BNG y PSOE unen sus fuerzas para luchar contra el "clientelismo del poder" en Galicia

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) y el PSdeG-PSOE estudiar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas la presentaci¨®n de iniciativas conjuntas para proponer al Parlamento auton¨®micbreformas legales que impidan "el ejercicio clientelista del poder". Los dos partidos de la oposici¨®n se suman as¨ª a una iniciativa de un grupo de intelectuales aglutinados en el Foro Luzes de Galicia para denunciar que el abrumador dominio pol¨ªtico y social del PP, aunque conseguido leg¨ªtimamente, le est¨¢ permitiendo utilizar el poder como "una propiedad particular", lo que se traduce en una"democrac¨ªa debilitada".

Ante decenas de dirigentes de su partido que se hab¨ªan congregado en el acto de inauguraci¨®n, el lunes pasado, de las nuevas autov¨ªas de acceso a Galicia, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, lo dijo claro y alto: "Ahora todos los gallegos saben a qui¨¦n deben el desarrollo". Poco importaba que esas autov¨ªas se empezasen a construir con el Gobierno del PSOE. Lo que interesa al PP gallego es que la gente perciba que las realizaciones sociales se las "debe" a ellos.Por eso, los m¨¢s altos dirigentes populares disfrutan entregando personalmente las subvenciones. Lo sol¨ªa hacer el actual ministro de Sanidad, Jos¨¦ Manuel Romay, cuando era consejero de Agricultura: reun¨ªa a unos cuantos cientos de ganaderos y les soltaba en mano un cheque bancario para cada uno. El mismo sistema escogi¨® el mes pasado la Diputaci¨®n Provincial de Ourense para repartir a 300 cultivadores de patata de la comarca ayudas a raz¨®n de m¨¢s de 100.000 pesetas para cada uno.

Cuando guardaban cola para ,esperar su turno, algunos agricultores descubrieron con sorpresa que junto ..a los funcionarios que entregaban los talones estaban un alcalde y un parlamentario auton¨®mico del PP El BNG y el PSOE pusieron el grito en el cielo, pero el portavoz oficial de la Diputaci¨®n

justific¨® el cariz partidista del acto con el argumento de que las subvenciones se concedieron por un acuerdo "entre el PP y los labradores".

Nacionalistas y socialistas de Ourense ya montaron en c¨®lera hace unos meses cuando descubrieron que de los cuatro aprobados en unas oposiciones para la Diputaci¨®n, tres eran hijos de dirigentes del PP. La denuncia sirvi¨® para que se destapase que entre los contratados por el organismo provincial hab¨ªa decenas de concejales del PP o familiares directos suyos. Fue un esc¨¢ndalo de repercusi¨®n nacional, pero los comportamientos no se cambian con facilidad: en las nuevas oposiciones que se est¨¢n celebrando ahora vuelven a aparecer entre las mejores notas un sobrino de un consejero de la Xunta y los hijos de un diputado provincial y de un alcalde del PP.

Los populares replican con un razonamiento estad¨ªstico: son tantos -106.000 militantes, seg¨²n aseguran, aunque el PP nacional rebaja la cifra en 20.000- que es l¨®gico que est¨¦n en todas partes. La misma tesis les sirve para defender el reparto del dinero p¨²blico entre los municipios -el 80% gobernados por el PP- frente a las quejas de la oposici¨®n de que se margina a las localidades con alcaldes de otros partidos.

Pero los economistas Xaqu¨ªn ?lvarez Corbacho y Gustavo Rego hicieron un estudio econom¨¦trico sobre las inversiones de la Xunta en los ayuntamientos en el que tuvieron en cuenta m¨²ltiples variables: la renta de cada localidad, la estructura de la poblaci¨®n, la superficie y el color pol¨ªtico del ayuntamiento. Concluyeron que la distribuci¨®n de fondos "aparece sesgada por criterios pol¨ªticos y clientelismos evidentes", una tendencia que coincide, a partir de los a?os noventa, cuando Fraga alcanza el poder, con una mayor dependencia financiera de los municipios respecto a la Xunta. El Gobierno aut¨®nomo, se?ala el estudio, reparte de modo discrecional entre 25.000 y 30.000 millones de pesetas por a?o para los ayuntamientos.

La oposici¨®n se queja de la falta de control sobre esos fondos. El portavoz parlamentario del PSOE gallego, Emilio P¨¦rez Touri?o, ha calculado que de los 136.000 millones de inversi¨®n previstos en los presupuestos de la Xunta para 1999, s¨®lo en 27.000 consta el proyecto espec¨ªfico al que se destinar¨¢n. El resto se decide al albedr¨ªo del Gobierno. Hay otros 14.000 n¨²llones consignados como "inversiones inmateriales" y que, a falta de otras explicaciones, la oposici¨®n sostiene que se dedican a propaganda y reparto de publicidad entre los medios". El Ejecutivo se defiende apelando a la necesaria "flexibilidad y eficacia" de la Administraci¨®n, el mismo argumento que emplea a fin de justificar el incesante desv¨ªo de fondos p¨²blicos para crear sociedades an¨®nimas y fundaciones gestionadas con criterios de empresa privada.

Los presupuestos globales de esa clase de organismos crecer¨¢n en 1999 un 31,6%, hasta superar los 125.000 millones. Hace tiempo, el Defensor del Pueblo gallego, Jos¨¦ de Cora, llam¨® la atenci¨®n sobre el hecho de que ese dinero p¨²blico no est¨¦ sometido a fiscalizaci¨®n parlamentaria.