?D¨®nde dirigir los misiles?
El ¨²ltimo ataque angloamericano sobre Bagdad no solucionar¨¢ la crisis con el r¨¦gimen de Sadam Hussein
Si los inspectores no han podido encontrar las armas, ?c¨®mo vamos a saber hacia d¨®nde dirigir los misiles de crucero?Nos encontramos en la partida final, el hundimiento definitivo de la pol¨ªtica occidental respecto a Irak, el ¨²ltimo lanzamiento del dado. Arrojamos 200 misiles y ?qu¨¦ es lo que esperamos? ?Creemos que un Sadam Husein escarmentado va a salir de su b¨²nker para explicarnos lo arrepentido que est¨¢? ?Qu¨¦ nos va a decir? ?Cu¨¢ntos deseos tiene de que vuelvan los simp¨¢ticos inspectores de la ONU a Bagdad para que encuentren sus "armas de destrucci¨®n masiva"? ?De verdad lo creemos? ?Eso es lo que persigue el bombardeo anglonorteamericano? Y, en tal caso, ?qu¨¦ ocurrir¨¢ despu¨¦s, cuando terminen los ataques con misiles, justo antes de que empiece el mes sagrado musulm¨¢n de Ramad¨¢n -porque, como es natural, somos muy respetuosos con las creencias religiosas de los iraqu¨ªes- y Sadam Husein declare que nunca va a autorizar el regreso de los inspectores?
Mientras se lanzaban los misiles de crucero, el presidente Clinton anunciaba que Sadam hab¨ªa "desarmado a los inspectores", y Tony Blair, angustiado por las vidas de las "tropas brit¨¢nicas" involucradas (14 pilotos), nos aseguraba: "Actuamos porque es nuestro deber". As¨ª, de esta manera tan infantil, partimos a la guerra el mi¨¦rcoles por la noche. Sin un programa pol¨ªtico. Sin perspectivas. Si los inspectores de Naciones Unidas no regresan a Bagdad, ?qu¨¦ vamos a hacer? ?Declarar guerra eterna contra Irak? Estamos castigando a Sadam; al menos, eso es lo que Blair desea que creamos. Y est¨¢n saliendo a relucir todos los t¨®picos. En 1985, justo antes de bombardear a los libios, Reagan les asegur¨® que Estados Unidos "no ten¨ªa nada en contra del pueblo libio". En 1991, justo antes de bombardear a los iraqu¨ªes, George Bush les dijo que "no ten¨ªa nada en contra del pueblo de Irak". Y ahora tenemos a Blair que, mientras les bombardea de nuevo, asegura que "no tiene nada en contra del pueblo iraqu¨ª". ?Existe en alg¨²n lugar un ordenador que produce esas declaraciones como quien hace salchichas? ?Hay en Downing Street un departamento de t¨®picos que tambi¨¦n proporciona a Robin Cook la gastada expresi¨®n de la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, de que Sadam ha usado el gas "contra su propio pueblo"?
Porque nos import¨® muy poco que lo utilizara, como s¨ª hizo, contra los kurdos de Halabja; por supuesto, en aquella ¨¦poca, los kurdos eran aliados del r¨¦gimen de Teher¨¢n y nosotros, los occidentales, apoy¨¢bamos a Sadam en su invasi¨®n de Ir¨¢n. La falta de cualquier pol¨ªtica sensata a largo plazo respecto a Irak es demasiado evidente. Nuestra paciencia -seg¨²n dicen Clinton y Blair- est¨¢ agotada, y no es posible fiarse de que Sadam vaya a cumplir su palabra (acaban de darse cuenta de ello); por consiguiente, es preciso degradar la capacidad de Sadam de "amenazar a los pa¨ªses vecinos", unos vecinos que, en realidad, no quieren que bombardeemos Irak.
?Y ahora, qu¨¦? Los inspectores de armas de la ONU -dirigidos, la mayor parte del tiempo, por Scott Ritter (el hombre que ha reconocido que volaba constantemente a Israel para reunirse con oficiales de inteligencia del Ej¨¦rcito jud¨ªo)- no pudieron averiguar d¨®nde estaban las armas nucleares, biol¨®gicas y qu¨ªmicas de Sadam. Los matones de los servicios de inteligencia iraqu¨ª les acosaron sin cesar e impidieron que hicieran su trabajo. Y ahora bombardeamos los arsenales que no hallaron los inspectores. ?Seguro? Porque hay una pregunta muy seria que no hace nadie: si los inspectores no han podido encontrar las armas, ?c¨®mo saber hacia d¨®nde dirigir los misiles de crucero?
