢cter oficial de esa lengua no obliga a las instituciones, y dibuj¨® una zona no vasc¨®fona, la zona sur, en la que no existe ning¨²n derecho legal al respecto. "El reconocimiento, en igualdad de condiciones, del derecho de todos los navarros a estudiar en lengua vasca es prioritario ", a?ade Epaltza.
Los datos educativos parecen avalar esa determinaci¨®n. La Federaci¨®n de Ikastolas de Navarra agrupa a cerca de 6.000 alumnos en 17 centros, un 10% del total de los estudiantes de 3 a 17 a?os. Pero en la red p¨²blica educativa de Navarra crece d¨ªa a d¨ªa la demanda de la ense?anza en lengua vasca, un idioma que, seg¨²n el ¨²ltimo mapa socioling¨¹¨ªstico elaborado por el Gobierno de Navarra, manejan a diario el 16,6% de los 525.000 navarros y que a¨²n no se ha normalizado en el ¨¢mbito universitario.
"Se va entendiendo mejor que el idioma es un patrimonio de todos. Un veh¨ªculo de cultura ajeno a la pol¨ªtica. En las ikastolas hay alumnos cuyos padres son de todas las tendencias ideol¨®gicas posibles, incluyendo muchos y notorios socialistas y conservadores", analiza Epaltza. La realidad muestra que el 55% de los alumnos de tres a?os matriculado el presente curso en Navarra estudian ya ¨ªntegramente en euskera (el 28%) o tienen ese idioma como asignatura (26,9%). En total, 2.544 ni?os. Por el contrario, 2.069 alumnos han elegido estudiar en castellano sin ning¨²n contacto con la lengua vasca. Cifras que plantean un futuro idiom¨¢tico muy distinto del actual.
Proyectos distintos
"La identidad cultural, pol¨ªtica e institucional de Navarra est¨¢ ya construida y es aceptada por todos. No hay ning¨²n peligro de invasi¨®n, o colonizaci¨®n". Quien as¨ª se expresa es el profesor de sociolog¨ªa de la Universidad P¨²blica de Navarra Josetxo Beriain. Autor del libro Vascos y Navarros, editado por esa instituci¨®n universitaria, Beriain no cree que el problema radique en que Navarra vaya a ser usada como moneda de cambio para la paz en Euskadi. "De una troncalidad hist¨®rica y cultural com¨²n, los fueros y el euskera, surgieron dos construcciones diferenciadas de la tradici¨®n", se?ala. "Los vascos le dieron una soluci¨®n en clave de c¨®digos nacionales mientras los navarros optaron por la adaptaci¨®n de los fueros, su amejoramiento. De forma que la l¨ªnea divisoria de la identidad navarra radica en que no se hizo en clave nacionalista vasca, sino de adaptaci¨®n de ese acerbo foral propio".Beriain estima que es necesario abrir una segunda transici¨®n para engarzar c¨ªvicamente a los navarros y vascos que no fueron asimilados por el paraguas constitucional y estatutario en 1978, pero est¨¢ convencido de que la experiencia de las ¨²ltimas d¨¦cadas ha llevado a esos sectores al convencimiento de que Navarra y la Comunidad Aut¨®noma Vasca tienen una identidad propia distinta, aunque com¨²n. "Navarra no es la que quiere UPN, pero tampoco la que propugna HB. Es mucho m¨¢s plural que eso", a?ade.
Las mejoras econ¨®micas que podr¨ªa aportar una andadura com¨²n con Euskadi son minimizadas por las fuerzas pol¨ªticas mayoritarias de Navarra. El eurodiputado de UPN-PP Javier Pom¨¦s ha se?alado que Navarra "es la regi¨®n espa?ola con mayores niveles competenciales" y defiende su capacidad de afrontar en solitario los retos del euro, su situaci¨®n geogr¨¢fica como ventaja estrat¨¦gica y el hecho de poseer uno de los m¨¢s bajos niveles de desempleo de Espa?a (8,7%), adem¨¢s de una industria muy tecnificada y exportadora, y unos servicios modernizados.
En las calles de las ciudades navarras, en sus bares o universidades se habla el lenguaje cotidiano, el del respeto a los derechos ling¨¹¨ªsticos o culturales, de la conveniencia o desventaja de colaborar m¨¢s estrechamente con instituciones vascas de todo tipo, pero mucho menos de invasiones o de la creaci¨®n de nuevas instituciones en un territorio unificado. La realidad demuestra que en ese plano no existe nada a excepci¨®n de la integraci¨®n anecd¨®tica de un pu?ado de ayuntamientos de mayor¨ªa nacionalista en la asociaci¨®n de municipios vascos (Eudel) y en la coordinadora de ayuntamientos vascos que se niegan a colaborar con el Ej¨¦rcito.
Pero la presencia nacionalista est¨¢ extendida en todos los ¨¢mbitos y tambi¨¦n se da en el mundo rural, donde el sindicato EHNE se ha asentado s¨®lidamente. E incluso en el ¨¢mbito eclesial. El propio arzobispo de Pamplona y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola, Fernando Sebasti¨¢n, colabora estrechamente con los obispos de Euskadi en su trabajo pastoral, y todos ellos son firmes partidarios de reestructurar la provincia eclesi¨¢stica de Pamplona para que englobe a los prelados vascos. Y es que la di¨®cesis navarra abarca ya hoy, entre otros territorios, a Guip¨²zcoa. Una cercan¨ªa geogr¨¢fica que invita a resolver problemas comunes y una sensibilidad vasca que aflora en todos los ¨¢mbitos de la vida navarra. Un territorio muy complejo, dividido en cinco merindades hist¨®ricas que tienen una sexta en suelo franc¨¦s, la regi¨®n de la Baja Navarra. Y una curiosidad pol¨ªtica. Navarra posee un municipio en suelo aragon¨¦s, Petilla de Arag¨®n (Zaragoza), de apenas 56 vecinos. Curiosamente, el alcalde del pueblo donde naci¨® Santiago Ram¨®n y Cajal, Venancio Murillo, es militante del PNV y defiende la "navarridad" del enclave contra viento y marea. Un nacionalista vasco, alcalde navarro, en territorio aragon¨¦s.
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