Cuba, la malquerida
Ha pasado la jornada de conmemoraci¨®n del 50? aniversario de la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos y resulta vergonzoso constatar la mayoritaria indiferencia que existe con respecto a las violaciones de estos derechos en Cuba, y sin embargo para muy pocos hoy en d¨ªa constituye un secreto que en la isla se violan absolutamente todos los art¨ªculos de la declaraci¨®n. Para empezar, el breve texto creado en Par¨ªs en 1948 apenas se conoce en el pa¨ªs caribe?o. En 1981, integr¨® un peque?o cuaderno de reducida circulaci¨®n. En 1985 fue editado por la Universidad de La Habana s¨®lo para consulta interna de un ¨ªnfimo grupo de estudiantes. En 1988 se public¨® para impresionar a una comisi¨®n internacional que visit¨® la isla con el objetivo de informar sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en las c¨¢rceles. Luego vio la luz en otro libro titulado Fidel Castro y los derechos humanos, como si los hubiera inventado el comandante. En 1989, el compositor franc¨¦s Michel Legrand llev¨® al Festival de Cine de La Habana su Concertoratoria, nada m¨¢s y nada menos que cada art¨ªculo de la declaratoria cantado por sopranos, tenores, contraltos, adem¨¢s de tres coros. Soy testigo, porque trabaj¨¦ con ¨¦l, del corre-corre que se arm¨® entre funcionarios y segurosos. Era el ocaso del a?o de los fusilamientos a cuatro generales en un juicio que la ONU calific¨® en enero de 1995 como desacato grave de las normas relativas a un proceso imparcial y violaci¨®n de los art¨ªculos 9 y 10 de la declaraci¨®n, los del famoso caso Arnaldo Ochoa y Antonio de la Guardia. Con el ambiente tenso existente en la ¨¦poca, la dictadura no pod¨ªa permitirse prohibir los carnavales, ni el festival, ni al mismo Michel Legrand. Resumen, que muy pocas personas tienen acceso al texto de los derechos humanos, el documento m¨¢s importante de este siglo y del venidero. Nunca ha formado parte del plan de estudios de las escuelas, tampoco de ninguna organizaci¨®n de masas, en un pa¨ªs donde la educaci¨®n dej¨® de serlo para convertirse en adoctrinamiento masivo, basado y dirigido en y desde una ¨²nica l¨ªnea ideol¨®gica, intransigente y vejatoria de los valores humanos, culturales y universales.Sorprende que el mundo titubee cuando se trata de condenar los cuarenta a?os de f¨¦rrea dictadura impuesta por Fidel Castro. Inclusive, cosa rara, pareciera que, salvo en excepciones, donde ¨²nico coinciden gobiernos o integrantes de partidos, ya sean de izquierdas o de derechas, es en jalarle la leva al barbudo, caerle bien, dorarle la p¨ªldora, cosa que, seg¨²n los m¨¢s y los menos ingenuos, facilitar¨ªa una transici¨®n pac¨ªfica. Y mientras tanto nuestro dolor, el inmenso dolor del pueblo cubano no ha sido reconocido. Es triste y deplorable comprobar la interpretaci¨®n que algunos gobiernos occidentales hacen de la situaci¨®n cubana, los intereses meramente econ¨®micos provocan que estos gobiernos abran las puertas al tirano que oprime a todo un pueblo, cerr¨¢ndole as¨ª a ese pueblo las posibilidades de libertad, de dignidad, y de lo principal, de vida.
