Ayuno bajo pl¨¢stico

Son 30 d¨ªas de ayuno. Un mes de pureza corporal manifestada, interna y externamente, mediante rezos y una actitud m¨¢s "humana y cercana" hacia el pr¨®jimo, pero tambi¨¦n con sacrificios fisiol¨®gicos. El mes sagrado para la religi¨®n musulmana, inaugurado el s¨¢bado, el Ramad¨¢n, prohibe acciones como fumar o mantener relaciones sexuales para "guardar" el cuerpo purificado. La comida tambi¨¦n va incluida en este lote de inmolaciones varias por el que los musulmanes conmemoran la primera revelaci¨®n cor¨¢nica a Mahoma. Durante estos d¨ªas sagrados el ayuno tiene parte vital para esas 30 jornadas que pretenden acentuar el sentido religioso de la vida entre sus practicantes. Desde las siete de la ma?ana hasta las seis de la tarde queda prohibido echarse bocado alguno al est¨®mago. A esa hora taciturna se toma el desayuno, la primera comida de un d¨ªa que, para quien trabaje de sol a sol y en situaciones de extrema fortaleza f¨ªsica, puede hacerse interminable. Por este motivo, la Asociaci¨®n de Trabajadores e Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (Atime) ha pedido a representantes sindicales, empresariales de la agricultura intensiva de Almer¨ªa -donde alrededor de 12.000 de los 15.000 inmigrantes que ofrecen su mano de obra en invernaderos son musulmanes- que reduzcan la jornada laboral diaria en dos horas. El vicepresidente de Atime, Kamal Rahmouni, explica la propuesta como una posibilidad que el propio convenio colectivo provincial establece en cuanto a negociaci¨®n de jornada laboral. "Se tratar¨ªa simplemente de acotar el horario una hora antes de su inicio habitual y otra despu¨¦s. Creemos que estas horas pueden ser recuperadas posteriormente, sin alterar el c¨®mputo anual de las 1.826 horas de trabajo efectivo", aclara el vicepresidente de Atime. Este colectivo de inmigrantes considera una necesidad que la negociaci¨®n colectiva atienda a las costumbres y creencias de los trabajadores musulmanes para "colaborar" en la creaci¨®n de un ¨¢mbito de convivencia intercultural y de mutuo respeto en el mundo del trabajo. El Ramad¨¢n vivido desde la otra orilla del Mediterr¨¢neo adquiere tintes m¨¢s fr¨ªos incluso en pa¨ªses geogr¨¢ficamente cercanos como Espa?a. El ambiente que se respira en pa¨ªses ¨¢rabes -similar al naviede?o de occidente aunque con menos dosis mercantilistas- no est¨¢ exento de especialidades culinarias. M¨¢s de una harira, sopa tradicional ¨¢rabe, y cientos de chebakia, dulce t¨ªpico, se preparar¨¢n estos d¨ªas en el Poniente almeriense, donde el 80% de los magreb¨ªes inmigrantes que ya habitan en la zona consiguen cada a?o un grado m¨¢s de comprensi¨®n y conocimiento hacia su cultura. "Hay una parte de agricultores que entiende la costumbre, pero queremos que se plasme en el convenio, algo que CC OO pretende incluir en la pr¨®xima negociaci¨®n colectiva", apunta el vicepresidente de Atime. Para esta agrupaci¨®n de inmigrantes que integra a unos 15.000 marroqu¨ªes en toda Espa?a, el camino por recorrer en materia de derechos laborales es todav¨ªa largo con relaci¨®n a otros pa¨ªses europeos, donde incluso hay convenios que recogen peque?os descansos en los que los creyentes interrumpen sus quehaceres para colocarse en direcci¨®n a La Meca. Para el presidente de la ONG Almer¨ªa Acoge, Juan S¨¢nchez Miranda, la situaci¨®n de los convenios espa?oles es proporcional a la experiencia en acogida de inmigrantes. "Espa?a s¨®lo lleva 10 a?os de proceso migratorio, otros pa¨ªses llevan 35", se?ala.