Inquietante

La semana pasada, en Madrid, un joven vasco ha sido asesinado por el hecho de ser vasco y de defender unos colores vascos: y eso, se lea como se lea, es un crimen fascista. Y me parece fundamental que desde varios puntos de vista se haya insistido en estos d¨ªas sobre este aspecto de lo que acaeci¨® aquella noche. Pero hay otro aspecto igualmente inquietante y sobre el cual me parece que nadie quiere comentar: la reacci¨®n del p¨²blico madrile?o en el estadio Vicente Calder¨®n esa noche. Porque ser¨¢ verdad que el asesinato fue cometido por un grupo de ultras, y fuera del estadio Vicente Calder¨®n, pero nadie podr¨¢ quitarme de los o¨ªdos los miles y miles de aficionados madrile?os que, dentro del estadio y cuando los medios de informaci¨®n ya hab¨ªan hablado de los acontecimientos previos, se pusieron a cantar "Viva Espa?a" y sacaron sus banderas espa?olas. Como en todo fascismo, los acontecimientos criminales los cumplen unas minor¨ªas, pero la gente puede llegar a ser fascista, a veces incluso sin darse cuenta, y la gente reunida en el Vicente Calder¨®n tuvo, en su inmensa mayor¨ªa, una actitud fascista. Los que estuvieron cantando "Viva Espa?a" cantaban para sentirse fuertes y para que la minor¨ªa vasca en el estadio llegara a sentir hasta miedo.Los que estuvieron cantando "Viva Espa?a" no apoyaban a Aitor; esa gente, se diera cuenta o no, apoyaba a sus asesinos; pero, ya lo he dicho, casi nadie estar¨ªa dispuesto a admitirlo, porque para la conciencia colectiva siempre ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil indicar al responsable material en un elemento supuestamente aislado de la sociedad, posiblemente fuera de la misma, y, sin embargo, el fascismo tambi¨¦n est¨¢ dentro de la sociedad. Y ¨¦ste es el fascismo m¨¢s odioso y m¨¢s dif¨ªcil de combatir.-