El ex edil Carmona se niega a una prueba judicial para analizar su voz

El ex concejal del PP de Granada Francisco Jim¨¦mez Carmona se neg¨® ayer a someterse a una prueba de reconocimiento de voz ordenada por el presidente del jurado que el pr¨®ximo mes de marzo lo juzgar¨¢ por cobrar supuestamente 5,1 millones de pesetas a la empresa Seguridad Baza a cambio de obtener la concesi¨®n de la vigilancia del cementerio. Su abogado objet¨® que, al existir otro examen similar efectuado por la Polic¨ªa Judicial, estaba amparado por el derecho constitucional a no colaborar.

Los abogados de la acusaci¨®n anunciaron que pedir¨¢n ahora una prueba comparativa de la grabaci¨®n aportada por el denunciante con otras procedentes de emisiones radiof¨®nicas y que constan en el sumario. La prueba pericial efectuada en su momento por la Guardia Civil no determina si la voz que aparece en la cinta grabada subrepticiamente en una cafeter¨ªa de Granada por el gerente de Seguridad Baza, Juan Carlos Mart¨ªnez Casta?o, es o no la del concejal debido a la p¨¦sima calidad del sonido. La acusaci¨®n pidi¨® in¨²tilmente al juzgado instructor que efectuara una segunda prueba. Posteriormente, el presidente del jurado popular acept¨® un nuevo examen de las voces que ayer, a causa de la negativa del ex concejal, se centr¨® s¨®lo en la de Mart¨ªnez Casta?o. Para efectuar la nueva prueba fueron citadas dos profesoras del departamento de Psicolog¨ªa de la Universidad de Granada. Tras superar varias incidencias de car¨¢cter t¨¦cnico -uno de los magnet¨®fonos estaba averiado- las psic¨®logas s¨®lo pudieran grabar la voz de Mart¨ªnez Casta?o, que tambi¨¦n est¨¢ acusado de aceptar el cohecho. Pablo Luna, letrado del ex militante del PP, manifest¨® al secretario de la secci¨®n segunda de la Audiencia que su representado ten¨ªa el derecho constitucional a no colaborar en la prueba al ser ¨¦sta de car¨¢cter oral y al existir en el procedimiento otra realizada por la Polic¨ªa Judicial. Luna aclar¨® despu¨¦s que no quer¨ªa que el jurado se sintiera confundido con dos informes periciales sobre un mismo aspecto. El sorprendente desenlance de la prueba origin¨® perplejidad y confusi¨®n entre los abogados y el propio secretario de la Audiencia, que tuvo que consultar una vez con el presidente del jurado -que estaba en su despacho- y m¨¢s tarde, ante las nuevas peticiones de los representantes legales, reclamar su presencia en la sala. El abogado de Mart¨ªnez Casta?o anunci¨® que pedir¨¢ una ampliaci¨®n para comparar la voz de la grabaci¨®n dudosa con otra obtenida de programas radiof¨®nicos.