?En nombre de qu¨¦ justicia se ignoran los miles de fusilados, o cr¨ªmenes enmascarados con accidentes de autos, de aviones, o simples agresiones callejeras? O¨ª decir a un anciano en una esquina de La Habana Vieja que en este (aquel) pa¨ªs no le cortan las manos a nadie a la manera de como lo hicieron con V¨ªctor Jara, pero que de seguro vendr¨¢ un ladr¨®n, negro de preferencia (los niveles de racismo desbordan), que cortar¨¢ la mano del non grato, y luego se argumentar¨¢ que fue s¨®lo cosa de un nichardo marginal para robarle el reloj. ?En nombre de qu¨¦ justicia se olvidan los cientos de presos pol¨ªticos, no reconocidos como tales, s¨®lo porque un hombre decide que son presos contrarrevolucionarios? ?En nombre de qu¨¦ justicia se justifican los miles de desaparecidos en el mar, cuya cifra a¨²n no se ha podido calcular? ?En nombre de qu¨¦ justicia se borra de la historia a dos millones y medio de personas en exilio, entre los que se encuentran el pueblo trabajador, profesionales, intelectuales y artistas, pol¨ªticos, hasta militares, confundidos en diferentes olas migratorias? ?En nombre de qu¨¦ justicia se incluyen o se tachan de las listas los deseados o indeseados? ?C¨®mo olvidar que a una poeta, Mar¨ªa Elena Cruz Varela, la obligaron a tragarse sus poemas y la torturaron salvajemente en la c¨¢rcel durante dos a?os? ?Y a los cineastas Jorge Crespo y Marco Antonio Abad (cuyo precedente se encuentra en el cortometraje censurado PM, realizado por Sab¨¢ Cabrera y Orlando Jim¨¦nez Leal), liberados luego de dos a?os de c¨¢rcel, condenados a quince por propaganda enemiga, debido a la presi¨®n internacional ejercida por las firmas de varios cineastas del mundo entero? ?Y el b¨¢rbaro asesinato de las cuarenta y tres personas, entre ellas veintitr¨¦s ni?os, a bordo del remolcador Trece de Marzo, en julio de 1994? ?Por qu¨¦ el mundo ha hecho o¨ªdos sordos a semejante crimen? ?Es que esas v¨ªctimas, sobre todo los ni?os, son menos v¨ªctimas porque una dictadura diz que de izquierdas ha acabado con ellos? ?Por qu¨¦ no se habla de esos 23 inocentes, por qu¨¦ se les trata como a gusanitos que hu¨ªan al falso para¨ªso? ?Relativamente hablando, d¨®nde queda el falso para¨ªso? Cuando se libera a un preso, ¨¦ste debe abandonar de inmediato el pa¨ªs. Expulsar o asesinar a los rebeldes siempre ha sido la v¨¢lvula de escape. ?En nombre de qu¨¦ justicia se esconde el caso de los cuatro periodistas encarcelados, a¨²n sin juicio, miembros del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, hace ya m¨¢s de un a?o y medio, cuya ¨²nica acusaci¨®n es la de haber redactado un documento titulado La patria es de todos? ?Por qu¨¦ los ciudadanos cubanos no tienen el derecho de circular libremente, por qu¨¦ necesitan y est¨¢n obligados a pagar altos precios en una moneda que no ganan, el d¨®lar, para comprar un permiso de salida del pa¨ªs, adem¨¢s de pagar permisos de residencia en el extranjero, y despu¨¦s tienen que demandar y comprar visas para entrar en su propia tierra natal? Se?alo, de paso, que aquel que abandone el pa¨ªs o sea expulsado del mismo pierde todas sus pertenencias y nunca m¨¢s podr¨¢ residir en el interior. En ninguno de estos casos se puede recurrir al embargo americano como atenuante o paliativo, adem¨¢s de que, seg¨²n cifras de la CEPAL, cada a?o entran en la isla, v¨ªa el exilio cubano, 800 millones de d¨®lares, lo cual constituye la primera fuente econ¨®mica del gobierno. Hace algunos d¨ªas le¨ª en este peri¨®dico las declaraciones de Castro sobre su salario y sus condiciones materiales de vida. El an¨¢lisis que no hizo el periodista fue que a Castro no le hace falta nada, es due?o de una isla y tiene once millones de esclavos. Que se sepa, ya el Sindicato Internacional de Trabajadores ha condenado a los empresarios for¨¢neos (ning¨²n cubano puede invertir) que contratan a precio de esclavistas a los obreros cubanos, ya que el gobierno garantiza la obediencia sin peligro de revuelta social, ni huelgas. El salario medio es de cinco d¨®lares mensuales al cambio interno. Por supuesto, el d¨®lar, la moneda del enemigo es como Bul¨¦, el que manda. Para concluir, en