En campa?a

JOSEP TORRENT La amenaza de los socialistas valencianos de romper el pacto institucional con el PP hay que situarla dentro del ambiente preelectoral existente. La legislatura da sus ¨²ltimas boqueadas y los populares tienen, adem¨¢s, una cierta urgencia en clausurar el periodo de sesiones cuanto antes, echar el cierre a las Cortes y afanarse en la b¨²squeda de la mayor¨ªa absoluta. De ah¨ª que las advertencias de Antonio Moreno, primero, y de Joan Romero despu¨¦s apenas impresionen. Romper el consenso institucional b¨¢sico por un qu¨ªtame o un ponme a Miguel Maz¨®n o a Luis Figueiras ser¨ªa una barbaridad am¨¦n de una estupidez. Una decisi¨®n de semejante trascendencia no se adopta desde el empecinamiento en un nombre por muy singular que ¨¦ste sea. Cuando el secretario general de los socialistas valencianos sit¨²a la fecha l¨ªmite para llegar a un acuerdo que permita cubrir la vacante que le corresponde a su partido en el consejo de administraci¨®n de RTVV en el martes de la semana pr¨®xima, sabe de sobra lo que se hace. Conclu¨ªdo el debate presupuestario, no queda nada m¨¢s de que hablar. En ese mismo instante comenzar¨¢ la inacabable precampa?a electoral que nos llevar¨¢ a las urnas en junio del a?o que viene. Un largo periodo que si tiene alguna caracter¨ªstica, m¨¢s all¨¢ de su pesadez, es la de la ausencia de pactos, sean ¨¦stos institucionales o no. Arrumbada en el desv¨¢n pol¨ªtico la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua -¨²nico acuerdo que vale realmente la pena-, las vacantes en RTVV o de los adjuntos al S¨ªndic de Greuges se convierten en mera munici¨®n electoral. Una excusa para formular grandilocuentes declaraciones como las realizadas ayer por Romero, o chascarrillos escasamente afortunados, tal que los de Eduardo Zaplana recomend¨¢ndole a su oponente que se tome un valium. En este contexto hay que relativizarlo todo, en especial advertencias tan graves. Los partidos est¨¢n en campa?a y ello siempre comporta unas ciertas dosis de irresponsabilidad pol¨ªtica practicadas ante unos ciudadanos que no entienden casi nada.