La polic¨ªa busca otros sospechosos entre neonazis
La polic¨ªa no consigue probar la participaci¨®n de los detenidos en el crimen y los env¨ªa al juez
La polic¨ªa puso anoche a disposici¨®n judicial a los j¨®venes ultraderechistas detenidos en relaci¨®n con el asesinato de Aitor Zabaleta, a pesar de que los investigadores no han conseguido probarles su participaci¨®n directa en la reyerta que desemboc¨® en la muerte -la tarde del pasado mi¨¦rcoles, a las puertas del estadio del Atl¨¦tico de Madrid y de una certera pu?alada en el coraz¨®n- del joven seguidor de la Real Sociedad.No obstante, y seg¨²n unas declaraciones realizadas ayer en Santiago de Compostela por el director de la Polic¨ªa, Juan Cotino, los detenidos s¨ª "est¨¢n en el entorno directo del agresor". O lo que viene a ser lo mismo, que todos pertenecen a una c¨¦dula radical, denominada Basti¨®n, integrada por una treintena de cabezas rapadas de car¨¢cter muy violento y una larga trayectoria de delincuencia: robos, agresiones, altercados con las fuerzas de orden p¨²blico y hasta peque?o tr¨¢fico de droga. Algunos de los cabecillas de Basti¨®n eran buscados ayer por la polic¨ªa para interrogarlos, aunque no consigui¨® localizarlos en sus respectivos domicilios. De los tres detenidos, uno ya esperaba desde el jueves la decisi¨®n del juez en los calabozos de los juzgados de instrucci¨®n de la plaza de Castilla, mientras los otros dos -I. B., de 25 a?os, y C. B., alias Karl, de 26- fueron puestos ayer a disposici¨®n judicial, aunque hasta la ma?ana de hoy no comparecer¨¢n ante el juzgado.
A pesar de que el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, declar¨® ayer en Huesca que las investigaciones para el esclarecimiento del crimen "avanzan de forma fluida y ¨¢gil", el ¨¢nimo de los investigadores va decayendo conforma avanzan las horas y no consiguen recorrer el trecho entre la convicci¨®n y la prueba. De los registros practicados en los domicilios de los detenidos no se ha podido obtener ninguna evidencia que los relacione con el asesinato de Aitor. Es m¨¢s, el abogado de Karl ha recogido hasta seis testimonios de otras tantas personas que aseguran haberle visto junto a su amigo I. B. a la hora del crimen compr¨¢ndose un chaquet¨®n en un centro comercial de Legan¨¦s, al sur de Madrid. Karl, que a sus 28 a?os ya se ha visto envuelto en un sinf¨ªn de asuntos turbios, ni siquiera asisti¨® al partido, que vio en su casa por televisi¨®n.
La investigaci¨®n, que ahora depende principalmente de los interrogatorios que seguir¨¢ practicando la polic¨ªa en el entorno de Basti¨®n, conoci¨® momentos de euforia. Sobre todo cuando Ver¨®nica Olivares, la novia del joven donostiarra asesinado, dijo reconocer -"con una seguridad del 100%"- a una joven rubia como una de las personas que se encontraban junto a los hinchas del Atl¨¦tico en el momento de la brutal agresi¨®n. Localizada la sospechosa, result¨® tener una coartada de lujo: a esa hora estaba trabajando en unos grandes almacedenes, circunstancia de la que sus jefes dieron fe. Tampoco la peque?a navaja con la empu?adura blanca encontrada en los alrededores del estadio Vicente Calder¨®n fue utilizada para apu?alar a Aitor. Ahora, tras la euforia que fue quedando en nada, Mayor Oreja declar¨® que s¨®lo queda confiar en "el intenso trabajo" de la polic¨ªa: "Hay que confiar en la acci¨®n policial y eso implica ser discreto".
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