El economista e historiador Gonzalo Anes, nuevo director de la Academia de la Historia

El economista e historiador de la Econom¨ªa Gonzalo Anes (Trelles, Oviedo, 1931) fue elegido ayer, casi por unanimidad, -logr¨® 26 de los 28 votos- nuevo director de la Real Academia de la Historia. Anes sustituye a Antonio Rumeu de Armas, que despu¨¦s de tres a?os al frente de la instituci¨®n no se present¨® a la reelecci¨®n. Para el nuevo director, los objetivos de la Academia de la Historia son hoy los mismos que cuando se fund¨® en 1738: la b¨²squeda, la investigaci¨®n y el restablecimiento de las "verdades hist¨®ricas" como ¨²nico camino para entender el presente.

Tras una votaci¨®n r¨¢pida, de apenas cinco minutos, Gonzalo Anes result¨® ayer elegido nuevo director de la Real Academia de la Historia. De los 36 acad¨¦micos asistieron 28, y de ellos 26 votaron a favor, uno en blanco (que fue el voto del propio Gonzalo Anes, "no porque me crea incapaz sino por educaci¨®n") y uno en contra. "Creo firmemente en la gran capacidad para dirigir colectivos de Gonzalo Anes", se?al¨® Pedro La¨ªn Entralgo a la salida de la sesi¨®n. "Es una gran persona, un primer espada como historiador y uno de los acad¨¦micos m¨¢s activos que conozco. Es un gran acierto", a?adi¨® Guillermo C¨¦spedes del Castillo. El secretario perpetuo de la Academia de la Historia, Eloy Benito Ruano, afirm¨®: "Es un hombre que, dentro de las edades de la Academia, est¨¢ en la plenitud y puede hacer mucho por esta Academia".Gonzalo Anes, economista de carrera, es hoy catedr¨¢tico en la Facultad de Ciencias Econ¨®micas de la Universidad Complutense de Madrid, donde imparte Historia Social y Econ¨®mica de la Espa?a Contempor¨¢nea. Adem¨¢s, pertenece al Patronato del Museo del Prado, del que fue presidente; tambi¨¦n fue consejero del Banco de Espa?a en 1983 y premio Nacional de Historia en 1995 por su libro El siglo de las luces. "Como todo economista que se interesa por la econom¨ªa del pasado entr¨¦ muy joven en un archivo. Y fue el contacto con los documentos, la revisi¨®n de fondos, lo que me acerc¨® a realidades muy distintas que entonces no conoc¨ªa. A partir de ah¨ª empec¨¦ a interesarme por muchas otras cosas, adem¨¢s de la econom¨ªa. Soy de esos investigadores que en lugar de tender a la especializaci¨®n he abierto mi camino hacia diferentes lugares, siempre me ha interesado conocer todo lo posible".

Para Anes, como para otros acad¨¦micos, es esta visi¨®n global y generalista de la historia lo que le ha llevado a la direcci¨®n de la Academia de la Historia. "Me compenetro con todos sus sectores", afirma.

Tertulia

El nuevo director tambi¨¦n acude a la Historia para explicar qu¨¦ debe ser la Academia: "Empez¨® en 1735 como una tertulia, como una reuni¨®n de personas interesadas por la Historia, que discut¨ªan asuntos conflictivos, oscuros, del pasado y del presente. Luego, en 1738, con la determinaci¨®n de crear el Diccionario Cr¨ªtico Hist¨®rico de Espa?a, se consolid¨® con la C¨¦dula Real en la que se especificaba que la Academia estaba para aclarar la verdad de los hechos". Anes a?ade: "Hablar de restablecer la verdad hist¨®rica puede sonar pretencioso, pero es la funci¨®n de los historiadores".El nuevo director se?ala los debates y ciclos de conferencias que se producen en la Academia (ahora mismo se lleva a cabo el titulado La monarqu¨ªa de Felipe II, coordinado por Felipe Ruiz Mart¨ªn) como v¨ªa para ahondar en la historia. Para Anes, aunque se deben tocar tambi¨¦n temas actuales, la Academia est¨¢ para recordar los asuntos pasados que "deben estar presentes". "Hay demasiada atenci¨®n a la historia contempor¨¢nea. Y yo soy de los que no comparto la idea de que lo m¨¢s reciente sea lo m¨¢s importante. Para saber qu¨¦ ¨¦poca es la m¨¢s significativa hay que conocerlas todas, y nadie las conoce bien. La historia no es s¨®lo un arte recreativo, es algo fundamental para entender c¨®mo es el mundo en que vivimos".

Presentismo

"No es s¨®lo el problema de la desmemoria", contin¨²a el nuevo director de la Academia, "es el problema del presentismo, una palabra muy fea pero que yo utilizo para definir c¨®mo se juzga el pasado con nuestros criterios pol¨ªticos y morales del presente. Eso es lo m¨¢s dif¨ªcil de todo historiador, no caer en la ofuscaci¨®n de los principios vigentes en nuestro tiempo a la hora de analizar el pasado".Para el nuevo director de la Academia, la Historia es tambi¨¦n v¨ªctima de la mala formaci¨®n en escuelas e institutos. "A trav¨¦s de mis alumnos de la Universidad he podido ver c¨®mo la Historia ha sido relegada cada vez m¨¢s. Los alumnos saben mucho de otras cosas, pero poco de Historia. La Academia est¨¢ y estar¨¢ presente en la elaboraci¨®n de los nuevos planes de estudio y ya es una primera medida. Pero tambi¨¦n debe estarlo en la defensa del patrimonio hist¨®rico y en la denuncia de las agresiones permanentes a edificios y entornos art¨ªsticos. Un problema que, aunque no lo parezca, sigue existiendo. La voz de la Academia suele escucharse, pero poco, y su deber es intervenir por sus intereses".

Gonzalo Anes es autor de obras como Econom¨ªa y sociedad en la Asturias del antiguo r¨¦gimen o La ley agraria.

Pero fue su libro El siglo de las luces el que le vali¨® en 1995 el Premio Nacional de Historia.

Un libro que reescribi¨® a partir de otro suyo titulado Econom¨ªa e Ilustraci¨®n en la Espa?a del siglo XVIII. El siglo de las luces abarca el periodo entre la subida al trono de Felipe V y la guerra de la Independencia. De este periodo Anes profundiz¨® en asuntos sobre la poblaci¨®n, la econom¨ªa, la pol¨ªtica interior y las relaciones exteriores. El libro est¨¢ escrito en un tono menos acad¨¦mico que el anterior, porque, como se?al¨® entonces el historiador, "un libro de Historia tiene que ser tambi¨¦n de agradable lectura. Yo utilizo un lenguaje sencillo porque mi experiencia de tantos a?os como profesor en la Universidad me ha ense?ado a hablar siempre al nivel de los alumnos menos aventajados".