El Teamsystem desnuda al Madrid

Por una vez, el Madrid no encontr¨® ning¨²n h¨¦roe que le rescatara del laberinto en el que le sumi¨® su ¨²ltimo rival de la primera fase, el Teamsystem italiano, un conjunto que todo lo f¨ªa al acierto de sus francotiradores. Ni siquiera Clifrord Luyk consigui¨® evitar la derrota, por mucho que volviera a echar mano de su habitual cat¨¢logo defensivo. Pero no hubo zona m¨¢gica que cambiara los acontecimientos.En juego no hab¨ªa nada m¨¢s, ni nada menos, que un triunfo que aumentara el equipaje del que lo atrapara para la segunda ronda. A nivel de clasificaci¨®n el partido no ten¨ªa validez alguna, toda vez que el Madrid estaba, y est¨¢, entre los tres primeros del grupo y el Teamsystem entre los tres ¨²ltimos.

Ning¨²n hecho acaecido durante los primeros veinte minutos revelaba lo que ocurrir¨ªa despu¨¦s. El Madrid arranc¨® c¨®modo y c¨®modo se fue al descanso (32-25). Supo llevar el partido d¨®nde le conven¨ªa, con su rival lanzando y fallando desde todas las distancias. El problema era que aquello resultaba ficticio. Porque un tipo como Carlton Myers no acostumbra a irse al descanso con siete puntos en su haber. Ni Karnisovas con cinco. El Teamsystem mostr¨® su peor gesto durante la primera mitad. Se mantuvo m¨¢s o menos entero gracias a Fucka, lo que dice bien poco de un equipo plagado de talentos. El cuadro italiano manej¨® una pobre estad¨ªstica en la distancia, all¨¢ donde gana las batallas. Se fue a descansar con dos triples convertidos de once intentos.

Estaba feliz el Madrid, seguro en ataque y gigante en el rebote (nueve rechaces ofensivos caz¨® en este primer periodo). El problema es que el Teamsystem regres¨® del descanso abrazado al mismo discurso. Y el acierto fue otro. Comenzaron a entrar los triples y el Madrid se sinti¨® un privilegiado espectador de tama?o ejercicio de precisi¨®n. Myers podr¨¢ lanzar en veinte ocasiones, pero lo que nunca har¨¢ ser¨¢ fallar las veinte.

As¨ª las cosas, las diferencias no tardaron en menguar. El acierto de Angulo, un jugador que vive iluminado, no le serv¨ªa al Madrid para marcar distancias, m¨¢s que nada porque defensivamente el grupo de Luyk nunca supo parar el arrebato que a Myers y compa?¨ªa les dio m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de 6,25. Echaba en falta el Madrid a Santos, su mejor defensor, que observaba aquello desde el banco, con cuatro personales a cuestas.

Se puso el Teamsystem por delante (41-42) a falta de once minutos, y el Madrid se hizo un l¨ªo. Fucka consigui¨® detener a Struelens, y Karnisovas se esmer¨® ante Herreros. Qued¨® aquello en manos de Lasa (autor de tres triples que invitaban a so?ar) y de Angulo. No fue suficiente. Myers manej¨® los minutos finales como quiso y la zona 1-3-1, la zona Luyk, sirvi¨® de bien poco.

Pero la derrota apenas hiere al Madrid. El conjunto blanco entrar¨¢ en la siguiente fase como uno de los tres mejores de su grupo, lo que le llevar¨¢ a enfrentarse a enemigos supuestamnte asequibles. Y llega a esa fase, la definitiva, con seis victorias en su zurr¨®n, lo que aumenta su condici¨®n de privilegiado.

Sin embargo, el problema del Madrid es que se ha acostumbrado a jugar con fuego, a dinamitar cualquier ventaja y a fiarlo todo a la inspiraci¨®n de los instantes postreros. Y a veces, por fortuna para el cuadro blanco s¨®lo a veces, ocurre lo de ayer, que al rival le da por acertar, que de eso se trata.