Mientras tanto, seguimos imponiendo a Irak unas sanciones genocidas, que causan la muerte a ciudadanos inocentes y, tal como reconocen Robin Cook y Madeleine Albright, no hacen ning¨²n da?o a Sadam. A Madeleine Albright le irrita que Sadam pueda seguir construyendo palacios, y Robin Cook est¨¢ obsesionado con la informaci¨®n de que el r¨¦gimen ha adquirido un equipo de liposucci¨®n, una noticia que, de ser cierta, s¨®lo servir¨ªa para demostrar que las sanciones han fracasado. Robin Cook habla sin cesar de que Irak puede vender petr¨®leo por m¨¢s de 10.000 millones de d¨®lares al a?o (140.000 millones de pesetas), que le permiten pagar comida, medicamentos y otros bienes humanitarios. Pero, dado que m¨¢s del 30% de esos ingresos del crudo tiene que dedicarse al fondo de compensaci¨®n de Naciones Unidas y a cubrir los gastos de los inspectores en el pa¨ªs, esa afirmaci¨®n es totalmente falsa.
Dennis Halliday, que dirig¨ªa el programa de la ONU para cambiar alimentos por petr¨®leo en Bagdad, hasta que se dio cuenta de los miles de ni?os que mor¨ªan al mes a causa de las sanciones, dimiti¨® de su puesto mientras declaraba: "Estamos destruyendo a toda una sociedad. Es ilegal e inmoral". O Halliday es un mentiroso patol¨®gico -no lo creo-o Cook tiene un grave problema con la verdad; esto s¨ª me lo creo.
Ahora bombardeamos a quienes est¨¢n sufriendo por nuestras sanciones. Sin mencionar el peque?o detalle de la explosi¨®n de casos de c¨¢ncer infantil en el sur del pa¨ªs, casi seguro como consecuencia del uranio debilitado de los proyectiles que emplearon los aliados durante la guerra de 1991.
Tal vez exista verdaderamente un plan para realizar un golpe de Estado, aunque, en ese caso, confiemos en que sea m¨¢s ambicioso que la llamada a que el pueblo iraqu¨ª se alzase contra el dictador en 1991, cuando los ciudadanos creyeron que los aliados iban a correr a su rescate y se encontraron abandonados. Clinton asegura que desea una democracia para Irak; una de las sugerencias m¨¢s extravagantes de los ¨²ltimos tiempos. Exige un Gobierno iraqu¨ª que "represente a su pueblo" y "respete" a sus ciudadanos. Ni uno solo de los reg¨ªmenes ¨¢rabes -empezando por los amigos de Washington en Arabia Saud¨ª- ofrece esos lujos a su gente. Al parecer, debemos creer que Washington y Londres tienen toda la intenci¨®n de conceder al pueblo iraqu¨ª una democracia con todas las de la ley. En realidad, lo que deseamos para Irak es otro dictador desp¨®tico, pero que haga lo que se le diga.
Sin embargo, nadie pregunta, nadie saca a la luz las mentiras. Ritter, el inspector del Cuerpo de Infanter¨ªa de Marina que colabor¨® con la inteligencia israel¨ª, declar¨® que Richard Butler -cuyo informe desencaden¨® la guerra de esta semana- estaba al corriente de sus visitas a Israel. ?Es verdad eso? ?Se lo han preguntado a Butler? ?Y qu¨¦ hacemos con Sadam? En primer lugar, podr¨ªamos abandonar el perverso r¨¦gimen de sanciones contra Irak. Ya hemos acabado con bastantes vidas inocentes. Despu¨¦s, podr¨ªamos apoyar a los verdaderos partidarios de la democracia en el pa¨ªs: no los monstruos y espantajos que componen el llamado Congreso Nacional Iraqu¨ª, sino los disidentes, que en 1991 se reunieron en Beirut para exigir la libertad en su pa¨ªs, pero a quienes Estados Unidos se apresur¨® a ignorar en cuanto comprendi¨® que no deseaban un l¨ªder autoritario y pro-occidental.
Tambi¨¦n podr¨ªamos dejar de creer lo que dice Washington. El vicepresidente Al Gore se dirigi¨® a los estadounidenses el jueves y dijo que era la hora de tener "decisi¨®n y unidad nacional". Parec¨ªa que los japoneses acababan de bombardear Pearl Harbor, o que el general MacArthur acababa de abandonar Bataan. En los peores momentos del esc¨¢ndalo de Monica Lewinsky, el presidente Clinton bombarde¨® Afganist¨¢n y Sud¨¢n. Ahora, ante la posibilidad del proceso de destituci¨®n, bombardea Irak. ?Hasta cu¨¢ndo pueden seguir las coincidencias?
Esta semana, dos ej¨¦rcitos cristianos -los de Estados Unidos y el Reino Unido- emprendieron una guerra contra una naci¨®n musulmana, Irak. Sin tener ning¨²n objetivo, armados s¨®lo de un mont¨®n de t¨®picos, prescindieron del sistema de control de armamento de Naciones Unidas, cerraron la puerta a las inspecciones y la abrieron a una ofensiva militar ilimitada contra Irak. Y nadie les ha hecho la pregunta m¨¢s evidente: ?Y luego, qu¨¦?
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