El Athletic recupera la autoestima

Luis Fern¨¢ndez hab¨ªa convertido el partido en un asunto crucial. M¨¢s all¨¢ de la pol¨¦mica sobre el cambio de estilo operado en los ¨²ltimos encuentros, miraba a la clasificaci¨®n en busca de un lugar m¨¢s c¨¢lido. Ante el Deportivo -candidato al liderazgo de la Liga de nuevo esta temporada tras quedar fuera de los puestos europeos en la anterior campa?a- hab¨ªa se?alado que se trataba de ganar, jugando bien o mal.Una apelaci¨®n al estoicismo y la entrega, que los futbolistas llevaron por el buen camino. No fue extra?o que el equipo se condujera por el tacto suave de Guerrero, una vez que el capitan logr¨® hacerse un hueco en el estrecho margen que permit¨ªa el conjunto gallego.

El Athletic se pareci¨® a s¨ª mismo (mitad tacto, mitad m¨²sculo) y el Deportivo amarilleaba su vieja definici¨®n de equipo sutil que le otorg¨® tiempos atr¨¢s una condici¨®n superlativa. Sus cuentas resultaban tan elocuentes como su humildad: un equipo en racha (ocho jornadas sin perder, tres victorias seguidas y segundo en la clasificaci¨®n hasta ayer) que sin embargo deja un poso de levedad en su juego.

El Deportivo no encandil¨® en San Mam¨¦s, a pesar de contar con una salida briosa y un gol temprano que pon¨ªa de manifiesto la calidad de dos futbolistas singulares, Hadji y Pauleta.

Sin equilibrio

Pero el Deportivo no transmite. No en vano sus brasile?os (Flavio, Djalminja, Donato) se han reconvertido en destajistas que se entregan afanosos a la tarea, dejando la alegr¨ªa en el vestuario. El Athletic encaj¨® el golpe y apret¨® el acelerador. Hab¨ªa encajado el gol sin que sus futbolistas mejor dotados, Guerrero y Urrutia, hubieran conectado m¨¢s que un par de veces con el bal¨®n. Cuando Guerrero lo tuvo a placer lo coloc¨® en la cabeza de Etxeberria y lleg¨® el ampate. El Deportivo manejaba mejor el bal¨®n, pero no dispon¨ªa de equilibrio. Sus delanteros se avistaban muy lejanos y sus defensores perd¨ªan en cada acci¨®n a¨¦rea.El Athletic, a pesar de San Mam¨¦s (insufrible e indecoroso) fue tomando el pulso al partido, sin perder la calma y con una recuperada solvencia defensiva. El Deportivo no le perd¨ªa la cara al juego, aunque pecara de inocencia y entre ambos constru¨ªan un partido m¨¢s entrentenido que bello, m¨¢s atractivo que interesante.

Pudo desequilibrar de nuevo Pauleta en un mano a mano con su defensor y lo pudo hacer Joseba Etxeberria con un tiro al poste, en la primera mitad.

Luis Fern¨¢ndez decidi¨® mantener la calma y conf¨ªar en el colectivo, huyendo de su habitual recurso al atasco de delanteros. El equilibrio natural lo hall¨® en la inteligencia de sus futbolistas m¨¢s preclaros. Cuando Julen Guerrero, Urrutia y un renacido Alkiza se juntaron, Urzaiz y Etxeberria disfrutaron de un f¨²tbol m¨¢s exacto. Y en esto surgi¨®, otra vez Julen Guerrero poniendo un bal¨®n de rosca por encima de la defensa que Urzaiz empuj¨® en plongeon a la red. Era la mezcla buscada. El tacto del juego, la contundencia en el remate, ejecutado respectivamente por los dos futbolistas m¨¢s acreditados en cadacaso.

El conjunto coru?¨¦s, muy triste hasta ese momento, apret¨® los dientes y rebusc¨® en los minutos finales una jugada fortuita que le devolviera un punto.

No la hall¨® quiz¨¢ porque se trata de un equipo ordenado, honrado, ali?ado, pero sin encanto.