Vivir con el euro

El euro ha nacido, pero eso no significa, todav¨ªa, que la peseta haya muerto totalmente. Existe a¨²n, aunque como mera fracci¨®n de la divisa europea. La peseta no ha muerto, pero ya no cotiza como tal moneda en los mercados financieros, al igual que sucede con las otras 10 integradas en la divisa com¨²n. Los europeos tienen ahora tres a?os por delante para acostumbrarse a hacer las cuentas en euros.Desde el 1 de enero de este nuevo a?o y hasta el 1 de enero del 2002, el euro ser¨¢ s¨®lo una divisa de papel. Existe, pero a¨²n no circulan ni las monedas ni los billetes. El ciudadano de a pie apenas se ver¨¢ afectado en esta etapa por el nacimiento del euro. El ciudadano m¨¢s inquieto, con inversiones en acciones, fondos de inversi¨®n o deuda p¨²blica, se ve m¨¢s afectado por el cambio, porque ah¨ª s¨ª que se operar¨¢ ya en euros desde que los mercados abran ma?ana sus puertas.

Tras esta etapa de tres a?os se iniciar¨¢ una corta fase de transici¨®n, de entre tres y seis meses, durante la que circular¨¢n a¨²n todos los billetes y monedas actuales, pero tambi¨¦n los del euro. A m¨¢s tardar el 1 de julio del 2002, ya s¨®lo habr¨¢ euros. En ese momento habr¨¢n desaparecido las 11 monedas que lo forman, incluida la peseta.

?Qu¨¦ hay que hacer ahora? Lo m¨¢s importante es acostumbrarse a contar en euros. Aprender a calcular en euros los precios que vienen marcados en pesetas. Ser¨¢ especialmente complicado en Espa?a, porque el valor de euro (166,386 pesetas) hace que sea imposible realizar c¨¢lculos mentales. Tambi¨¦n es complicado multiplicar o dividir con papel y l¨¢piz. Pero no hay que preocuparse. En los pr¨®ximos d¨ªas aparecer¨¢n todo tipo de calculadoras de bolsillo concebidas para trasladar los precios de pesetas a euros y de euros a pesetas.

Tambi¨¦n aparecer¨¢n tablillas escritas con la traslaci¨®n de los precios. Habr¨¢ que acostumbrarse a saber que 1.000 euros equivalen a 166.386 pesetas. Pero tambi¨¦n tendremos que aprender que 1.000 pesetas equivalen a 6,010 euros, y eso es algo m¨¢s dif¨ªcil. Los comercios facilitar¨¢n la tarea de los consumidores. Poco a poco, todos ellos har¨¢n figurar el precio de las mercanc¨ªas en las dos monedas.

Pero durante estos tres primeros a?os nadie est¨¢ obligado a pagar en euros. Todos los ciudadanos tienen derecho a seguir utilizando la peseta, y nadie se puede negar a aceptar pagos en la moneda nacional en su pa¨ªs. Pero quien quiera podr¨¢ pagar en euros si las dos partes est¨¢n de acuerdo. No se podr¨¢ pagar con billetes y monedas, porque a¨²n no existen, pero s¨ª se podr¨¢n librar cheques o realizar transferencias en la moneda europea.

El euro ser¨¢ desde este lunes la divisa utilizada para estimar el precio de las acciones, de los fondos de inversi¨®n y de la deuda p¨²blica. Eso permitir¨¢ al ciudadano-inversor ir acostumbr¨¢ndose a los precios en la moneda europea.

A pesar de que todav¨ªa no circula, el euro tendr¨¢ desde el lunes un gran impacto econ¨®mico. No s¨®lo porque la Bolsa trabajar¨¢ ya en esa moneda, sino porque, desde la hist¨®rica decisi¨®n de este fin de semana, las monedas de la zona euro ya nunca variar¨¢n su cotizaci¨®n bilateral. Eso tendr¨¢ una importancia may¨²scula para los intercambios comerciales entre los pa¨ªses del euro porque los empresarios ya no corren ning¨²n riesgo de perder dinero con los cambios de divisas. Una empresa alemana que compre en Espa?a sabe que un marco equivale hoy a 85,0722 pesetas y que ¨¦se seguir¨¢ siendo su precio dentro de un a?o, y de dos, y de tres.

Eso es tambi¨¦n muy importante para el turismo porque los viajeros podr¨¢n comparar los precios en todos los pa¨ªses euro. Primero, porque poco a poco ir¨¢n figurando todos en euro y la comparaci¨®n no requerir¨¢ de ning¨²n c¨¢lculo matem¨¢tico. Y, en segundo lugar, porque si ha de seguir utilizando la antigua conversi¨®n sabe, al igual que el empresario, que el cambio ser¨¢, siempre, de 85,0722 pesetas por marco. Y as¨ª con el resto de monedas.

A partir de ahora, el cambio de pesetas a otra divisa ya no puede ser gravado con comisiones por riesgo de cambio, aunque los bancos mantienen el derecho de encarecer algo el cambio por los gastos de manipulaci¨®n.

Las cosas no son iguales en el comercio y el turismo con los pa¨ªses que no han adoptado el euro. Porque ¨¦ste s¨ª variar¨¢ su cotizaci¨®n frente el resto de divisas mundiales. Pero la peseta ya no lo har¨¢ como tal, sino como parte del euro. El d¨®lar se podr¨¢ seguir contando en pesetas, pero si cuesta m¨¢s o menos depender¨¢ de que el euro suba o baje y no de la fortaleza de la peseta. Porque la moneda espa?ola es, ahora, europea.