S¨¢bato no ha perdido la esperanza
"Antes del fin", libro de memorias del escritor argentino, ser¨¢ publicado en Espa?a por Seix Barral
Ya sin Matilde, su mujer, que salv¨® del fuego gran parte de la obra anterior. Despu¨¦s de la muerte de uno de sus hijos en un accidente de tr¨¢nsito. Sin ver casi las letras de la vieja m¨¢quina de escribir. Contra el cuerpo, el deseo, las ganas y la voluntad. Animado por los amigos, el editor y Elvira, la amiga, compa?era y secretaria que interpreta y corrige, Ernesto S¨¢bato acaba de publicar Antes del fin, un libro catalogado como de "memorias" que para el escritor es una mezcla de "ideas y sentimientos" sobre el siglo que le ha tocado vivir.
El alegato humanista del mito viviente de la literatura argentina agot¨® en dos d¨ªas la primera edici¨®n de 3.000 ejemplares que se distribuyeron en las librer¨ªas de Buenos Aires. La editorial Seix Barral publicar¨¢ el libro, el primero unitario del escritor desde 1974, a finales de enero en Espa?a.
Canto en el suplicio
Nada sab¨ªa Joseph Conrad sobre Ernesto S¨¢bato cuando escrib¨ªa El coraz¨®n de las tinieblas. Pero as¨ª como Conrad ve¨ªa al personaje Kurtz, podr¨ªa narrarse el d¨ªa a d¨ªa de S¨¢bato a sus 87 a?os: "...?volv¨ªa a vivir su vida, cada detalle de deseo, tentaci¨®n y entrega, durante ese momento supremo de total lucidez? Grit¨® en un susurro a alguna imagen, a alguna visi¨®n, grit¨® dos veces, un grito que no era m¨¢s que un suspiro: "?Ah, el horror ! ?El horror!...".En uno de los textos de Antes del fin, S¨¢bato recuerda el encuentro que tuvo en un caf¨¦ con uno de los tantos "chicos de la calle" que mendigan y deambulan por el centro de Buenos Aires. La cr¨®nica resume el esp¨ªritu del libro : "...cuando en alguna oportunidad he vuelto al mismo caf¨¦, te he buscado con el deseo de saludarte. Ya no estabas, pero te descubro en otros chicos, cuando al regresar de noche a casa los veo hurgar entre las bolsas de basura, hundiendo en la inmundicia sus peque?as manos, destinadas a los columpios y a las calesitas. Y no s¨¦ por qu¨¦, entonces, pienso en Rimbaud. Quiz¨¢ porque tambi¨¦n ¨¦l pertenec¨ªa a la raza de los que cantan en el suplicio. Rimbaud, que en las calles de Par¨ªs se alimentaba con los mendrugos que sacaba de la basura, y que dorm¨ªa por las noches acurrucado en los portales. Record¨¦ sus palabras : "La verdadera vida est¨¢ ausente".
"Y encerrado en este viejo estudio, sentado al borde de la cama, vuelvo a ver el dibujito de la casa que me regalaste, y que yo supuse que era la casa de tus sue?os. Con flores, peque?as ventanas y cortinas, con una gran chimenea en el centro que largaba humo de colores, toda esa magia encantadora de los ni?os que ni la miseria pareciera borrar. He estado escribiendo estas l¨ªneas que probablemente nunca leer¨¢s. Querr¨ªa resguardarte de alguna manera. ?Qu¨¦ horror, el mundo!".
S¨¢bato, afectado por angustias y dolores f¨ªsicos diversos, se ha negado a conceder entrevistas personales para hablar de su libro. S¨®lo contest¨® a algunas consultas telef¨®nicas.
En una de ellas, seg¨²n la transcripci¨®n publicada por el peri¨®dico argentino Clar¨ªn, el escritor asegura que fue "muy resistente" a escribir lo que habitualmente se denominan "memorias". "Primero porque soy un desmemoriado, cosa que ya era para m¨ª una dura y triste angustia cuando era estudiante. Pero algo m¨¢s grave me impidi¨® seguir adelante con este libro, y fue el creciente espanto que me produce la sociedad en la que vivimos y la desolaci¨®n con la que tembl¨¦ por a?os pensando en el futuro de la humanidad. Parad¨®jicamente, la muerte de mi hijo Jorge me llev¨® a una necesidad visceral del sentido de la vida absoluta. Y el dolor me entreabri¨® la esperanza".
Cargado de defectos
El autor de tres novelas cl¨¢sicas de la literatura argentina, El t¨²nel, Sobre h¨¦roes y tumbas y Abbadon, el exterminador, adem¨¢s de varios libros de ensayo sobre el hombre en la crisis de nuestro tiempo, ten¨ªa otra duda que le imped¨ªa reunir los textos y publicarlos. "Pensaba en los muchachos, en la gente joven que me tiene tanta confianza y que yo no s¨¦ si merezco porque tengo graves defectos. No s¨¦ si terribles. Pero de todas maneras son tan conocidos que no vale la pena repetir, porque aparecen como las m¨¢scaras de algunos de mis personajes".S¨¢bato entiende el t¨ªtulo de su libro, "indudablemente tr¨¢gico", como una advertencia: Antes del fin se refiere al fin de la vida en la tierra tal como la conocemos los hombres, "si no tenemos el coraje de abandonar este modo de vivir materialista y sin respeto por los valores humanos". Un modo de vida "que est¨¢ devastando la Tierra, que ha terminado con enorme cantidad de especies animales y ha colocado al hombre ante un abismo. Conf¨ªo, sin embargo, en la capacidad heroica que renace ante el peligro".
El escritor argentino propone finalmente desarrollar las acciones solidarias como un desaf¨ªo.
"Hacia el final del siglo y del milenio, las actitudes catastrofistas y esperanzadas son extremas. Una imperceptible y ego¨ªsta minor¨ªa se prepara para los grandes festejos, pero yo creo que la solidaridad es el gran desaf¨ªo para los hombres de nuestro tiempo".
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