Un paseo por la ciudad sin nombre
Barcelona crece por el norte a golpe de excavadora, impregnando el aire de un olor a tierra mojada y removida que anuncia nueva vida urbana, tejido social. Lo que ayer era suelo industrial casi abandonado en Sant Andreu y la Sagrera o sumidero a la orilla del Bes¨°s emerge ahora como una promesa de espl¨¦ndido futuro. El PA?S pase¨® durante varias horas por la ciudad futura con el teniente de alcalde de Barcelona Xavier Casas. El d¨ªa es gris y hace fr¨ªo. Los trabajadores se mueven con prisa por lo que fue La Maquinista y ahora es una hoya inmensa en el que crecen pilares de hormig¨®n de un suelo de tierra y barro, apenas a medio metro del agua de la capa fre¨¢tica. Casas, en el centro, tocado con casco de seguridad, describe el porvenir como si lo viera: "Aquello ser¨¢n los cines y en el otro extremo va el centro comercial". Un responsable de las obras habla de las consecuencias del ¨²ltimo aguacero: 15 d¨ªas de retraso. Pero el plan est¨¢ al d¨ªa, se va cumpliendo sin problemas. Al fondo se dibuja la c¨²pula de la iglesia del barrio de Sant Andreu, justo tras la estaci¨®n, en la que hay algunos trenes. Es una estampa con fecha de caducidad. Dentro de poco, los ra¨ªles estar¨¢n soterrados y a su lado habr¨¢ dos v¨ªas de comunicaci¨®n que enlazar¨¢n la Sagrera con el nudo de la Trinitat y, por carretera y autopista, con el resto del mundo. Cada una de las calles tendr¨¢ dos carriles deprimidos, por los que se podr¨¢ circular entre la estaci¨®n y la pata norte sin sem¨¢foros, y que ser¨¢n cruzados por puentes elevados y, al mismo nivel de ¨¦stos, por otros tres carriles que sirven a la red de las calles del barrio. La trama permite unir tres zonas hasta ahora casi incomunicadas entre s¨ª: Sant Andreu, la Verneda y Bon Pastor. Justo al lado de La Maquinista, Inmobiliaria Colonial tiene proyectadas 900 viviendas, y adem¨¢s quedan por acometer las obras de los "dos grandes propietarios", dice Casas, que son Renfe y el Ministerio de Defensa. "Entre ambos suman unos 500.000 metros cuadrados de techo y antes no ten¨ªan nada. A veces nos recuerdan que todo lo que se va a hacer -la estaci¨®n, los accesos, la cobertura de las v¨ªas para construir un gran parque urbano- cuesta mucho dinero, pero medio mill¨®n de metros de techo repercuten en mucho dinero. El acuerdo con la ciudad les permite un gran rendimiento econ¨®mico y todos se benefician". Aportaciones Casas siente gran satisfacci¨®n al explicar que la mayor parte de los servicios urban¨ªsticos se hacen gracias a las "cargas urban¨ªsticas" y las aportaciones de La Maquinista. La ciudad tiene que aportar, relativamente, poco dinero en estas obras. Casas se muestra entusiasmado; de pronto, una inflexi¨®n de voz: se?ala hacia la calle de Ferran Junoy, entre la obra y los ra¨ªles del tren, y dispara: "?stas son las obras que Molins [Joaquim Molins, candidato a la alcald¨ªa de Barcelona por CiU] dice que no se est¨¢n haciendo. No s¨¦ qui¨¦n le desinforma". La hondonada de La Maquinista tiene su equivalente al otro lado del ferrocarril, junto a la trama del antiguo Sant Andreu: tres hoyas y una prefabricada oficina de venta de pisos se?alan tres futuras manzanas de viviendas "con zona verde interior p¨²blica". Son de la inmobiliaria Vallehermoso. A su lado, lo que hace unos meses eran campos son hoy un paseo en el que hay ya mobiliario urbano de corte moderno. Casas se sienta en uno de los sillones y mira c¨®mo, en la calzada, unos obreros terminan de pintar las l¨ªneas blancas para el tr¨¢fico. Se vuelve y se?ala hacia un ¨¢rea de edificios industriales que se mantendr¨¢n: "Esa zona apenas tiene v¨ªas de acceso, algunas industrias tienen dificultades para que aparquen los camiones. Estamos reorganiz¨¢ndola y hemos conseguido 500 millones de fondos Feder. Dentro de poco licitaremos el cableado general y lo transformaremos en un sector moderno, dotado incluso de fibra ¨®ptica". Casas habla en una calle que a¨²n no tiene nombre; forma parte de esa