ninguna de las denuncias de violaciones de derechos humanos de estos d¨ªas he le¨ªdo los de los casos siguientes, no he tenido que remover cielo y tierra, est¨¢n en El Nuevo Herald Digital: "Un coronel de la Seguridad del Estado arrest¨® el martes 8 de diciembre en La Habana al doctor ?scar El¨ªas Bisset Gonz¨¢lez, de 38 a?os, presidente de la Fundaci¨®n Lawton de Derechos Humanos, inform¨® su esposa, Elsa Morej¨®n. Es la tercera vez en menos de una semana que el m¨¦dico va a prisi¨®n". O esta otra: "La reclusi¨®n de la invidente y activista de derechos humanos Milagros Cruz Cano en el hospital Siqui¨¢trico de La Habana es una flagrante violaci¨®n de los c¨¢nones ¨¦ticos de la especialidad porque se utiliza a la medicina y a la ciencia con fines pol¨ªticos". Milagros no tiene historial de crisis agudas, siqui¨¢tricas o mentales. Cuenta 30 a?os y fue recluida el pasado 27 de noviembre; la invidente fue golpeada por miembros del Ministerio del Interior frente al Tribunal Provincial de La Habana la v¨ªspera de un juicio anunciado contra el periodista independiente Mario Viera. La madre, Caridad Cano, asegura que su hija est¨¢ encerrada con locos agresivos, seg¨²n le informaron familiares de otros pacientes. La joven padece de epilepsia, su vida correr¨ªa peligro si se le aplicaran electroshocks. Por otra parte, "N¨¦stor Rodr¨ªguez Lobaina, de 32 a?os, presidente del Movimiento Cubano por la Democracia est¨¢ preso y en huelga de hambre desde la noche del 7 de diciembre, seg¨²n inform¨® el padre del disidente". ?Por qu¨¦ nadie se arriesga a investigar estos hechos? ?Por qu¨¦ ni siquiera se mencionan estos casos evidentes en los dossieres conmemorativos del 50? aniversario de la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos? En el mismo momento en que se cre¨® una comisi¨®n llamada Justicia Sin Fronteras, cuya petici¨®n es acabar con las barbaries del siglo veinte, y que espera hacer del a?o 2000 el a?o de la creaci¨®n efectiva de una Corte Penal Internacional, cuyos firmantes son de alt¨ªsimo prestigio: Abdelkarim Allagui, Tahar Ben Jelloun, Pascal Bruckner, Daniel Cohn-Bendit, In¨¦s de la Fressange, Andr¨¦ Glucksmann, Bernard Henri-L¨¦vy, Ros¨¦ Ramos Llorta, Jacques Julliard, Alain Madelin, Michel Rocard, entre otros. El mismo d¨ªa de dicho cincuentenario, un grupo de exiliados cubanos de la Asociaci¨®n Europa Cuba Democr¨¢tica, presidida por Jacobo Machover, escritor y periodista, y de la Asociaci¨®n Sin Visa, entre otros independientes, asistimos a la denuncia presentada por cuatro v¨ªctimas directas o indirectas del r¨¦gimen de Castro en la sede de Amnist¨ªa Internacional ante el abogado Serge Lewisch y varios ¨®rganos de prensa. Ileana de la Guardia, hija del general fusilado Antonio de la Guardia, sobrina de Patricio de la Guardia, condenado a treinta a?os de prisi¨®n por haberse negado a denunciar a su hermano; L¨¢zaro Jordana, pintor, prisionero pol¨ªtico, condenado a quince a?os, pas¨® seis; Pierre Golendorf, ciudadano franc¨¦s, condenado a 10 a?os, estuvo 38 meses; Luis Ruiz, artista pl¨¢stico, disidente, condenado a quince a?os de c¨¢rcel. Los pol¨ªticos Alain Madelin y Michel Rocard se hallaban tambi¨¦n presentes en la conferencia de prensa ofrecida en el local de Presse Club.
?Hasta cu¨¢ndo nuestra historia seguir¨¢ siendo incomprendida y nuestra dignidad vejada, hasta cu¨¢ndo tantos sacrificios y esfuerzos pisoteados? Siempre nos queda un mal sabor luego de este tipo de conmemoraci¨®n tan importante para el futuro de la humanidad. No se celebr¨® el Centenario de la Independencia de Espa?a, la liberaci¨®n de una guerra cruenta y sangrienta; pero prep¨¢rense para el bombardeo de "40 a?os de revoluci¨®n". Si hace unas semanas el Covotrothon dur¨® veinte horas, el pr¨®ximo discurso tendr¨¢ para un a?o y sin comas. Tengo la sensaci¨®n de que Cuba es m¨¢s que la malquerida de la c¨¦lebre canci¨®n, es la malinterpretada. Si tanto quieren, ustedes, ciudadanos del mundo, a esa Cuba de los cubanos, entonces ?por qu¨¦ se empe?an, como dir¨ªa otro bolero, en herirla as¨ª? Con ignorancia e indiferencia .
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