El Pa¨ªs Vasco cierra su servicio sanitario a poblaciones lim¨ªtrofes

Cada uno en su casa y Dios en la de todos. En un mes, el Servicio Vasco de Salud ha roto una costumbre hist¨®rica por la que unos 70.000 habitantes de poblaciones c¨¢ntabras y burgalesas lim¨ªtrofes con el Pa¨ªs Vasco acud¨ªan a hospitales y centros sanitarios vascos por razones de accesibilidad geogr¨¢fica. El Insalud, responsable de las comunidades afectadas, apenas ha tenido tiempo de reaccionar. De momento contabiliza los miles de consultas, ingresos y urgencias que se ofrecen en ellas a ciudadanos vascos durante el veraneo.

Los primeros servicios anulados fueron aquellos que la sanidad vasca contrata con entidades privadas, y por ello tiene que pagar, como son el transporte sanitario, la oxigenoterapia o la di¨¢lisis. Despu¨¦s vinieron las anulaciones de primeras consultas con el especialista y, m¨¢s recientemente, las consultas de revisi¨®n. Todo un problema para ciudadanos como los de Castro Urdiales, que llevan generaciones atendidos por especialistas de Bilbao debido a la proximidad geogr¨¢fica con esta capital. El alcalde, Rufino D¨ªaz Helguera, no entiende "estas fronteras con la sanidad". Porque Castro es ya una villa de primera o segunda vivienda para muchos vascos. El Insalud calcula una poblaci¨®n flotante de la vecina provincia en torno a los 4.500, de los cuales 1.200 reciben asistencia m¨¦dica y farmac¨¦utica regular en Castro.

Todo ha sido muy r¨¢pido, recuerda el director del Insalud en Cantabria, Santiago de Cos¨ªo. A finales de noviembre recibi¨® una llamada de la Administraci¨®n vasca y el 16 de diciembre ya ten¨ªa en sus manos una de las circulares que el Servicio de Admisi¨®n de la sanidad vasca (Osakidetza) enviaba a todo su personal. En ella se especifica que los pacientes de las zonas lim¨ªtrofes de Cantabria y Burgos, "hasta ahora considerados "agregados", pasar¨¢n a tener la consideraci¨®n de "desplazados", al igual que el resto de usuarios de fuera de la provincia. Esto significa que estos pacientes deber¨¢n acudir en primer lugar a los m¨¦dicos de su regi¨®n, y que si pretenden seguir atendidos por su especialista de toda la vida, necesitar¨¢n una "orden de asistencia" emitida desde su servicio territorial.

El consejero vasco de Sanidad en funciones, el peneuvista I?aki Azcuna, asegura que los centros de la red asistencial de Osakidetza reciben "muchos m¨¢s" ciudadanos de otras regiones que a la inversa, lo que genera un balance negativo para su comunidad. "La cifra", recalca, "es dif¨ªcil de cuantificar, porque no se est¨¢n cumpliendo los tr¨¢mites burocr¨¢ticos. Lo ¨²nico que pretendemos es que los pacientes que vienen, por ejemplo, a operarse al Pa¨ªs Vasco traigan la misma documentaci¨®n que entregamos nosotros cuando uno de nuestros usuarios va a otra comunidad".

Los acuerdos de financiaci¨®n sanitaria firmados en 1997 no contemplan el pago entre comunidades; s¨ª un fondo de 53.000 millones de pesetas, llamado de compensaci¨®n, del cual el Pa¨ªs Vasco recibe un 6,24% para hacer frente a sus gastos por desplazados. Al Insalud (10 comunidades) le corresponde el 38,18%.

Cos¨ªo discrepa con Azcuna sobre el saldo. A cambio de esa tradicional presencia de Castro y Villaverde de Truc¨ªos en el hospital de Cruces, Cantabria pone en la mesa 40.000 consultas de atenci¨®n primaria en Laredo el pasado verano a desplazados vascos; 3.500 urgencias y 60 ingresos en este mismo centro durante 1998, adem¨¢s de otras 1.000 urgencias en el hospital de Valdecilla de Santander.

La comarca de Las Merindades (15.000 habitantes), al norte de Burgos, comprende municipios como Valle de Mena, Espinosa de los Monteros, Villarcayo o Medina del Pomar. Una mala carretera de entre 100 y 130 kil¨®metros, con dos puertos de monta?a, separa a estas poblaciones de su capital, Burgos, mientras que hasta los centros de salud especializada de Zalla o de Balmaseda (Vizcaya) s¨®lo hay 20 kil¨®metros, y hasta el hospital de Cruces, 40. La comarca dispone s¨®lo de centros de atenci¨®n primaria. La situaci¨®n de Miranda de Ebro (Burgos) es diferente. Miranda (40.000 habitantes) tiene un hospital comarcal, pero cuando se requieren servicios especiales se derivan los pacientes a los grandes hospitales de Vitoria y no al de Burgos, dada la mayor cercan¨ªa.

Azkuna asegura que la decisi¨®n de Osakidetza es una disposici¨®n administrativa sin connotaci¨®n pol¨ªtica, y asegura que los hospitales y centros de salud vascos no dejar¨¢n de atender a estos ciudadanos. Los alcaldes del norte de Burgos han promovido una recogida de firmas para que el Insalud firme un convenio con Osakidetza que garantice la continuidad de prestaciones en los centros vascos, y en el mismo sentido se ha pronunciado el pleno del Ayuntamiento de Castro.

Informaci¨®n elaborada por Luc¨ªa Argos, Gabriela Ca?as y Eduardo Azumendi.