El PP renovar¨¢ la mitad de su lista de Alicante y no anunciar¨¢ la candidatura de Alperi hasta febrero [HH] S¨®lo tres de los actuales concejales tienen asegurada la continuidad en el Ayuntamiento

Con el convencimiento de que los actuales mun¨ªcipes conforman un equipo m¨¢s que mediocre, la c¨²pula regional del PP tiene previsto renovar hasta el 50% de sus actuales cargos p¨²blicos en la ciudad de Alicante, seg¨²n han confirmado fuentes cercanas a la presidencia del partido. La candidatura del actual alcalde, Luis D¨ªaz Alperi, se har¨¢ p¨²blica en febrero, pero la lista para concurrir a las elecciones locales de junio no se conocer¨¢ hasta el mes de mayo, con la intenci¨®n de evitar que los descabalgados de la vida p¨²blica tengan tiempo a reaccionar y ralenticen su gesti¨®n en la recta final del mandato.

Que el actual equipo de concejales de Alicante no es del agrado de Eduardo Zaplana es tan obvio como que D¨ªaz Alperi no estar¨ªa dispuesto a repetir mandato con los mismos compa?eros de viaje. Desde su toma de posesi¨®n en junio de 1995, el primer edil ha empleado m¨¢s tiempo en pacificar a un grupo que le fue impuesto que en dirigir la instituci¨®n que preside, cuando no en defenderse ante jueces y fiscales de los presuntos delitos que infructuosamente han denunciado los partidos de la oposici¨®n. Libre de investigaciones judiciales, la direcci¨®n regional del PP ha decidido confiar de nuevo en ¨¦l para intentar revalidar la mayor¨ªa absoluta en Alicante, aunque ning¨²n responsable directo del partido quiere anunciarlo p¨²blicamente. "Hay que guardar las formas, y lo primero ser¨¢ la proclamaci¨®n de Zaplana como candidato a presidir la Generalitat", se insiste. Esa proclamaci¨®n ser¨¢ en enero, e inmediatamente despu¨¦s la ejecutiva nacional nominar¨¢ a los alcaldables de las tres capitales de provincia, entre los que figurar¨¢ Luis D¨ªaz Alperi. De los 13 hombres que hoy dirigen el Ayuntamiento de Alicante junto con D¨ªaz Alperi, s¨®lo tres tienen asegurada su permanencia en el equipo, y dos de ellos son ajenos a la gesti¨®n municipal por sus responsabilidades de gobierno en la Diputaci¨®n. Se trata de Julio de Espa?a y Miguel Valor, presidente y vicepresidente de la instituci¨®n provincial, respectivamente. El tercer diputado, Rafael Pastor, ser¨¢ colocado en la lista de otro municipio de la comarca de L"Alacant¨ª para no diezmar en n¨²mero el futuro equipo de gobierno local. El actual alcalde cuenta con el concejal de Asuntos Sociales, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Galant, para integrar su lista. En un segundo escal¨®n se sit¨²an tres ediles cuya permanencia depende, casi exclusivamente, de su voluntad de continuar en el cargo. Se trata de Juan Seva, Jos¨¦ Luis Pamblanco y Sebasti¨¢n Bar¨®. El primero de ellos es hombre de confianza del propio Zaplana, y los segundos de Luis D¨ªaz Alperi. M¨¢s dif¨ªcil lo tienen el portavoz del grupo, Pedro Romero, y el lugarteniente del consejero Diego Such en el Consistorio alicantino, Jos¨¦ Antonio Rovira. El PP quiere que Romero se mantenga en el puesto, pero la ¨²ltima palabra la tienen los jueces. "Si queda libre de la investigaci¨®n judicial, ser¨¢ otra vez concejal", asegura la direcci¨®n del partido. Sobre este mun¨ªcipe pesa en la actualidad una denuncia por presuntas irregularidades cometidas en la tramitaci¨®n de un expediente administrativo para alquilar un local por un precio muy por encima de lo aconsejado por los t¨¦cnicos municipales. El futuro de Rovira, por otra parte, estar¨ªa al d¨ªa de hoy en las Cortes Valencianas, como diputado. Sin posibilidades de reelecci¨®n se sit¨²a un grupo de cuatro concejales, a los que la c¨²pula regional del PP quiere apartar definitivamente de la vida p¨²blica por diversos motivos. Son Enrique Montalvo, Casto Vald¨¦s, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa y Manuel Ferr¨¢ndiz. En alg¨²n caso se considera que afectan negativamente a la imagen del partido, en otros su ca¨ªda ser¨ªa el precio de haberse enfrentado abiertamente con destacados dirigentes auton¨®micos, y se da incluso la circunstancia de ser apartados del poder por considerarlos responsables de que la opini¨®n p¨²blica haya conocido asuntos turbios de la gesti¨®n de sus compa?eros.