Un industrial reclama 500 millones a la Asociaci¨®n del C¨¢ncer por supuesto incumplimiento de contrato
La supuesta rescisi¨®n unilateral en diciembre de 1993 de un contrato mercantil de colaboraci¨®n suscrito en 1987 puede costarle a la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer (AECC) 500 millones de pesetas en concepto de indemnizaci¨®n por da?os y perjuicios. ?sa es la cantidad que reclama judicialmente a la AECC un industrial de Alcoy (Alicante) que se vio obligado a despedir a los 60 trabajadores de su empresa y a cerrarla ante la imposibilidad de mantener la actividad, consistente en la recogida y comercializaci¨®n de ropa usada. El pleito contra la AECC ha quedado visto para sentencia en el Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 50 de Madrid.El abogado de la AECC, Carlos Pardo, asegur¨® ayer que la acusaci¨®n del industrial es falsa. Pardo subray¨® que existe una declaraci¨®n judicial del administrador ¨²nico de la empresa denunciante en la que reconoce que el contrato se resolvi¨® de mutuo acuerdo.
El denunciante, Antonio Andr¨¦s Garc¨ªa Arribas, gerente de Afritex, SL, explic¨® ayer que el director general de la AECC, Ricardo Alba, le lleg¨® a proponer en una reuni¨®n en 1993 el pago de 20 millones de pesetas, "fuera de contrato y sin documentar", para continuar con la actividad. El industrial se opuso a lo que consider¨® "un chantaje", en el que no mediaron testigos, y meses despu¨¦s, siempre seg¨²n el denunciante, Alba le pidi¨® la liquidaci¨®n y firm¨® contrato con otro industrial. Afritex y la AECC, representada por Ignacio de Corral Saleta, firmaron el contrato el 11 de noviembre de 1987. El documento autorizaba a Afritex a usar durante cinco a?os el nombre y se?as oficiales de la AECC como reclamo para organizar campa?as de recogida de ropa usada en colegios. Ese material era trasladado a las naves de Afritex, donde la ropa era seleccionada, desinfectada y empaquetada para su env¨ªo a Holanda y Marruecos, donde se vend¨ªa. La ropa inservible para tal fin se reciclaba para elaborar subproductos de industria, que tambi¨¦n se comercializaban.
Afritex hac¨ªa el negocio, y la contraprestaci¨®n para la AECC era doble: su actividad se daba a conocer entre los escolares, y cobrar¨ªa un canon anual de 10 millones de pesetas si el material recogido en las campa?as no superaba las 2.000 toneladas. El contrato estipulaba el pago adicional de una peseta por kilo de ropa de m¨¢s. En enero de 1990 la entonces presidenta de la AECC, Mar¨ªa Fernanda M¨¦ndez-N¨²?ez y G¨®mez-Acebo, modific¨® la contraprestaci¨®n hasta alcanzar un canon de 12 millones anuales, y seis pesetas por cada kilo que excediera de las 2.000 toneladas de ropa.
Con vigencia hasta diciembre de 1992, el contrato era prorrogable por otros cinco a?os, salvo denuncia de alguna de las partes. La relaci¨®n mercantil continu¨® con normalidad hasta la llegada a la direcci¨®n general de la AECC de Ricardo Alba, seg¨²n Antonio Garc¨ªa. "Me pidi¨® que viajara a Madrid para celebrar una reuni¨®n, en junio de 1993, y all¨ª me pidi¨® un pago adicional de 20 millones de pesetas sin documentar. Le dije que las cl¨¢usulas del contrato pod¨ªan ser modificadas en 1997 y no antes, pero en diciembre me lleg¨® una carta en la que Alba daba por liquidado el contrato". Garc¨ªa inici¨® acciones judiciales en octubre de 1994.
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