?frica vuelve a exhibirse en Amorebieta

El atletismo de doble velocidad -los r¨¢pidos son los africanos, y el resto, bastante m¨¢s lentos, acusan otros or¨ªgenes-, exhibi¨® ayer en el Cross de Zornotza (Amorebieta) toda su descompensaci¨®n. Tanto en hombres como en mujeres.La cita, no puntuable para el Circuito Mundial, reuni¨® en el barro de Jauregibarria a la m¨¢s interesante muestra de talentos precoces mezclada esta temporada. Por supuesto, todos ellos africanos. Las pruebas senior se convirtieron r¨¢pidamente en una explicaci¨®n entre representantes de ese continente: salida acelerada, reagrupamiento negro en cabeza, claudicaci¨®n blanca y llegada apretada. Es decir, una constante ¨²nicamente alterada por atletas europeos de la talla del gal¨¦s John Brown, tercero en Durham (la ¨²ltima prueba celebrada del circuito Mundial) y ausente ayer.

Ilustra el abismo entre ritmos blancos y ritmos negros la actuaci¨®n de Carlos Adam. El gallego se someti¨® a una tortura tan apreciable como est¨¦ril, tanto que a ratos pudo provocar una sonrisa de conmiseraci¨®n entre los asistentes. Aguant¨® a tres metros del pelot¨®n durante seis de los 10,5 kil¨®metros programados, muy digno en su papel de blanco superviviente. Hasta que revent¨® para ceder a Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa (menos osado, m¨¢s efectivo) la victoria moral del resto del planeta. La n¨®mina de plusmarquistas y medallistas mundiales, una vez aislada de los aspirantes sin rango, se limit¨® a cubrir de la mano el trazado de una prueba que todos (hombres y mujeres) juzgaron dur¨ªsima. En ambas categor¨ªas, el epil¨®go embelleci¨® el aburrido desarrollo de la carrera. La marroqu¨ª Ouaziz, de correr furibundo, obstinado, se autoimpuso una ¨²ltima descarga de genio para molestar el triunfo de la etiope Wami. Nada que hacer. El keniano Benjamin Limo sufri¨® lo mismo para id¨¦ntico resultado. Ayer, el golpe de estado correspond¨ªa a su compatriota Richard Limo, de 18 a?os.