Im¨¢genes de contar y no acabar
Jorma Puranen, fot¨®grafo finland¨¦s interesado en la etnolog¨ªa, estaba realizando una investigaci¨®n sobre el pueblo sami, n¨®madas lapones que ocupan las regiones m¨¢s norte?as de los pa¨ªses escandinavos. En el Museo del Hombre de Par¨ªs hall¨® fotograf¨ªas de nativos realizadas en una misi¨®n exploratoria en 1884. Cuando comprob¨® que los apellidos y algunas caras de aquellas im¨¢genes correspond¨ªan a antepasados de gente que ¨¦l conoc¨ªa personalmente, decidi¨® devolver simb¨®licamente aquellas personas a su lugar de origen mediante la ampliaci¨®n fotogr¨¢fica de las im¨¢genes antiguas en un soporte transparente que sit¨²o en los paisajes brumosos de los que proced¨ªan; despu¨¦s fotografi¨® el resultado. Sophie Calle, artista parisina, trabaj¨® durante tres semanas de camarera en un hotel de Venecia. Antes de arreglar las habitaciones, anot¨® el estado en que se encontraban y fotografi¨® los objetos de los diferentes clientes. La pel¨ªcula, libro, instalaci¨®n o como quiera llamarse su trabajo forma parte de la serie Hotel, publicada en 1984. Milagros de la Torre, artista peruana que vive en M¨¦xico, se dedic¨® a investigar 15 objetos de delito extra¨ªdos de los archivos del Palacio de Justicia de Lima. Las im¨¢genes se presentan acompa?adas de una breve descripci¨®n del delito al que hac¨ªan referencia. Son tres ejemplos de las historias interrumpidas y parciales que los espectadores pueden completar e imaginar en la exposici¨®n Cart¨°grafs i aventurers: narradors d"hist¨°ries, que hoy se inaugura en el centro cultural de la Fundaci¨®n la Caixa de Barcelona (paseo de Sant Joan, 108) y que estar¨¢ abierta hasta el 14 de febrero. El t¨ªtulo, y m¨¢s exactamente el subt¨ªtulo, se refiere al tema principal de los 10 trabajos que se presentan. Historias, entre personales y universales, que se narran mediante im¨¢genes fijas o en movimiento poniendo hincapi¨¦ no tanto en la descripci¨®n de lo que se cuenta sino en lo que sugieren los escasos datos que ofrecen las im¨¢genes o las grabaciones. Despu¨¦s, cada artista se centra en mundos diferentes. Los espa?oles Mar¨ªa Bleda y Jos¨¦ Mar¨ªa Rosa presentan, por ejemplo, seis d¨ªpticos fotogr¨¢ficos en color que aparentemente son paisajes anodinos de diferentes puntos de Espa?a. El pie de foto aclara que se trata de antiguos y sangrientos campos de batalla hoy convertidos en apacibles parajes. Como los campos de Bail¨¦n, en la que el general Casta?os venci¨® a las tropas napole¨®nicas; o las tierras de Calata?azor, donde los cristianos derrotaron a Almanzor. Marcelo Exp¨®sito y Joseantonio Hergueta utilizan el v¨ªdeo en un formato falsamente documental para revivir la historia de una ni?a de la guerra, Conchita Eguidazu, cuyas declaraciones sobre su salida de Espa?a en 1939, a los 14 a?os, su vida en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, su boda con un m¨¦dico alban¨¦s y sus posteriores esfuerzos para salir de Albania, cuando la situaci¨®n en este pa¨ªs se complic¨®, se entremezclan con im¨¢genes de archivo, documentos actuales de los exiliados albaneses o fragmentos de noticiarios franquistas, como el que cierra el v¨ªdeo con una Carmencita Franco "enviando un beso a todos los ni?os del mundo". Tambi¨¦n en v¨ªdeo, el sevillano Antoni Perumanes presenta la imagen de una mujer de mediana edad, desnuda, a la que otras dos mujeres limpian y amortajan. Mientras, una voz c¨¢lida va explicando en primera persona su historia, momentos y an¨¦cdotas de una vida dura y dif¨ªcil que se cuenta sin rabia ahora que ya se ha acabado. La historia es real, pero el v¨ªdeo es una recreaci¨®n con actrices, lo que no evita las dudas y el sobrecogimiento. Imogen Stidworthy, artista londinense que reside en Bruselas, ha centrado su historia en la relaci¨®n entre dos personas: un hombre mayor, que aparece sentado y desnudo mientras va narrando historias que mezclan vivencias personales y pel¨ªculas, y una mujer joven, vestida y sentada frente a una mesa con m¨¢quina de escribir, que a ratos le escucha de forma no muy interesada. Son padre e hija y cada uno aparece en una pantalla de proyecci¨®n diferente. Separados y relacionados por historias que s¨®lo se intuyen. Patric Tato Witting, por ultimo, utiliza antiguas fotos de su abuela materna, alemana nacida en una zona ocupada posteriormente por Rusia a la que jam¨¢s pudo regresar. A partir de las fotograf¨ªas e historias que contaba la anciana, el nieto intenta volver a aquellos paisajes acompa?ado de su madre y retratar situaciones similares a las que hab¨ªa oido explicar de ni?o. "En todos los casos se trata de artistas que recopilan historias de los otros y que se imaginan as¨ª c¨®mo ve¨ªan ¨¦stos el mundo", comenta Marta Gili, comisaria de la exposici¨®n, que la primavera pasada se present¨® ya en el centro de la Fundaci¨®n La Caixa en Lleida. "En el arte contempor¨¢neo es muy frecuente que aparezcan trabajos que hablan del yo del artista, del cuerpo o de la memoria personal, pero si uno cambia el lado del espejo se pueden tambi¨¦n recopilar historias que hablan de los otros". La selecci¨®n atiende, seg¨²n Gili, a trabajos realizados hace ya varios a?os que han demostrado con el tiempo su validez, si bien evitando la presentaci¨®n de artistas ya consagrados que trabajan en l¨ªneas similares como, por ejemplo, Bill Viola, Jeff Walls, Boltanski o, en otro sentido, Nan Goldin.
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