ciudad que emerge, esplendorosa, entre los restos de la vieja industria, junto a las v¨ªas de un ferrocarril que est¨¢n ah¨ª desde 1854; met¨¢fora de la ciudad que nace en los pliegues de s¨ª misma, recuperando espacios despreciados, industriales a veces, pero otras ocupados por cloacas, como ocurre a poca distancia de Sant Andreu, en la frontera entre Barcelona y Santa Coloma de Gramenet que forma el r¨ªo Bes¨°s. Hasta ayer mismo, sus orillas apestaban, el caudal era pastoso y oscuro, las orillas un lodazal infecto. Desde hace unos meses, la excavadoras y las manos est¨¢n transformando la zona en un parque urbano de 80 hect¨¢reas con un canal central por el que correr¨¢ agua constantemente. El trazado del nuevo r¨ªo est¨¢ pensado para un caudal de 2.400 metros c¨²bicos por segundo, que s¨®lo se registra una vez por milenio. La mayor riada de la que se tiene memoria es la de 1962, con 2.300 metros c¨²bicos. El todoterreno circula entre las obras, junto al agua, rebota "sobre las costillas de la tierra", explica Sito Alarc¨®n, uno de los responsables del proyecto de regeneraci¨®n del Bes¨°s entre Montcada y Sant Adri¨¤. Las "costillas" son unos refuerzos que mantendr¨¢n la zona como llanura cuando, en primavera, se halle cubierta de c¨¦sped y, conf¨ªa Xavier Casas, de gente. "?ste era un espacio residual y creemos que se est¨¢ convirtiendo en un potente espacio p¨²blico". El proyecto est¨¢ financiado en un 80% por fondos de cohesi¨®n, pero los municipios aportan unos 4.000 millones de pesetas m¨¢s. "La Generalitat y el Gobierno central no han querido participar", a?ade Casas. El cauce quedar¨¢ dividido en varias zonas. En el centro, el r¨ªo, con agua m¨¢s limpia que ahora. Cada 400 metros m¨¢s o menos, una compuerta hinchable permite que el agua se remanse y ofrezca aspecto de estanque. Todas ellas se desinflan, si aumenta el caudal, para permitir el desag¨¹e. Falta de agua "El verdadero problema del Bes¨°s", describe Alarc¨®n, "es que le falta agua. Es muy espectacular cuando baja lleno, pero eso ocurre raramente. Este a?o, si no cae otro aguacero antes de que acabe, habr¨¢ ocurrido dos veces". Pero cuando pasa, el r¨ªo se llena en una hora. De ah¨ª que las instalaciones est¨¦n dise?adas de forma que se pueda evacuar toda la zona en unos 20 minutos, con un doble sistema de informaci¨®n: por paneles y ac¨²stico. En estos momentos se trabaja para dejar limpio el canal central por si se produjera una avenida; en la zona cercana a Montcada se han empezado a plantar unos ca?izos que act¨²an como limpiadores naturales de agua gracias a unas bacterias que viven en su ra¨ªces y "depuran el nitr¨®geno y las sustancias org¨¢nicas". Son 60 parcelas, equivalentes a 10 campos del Bar?a, las que se plantar¨¢n con esta especie. El agua entra por el subsuelo sucia y sale limpia al cauce del Bes¨°s, aunque no potable. M¨¢s abajo, las laderas del r¨ªo estar¨¢n cubiertas de c¨¦sped y listas para ser utilizadas como zona de recreo, potenciadas por el paseo lateral, ya sobre la trama de la ciudad. Quedar¨¢n las torres el¨¦ctricas. Casas explica que hay abiertas negociaciones con ENDESA para suprimirlas antes del 2004, aunque quiz¨¢ pudiera dejarse uno como si fuera una escultura, recuerdo de las barbaridades que se hicieron en el pasado. Cuando eso se produzca, los cables ya circular¨¢n por la galer¨ªa de servicios en construcci¨®n, que enlazar¨¢ con la que circula paralela a las rondas. Las torres se hunden hasta 12 metros en el agua, as¨ª que habr¨¢ que serrar el cemento y dejarlo sepultado. Una segunda galer¨ªa est¨¢ destinada a l¨ªneas telef¨®nicas, conducciones de gas y una tuber¨ªa que recoge los lodos de la depuradora de Montcada y los lleva hasta Sant Adri¨¤ para su tratamiento. Entre las plantas que han empezado a germinar se han instalado algunas especies que antes evitaban la zona. Dos de ellas est¨¢n protegidas y anidan en el delta del Llobregat: el chorlitejo y la becada.
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