Una f¨¢brica modernista se perfila como el nuevo gran centro cultural barcelon¨¦s

La antigua F¨¢brica de Hilados Casarramona, construida en 1911 por el arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch en lo que entonces era un descampado en la falda de la barcelonesa monta?a de Montju?c, ser¨¢ el pr¨®ximo siglo un macrocentro cultural y, posiblemente, un museo de arte contempor¨¢neo en el que se instalar¨¢ la colecci¨®n de la Fundaci¨®n la Caixa dedicada a este arte. Este monumento nacional que durante 40 a?os no ha tenido ning¨²n tipo de conservaci¨®n, casi doblar¨¢ su superficie tras la reforma dise?ada por el arquitecto sevillano Roberto Luna.

Intervenciones minimalistas, no faltas de cierta espectacularidad, intentar¨¢n mantener la estructura de este espacio "protorracionalista" de Puig i Cadafalch que su actual propietario, la Fundaci¨®n La Caixa, inaugurar¨¢ parcialmente en noviembre de 1999 con una exposici¨®n dedicada al centenario del Bar?a.Esta exposici¨®n ocupar¨¢ toda la planta baja de la antigua f¨¢brica entre noviembre de 1999 y mayo del a?o 2000. En esta ¨²ltima fecha, el centro volver¨¢ a cerrar, presumiblemente, para continuar las obras ya que las plantas s¨®tano y primera as¨ª como la entrada principal a¨²n no estar¨¢n listas. En el futuro, en el a?o 2000 o 2001 en funci¨®n de la urgencia de la entidad financiera y las posibilidades de la construcci¨®n, el acceso al centro se realizar¨¢ por el s¨®tano mediante una entrada nueva, coronada por un cubo de cristal de reminiscencias minimalistas en la relaci¨®n con el vecino pabell¨®n de Mies van der Rohe. Esta nueva entrada y el s¨®tano di¨¢fano y corrido, que en planta es uniforme pero en techo tendr¨¢ diferentes alturas, son posiblemente los elementos m¨¢s novedosos del proyecto, que se ha dado a conocer p¨²blicamente gracias a un curso sobre patrimonio industrial que se ha celebrado estos d¨ªas en el Colegio de Arquitectos de Barcelona.

La F¨¢brica Casarramona est¨¢ situada en un terreno en pendiente y consta b¨¢sicamente de tres naves perpendiculares que van siguiendo el desnivel de terreno separadas por calles internas al aire libre. Es una estructura cerrada en s¨ª misma, que ocupa toda una manzana, construida en ladrillo visto, estructura de hierro y decoraci¨®n neogoticista. El proyecto dise?ado por Roberto Luna gana terreno en el s¨®tano, en donde sit¨²a la entrada, los servicios al p¨²blico, la biblioteca, la mediateca, un auditorio con capacidad para 400 personas y el almac¨¦n de la colecci¨®n. La planta baja se dedica exclusivamente a exposiciones temporales, colecci¨®n permanente de la entidad y cafeter¨ªa. En el primer piso, m¨¢s peque?o, se sit¨²an los servicios y, posiblemente, salas para seminarios o peque?as conferencias.

El edificio ocupaba originalmente 7.473 metros cuadrados y tras la reforma pasar¨¢ a tener 11.947, de los que 5.000 estar¨¢n en el s¨®tano. "Lo m¨¢s importante del proyecto es que hab¨ªa que doblar la superficie del edificio y materialmente no hab¨ªa espacio para construir algo m¨¢s", afirma Luna. "Lo hemos hecho intentando que el propio edificio marcara la estrategia que seguir. En el s¨®tano se seguir¨¢ el esquema funcional y compositivo de la planta baja, aunque con otros materiales. Es una soluci¨®n sencilla conceptualmente, pero complicada de construir". De la parte estructural se ha encargado el especialista Robert Brufau, con larga experiencia en la reforma de obras modernistas. Las paredes de la F¨¢brica Casarramona no aguantar¨¢n pr¨¢cticamente peso. Todo el conjunto descansar¨¢ en una serie de estructuras, complejas, que sostendr¨¢n el edificio y permitir¨¢n no s¨®lo que el s¨®tano sea di¨¢fano y la estructura apta para resistir todo tipo de pesos, sino tambi¨¦n mantener la imagen anterior del edificio. De la restauraci¨®n exterior y de los elementos decorativos y acabados de las fachadas se encarga Francisco Javier Asarta, arquitecto que ya dirigi¨® la rehabilitaci¨®n de La Pedrera.

Segundo museo

Respecto a los usos, adem¨¢s del de centro cultural polivalente, cada vez parece m¨¢s claro que el destino de la F¨¢brica Casarramona es el de convertirse tambi¨¦n en un segundo museo de arte contempor¨¢neo. Parecen confirmarlo la importancia de la colecci¨®n que durante a?os ha ido realizando Mar¨ªa Corral en la Fundaci¨®n La Caixa, integrada actualmente por unas 500 piezas, el hecho de que en Barcelona no hay espacios adecuados para acogerla y la evidencia de que el proyecto de Luna dedica toda una ala de la f¨¢brica a almac¨¦n y espacio de exposici¨®n de la colecci¨®n.