La tragedia del bombero

Los bomberos de Sevilla llegaron a la zona a toda velocidad.Los efectivos estaban desperdigados por otros puntos de la ciudad, en los que el viento y la lluvia hab¨ªan cortado ramas, tirado carteles y vallas publicitarias y desprendido elementos de fachadas. La magnitud de la tragedia llev¨® a los equipos de rescate a concentrarse en la avenida de Miraflores, en la que ciudadanos y funcionarios hab¨ªan formado una cadena humana para quitar a toda velocidad los cascotes.Fue entonces cuando uno de los 35 bomberos que trabajaban en el solar se encontr¨® de frente con su propia tragedia: su esposa, Encarnaci¨®n Ram¨ªrez Valverde, de 39 a?os, yac¨ªa en la acera de enfrente del antiguo bazar Espa?a, tapada con una s¨¢bana junto a otras tres personas. Su marido, un miembro de los servicios de extinci¨®n de incendios, acababa de llegar al lugar del siniestro, cuando a¨²n no hab¨ªa constancia oficial de la identidad de las v¨ªctimas. ?l mismo la identific¨®.

Las v¨ªctimas fueron halladas pr¨¢cticamente en fila, alineadas, tal y como esperaban el autob¨²s de l¨ªnea bajo la marquesina de tubo y cristal. Una de las mujeres muertas, desfigurada, tuvo que ser reconocida por un familiar por el reloj de pulsera que portaba. Otra de las fallecidas fue confundida con una ni?a de 12 a?os. Las muertes fueron por politraumatismo por aplastamiento.