Cincuenta entradas para el pueblo

Un grupo de cien personas hizo cola ayer por la ma?ana frente al Capitolio en Washington con la esperanza de conseguir una de las 50 entradas diarias para el "juicio del siglo" que han sido reservadas para el pueblo estadounidense.La mayor¨ªa de los aspirantes confesaron ser aficionados a la historia. La oportunidad de formar parte, aunque de manera indirecta, del segundo juicio para la destituci¨®n de un presidente en la historia de EEUU result¨® ser una tentaci¨®n demasiado fuerte, aunque supusiese madrugar y aguantar temperaturas g¨¦lidas.

Algunos, no obstante, confesaron que s¨®lo quer¨ªan obtener la entrada por su valor como recuerdo, quiz¨¢ con la esperanza de que con el tiempo se cotice en muchos d¨®lares. Adem¨¢s de las 50 entradas para el p¨²blico, concedidas a aquellos que llegaran primero, la prensa ten¨ªa derecho a 120 de las 596 plazas en las tribunas de invitados del Senado. El resto se distribu¨ªan entre senadores, funcionarios de las tres ramas del Gobierno y diplom¨¢ticos extranjeros.

Al penetrar en las gradas de la C¨¢mara Alta, las 50 almas afortunadas lo hicieron en un ambiente ins¨®lito. Los intercambios despectivos y esfuerzos de hacerse valer ante las c¨¢maras de televisi¨®n que caracterizan el proceso pol¨ªtico de finales del siglo XX se desvanecieron para ceder su dominio a las costumbres del viejo mundo.

El aire de solemnidad y seriedad se debe a que el ¨²nico precedente para el juicio iniciado ayer se remonta a 130 a?os atr¨¢s. Enfrentados a la necesidad de dise?ar el desarrollo de este acontecimiento, los senadores han optado en muchas aspectos por copiar los procedimientos creados en 1868 durante el juicio sobre la destituci¨®n del presidente Andrew Johnson.

Al ser preguntada sobre su reacci¨®n a lo sucedido ayer, Kay Bailey Hutchinson, senadora republicana de Tejas, dijo que no pod¨ªa pensar m¨¢s que en los fundadores de su pa¨ªs y en lo hist¨®rico que era el d¨ªa.

Las conexiones con el pasado fueron reforzadas por el hombre elegido para presidir el momento inicial del juicio, antes de la toma de posesi¨®n del presidente del Tribunal Supremo. Fue el senador republicano de Carolina del Sur Strom Thurmond el que inici¨® la hist¨®rica jornada como presidente del Senado, exactamente 33 d¨ªas despu¨¦s de cumplir 96 a?os.