La caricatura

Menudo pitoste tienen montado en estas fiestas el alcalde de Algeciras, Patricio Gonz¨¢lez, y uno de los jueces de instrucci¨®n de la ciudad, Luis Alfredo. Han hecho peque?o el desatino del Ayuntamiento de Granada, a quien se le ha colado en su portal de Bel¨¦n un villancico, en el que los ciudadanos han escuchado at¨®nitos un estribillo, que, por decir algo, reza: "Dale a la zambomba / dale al almirez / y dale a tu suegra en la nuez". Villancico, hoy felizmente retirado gracias a la campa?a antiviolencia. Los que no retiran el almirez, ni el almocafre, son el alcalde y el juez. Es m¨¢s, su particular relaci¨®n se ha extendido a la Polic¨ªa Local. Sin ir m¨¢s lejos, el pasado martes, polic¨ªa y corporaci¨®n se encerraron en el sal¨®n de plenos del consistorio para mostrar su indignaci¨®n porque entienden que el juez les persigue y acosa, convirtiendo en imputados a polic¨ªas que comparec¨ªan en calidad de testigos; todo por razones personales del juez. Vamos que, a su decir p¨²blico, son decisiones injustas, lo que no es poco y el fiscal callado. Eso se llama mear fuera del tiesto y salpicar al vecino. No es comprensible que con el pretexto de unas retribuciones ganadas por el juez en la facultad, y no pagadas por el Ayuntamiento patrocinador de los cursos, puedan servir de base para iniciar una persecuci¨®n contra toda la corporaci¨®n y que, realmente, se produzca. Claro que, tampoco, el hecho de impartir clases por el se?or juez autoriza al alcalde a pensar que su caricatura, que aparece en quioscos de la ciudad, se retire por la polic¨ªa sin orden judicial o se intente por los agentes -as¨ª como el que no hace la cosa pero que la est¨¢ haciendo- sin que cometan un pecadillo con alguna relevancia jur¨ªdica. Tal vez si hicieran verdad el refr¨¢n de "zapatero a tus zapatos", no tendr¨ªamos tema, aunque para que as¨ª sucediera, a lo mejor el alcalde deber¨ªa dedicarse a hacer de su ciudad una capital, provincia o sede de la comunidad aut¨®noma y el juez a una ense?anza no retribuida por el Ayuntamiento de su jurisdicci¨®n. De esta guisa, sin mezclar churras con merinas, los actos de uno y otro repercutir¨ªan en lo que representan, no se confundir¨ªan sus actuaciones y podr¨ªa evitarse que, justicia y ciudad, pudieran ser dibujadas a trav¨¦s de una caricatura que no es la suya.EUGENIO SU?REZ PALOMARES