Santa Ll¨²cia, encorsetada
El consistorio barcelon¨¦s se ha convertido en intruso protagonista de la edici¨®n de este a?o de la tradicional Fira de Santa Ll¨²cia, al ocupar -con la enorme carpa blanca en la que nos muestra sus logros- la totalidad de la plaza Nova, junto a la catedral, consiguiendo as¨ª a?adir confusi¨®n al ya tradicional caos que envuelve este laber¨ªntico zoco navide?o. Inaugurada el pasado viernes, la Fira, que permanecer¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo d¨ªa 23, ha sido uno de los puntos m¨¢s concurridos de la capital catalana durante el largo puente de la Pur¨ªsima. Miles y miles de visitantes se han paseado por entre los 391 tenderetes, de los cuales 146 ofrecen figuras para el Bel¨¦n; 115 muestran objetos variados de artesan¨ªa; 126 exhiben ¨¢rboles y plantas navide?as y 4 se dedican exclusivamente a la venta de zambombas. Quienes desistan de desplazarse hasta el casco antiguo de la ciudad, pueden acudir a la feria que se celebra frente a la Sagrada Familia. Con ya m¨¢s de dos siglos de existencia documentada, desde hace ya bastantes a?os, la Fira del Verd -como tambi¨¦n se la conoce- no hace honor a la santa que le da su nombre, con cuyo d¨ªa coincid¨ªa la apertura. Santa Ll¨²cia, asegura el santoral, fue martirizada el 13 de diciembre en Siracusa. Se la representa con una bandeja en la que lleva los ojos que le sacaron sus verdugos, raz¨®n por la que es patrona de los ciegos y tambi¨¦n de todos los oficios que requieren buena vista. Era, por ejemplo, la fiesta de las modistillas y tambi¨¦n la de los colchoneros. Su culto se remonta al siglo IV, y se extendi¨® por toda Europa cuando el emperador Ot¨®n el Grande traslad¨® sus reliquias a Metz en el a?o 970.
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