"Gil no ejerce de alcalde, hace negocios"

Los frecuentes insultos de Jes¨²s Gil contra Isabel Garc¨ªa Marcos se han hecho famosos en Espa?a. La portavoz socialista de Marbella, una m¨¦dico de 44 a?os, ha realizado un estrecho marcaje al alcalde, fruto del cual es la denuncia por la que ahora el juez Santiago Torres le imputa malversaci¨®n de fondos p¨²blicos y falsedad. El ingreso en prisi¨®n del primer edil marbell¨ª y presidente del Atl¨¦tico de Madrid, asegura, le produce "sentimientos contradictorios": no se alegra, pero siente la satisfacci¨®n del deber cumplido. Garc¨ªa Marcos, separada y con una hija, ha dado batalla hasta en su propio partido, que no siempre le ha prestado un respaldo total. Cuando perdi¨® las elecciones primarias dijo que fue gracias a la mano de Gil. Pero al final se ha salido con la suya. Ser¨¢ otra vez candidata del PSOE y las dos agrupaciones socialistas que exist¨ªan en Marbella han sido disueltas.Pregunta. Despu¨¦s de tantas denuncias que ha presentado contra la gesti¨®n de Jes¨²s Gil ?C¨®mo se siente ahora que ha ingresado en prisi¨®n?

Respuesta. Tengo muchos sentimientos contradictorios y creo que son inevitables. La verdad es que me parece terrible que alguien sea privado de libertad, me ser¨ªa imposible sentir satisfacci¨®n. Tampoco es agradable desde el punto de vista pol¨ªtico, porque he dedicado buena parte de mi tiempo a investigar, pero como oposici¨®n me ha correspondido una labor fiscalizadora de la que es fruto esta denuncia. Ni siquiera he tenido la satisfacci¨®n que te puede dar tener un rencor acumulado, porque no existe ese rencor. A pesar de que he tenido que soportar muchos insultos y calumnias, no he conseguido tener ninguna animadversi¨®n personal contra Gil porque como persona no me merece ning¨²n tipo de aprecio. Lo que s¨ª me produce satisfacci¨®n es ver que despu¨¦s de lo penoso que ha sido el trabajo de estos ocho a?os hemos seguido el camino acertado y que he sido portadora de valores que est¨¢n ¨ªntimamente unidos a mis convicciones pol¨ªticas. Si hay alguien que no practica el Estado de Derecho ni respeta la Constituci¨®n, es Gil. Hemos recuperado la esperanza al comprobar que no existen excepciones en el cumplimiento de los c¨®digos penales.

P. ?Lleg¨® en alg¨²n momento a perder esa confianza en la justicia?

R. S¨ª, porque ha habido razones fundadas. No es la primera vez que se presentan temas muy gordos ante los tribunales, que entiendo deber¨ªan haber tenido otros resultados, pero en los que no han profundizado. Desde delitos de prevaricaci¨®n como adjudicaciones a dedo de obras y servicios, a convenios urban¨ªsticos en los que claramente estaba acreditado que se han cometido delitos contra la ordenaci¨®n del territorio, como los de Jotsa, y otras muchas cosas que te hacen pensar que este hombre actuaba con impunidad no s¨®lo penal, sino institucional. Recientemente ha habido una absoluci¨®n a Pedro Rom¨¢n que me hizo pensar en mandar un escrito al Parlamento para pedir que quitaran del C¨®digo Penal el delito de prevaricaci¨®n.

P. ?Y cree que Gil ha maniobrado para procurarse esa impunidad?

R. Hay muchas perspectivas. Creo que a la gente no le agrada enfrentarse con Gil porque es tremendo. Su incontinencia verbal es aut¨¦nticamente hiriente y las personas decentes y normales no quieren tener ning¨²n tipo de relaci¨®n con un personaje que es capaz de cometer cualquier tropel¨ªa contra aquel que discrepe o que le discuta. Pero s¨ª tengo la impresi¨®n de que en otras ocasiones no ha sido as¨ª, es el propio Gil quien dice que todo el mundo tiene un precio y si alguien hace una afirmaci¨®n as¨ª es evidentemente porque ha comprado.

P. El juez acusa a Gil de haber desviado 450 millones de pesetas del Ayuntamiento de Marbella al club de f¨²tbol Atl¨¦tico de Madrid, pero ustedes recogieron en la denuncia que se hab¨ªan desviado 2.000 millones de pesetas.

R. Es que hay 2.000 millones. Estos 450 son la primera entrega, correspondientes a las temporadas 91-92 y 92-93, en los que la v¨ªa del traspaso es directa, desde el Ayuntamiento al club y sin contrato, por decisi¨®n personal del Gil. A partir de 1993 sofistic¨® el sistema porque supongo que alguien le advertir¨ªa que era claramente ilegal, y entonces introduce dos sociedades interpuestas: una privada, Promociones Futbol¨ªsticas S.A., y otra municipal, Eventos 2.000. Tenemos pruebas de que cada a?o han sido 225 o 250 millones, que saldr¨¢n en la investigaci¨®n. Adem¨¢s, ha habido pagos de viajes a amigos y colaboradores para ver partidos de f¨²tbol, incluidos hoteles y cenas en Maxim?s. Hay partes muy farragosas como los contratos con el Sevilla, en los que una parte del dinero que sale del ayuntamiento va a Eventos 2.000 y luego a Promociones Futbol¨ªsticas, pero que no se da al Sevilla, sino que se le entregan letras. Curiosamente esas letras no se ejecutan nunca y al tiempo aparecen una relaciones privadas muy curiosas entre Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez de Caldas y Jes¨²s Gil, sin que nunca el Sevilla reclamara los pagos. Eso lo est¨¢ investigando la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, cuando nosotros pusimos la denuncia a¨²n no conoc¨ªamos los convenios urban¨ªsticos con Gonz¨¢lez de Caldas.

P. ?Cree que este ingreso de Jes¨²s Gil en la prisi¨®n de Alhaur¨ªn de la Torre anuncia el fin de su carrera pol¨ªtica?

R. Creo que ya se viene labrando desde hace alg¨²n tiempo. En los ¨²ltimos meses es suficiente ir a Marbella para ver que es as¨ª, su popularidad ha descendido de manera alarmante. En los comienzos hubo una apariencia de buena gesti¨®n sobre una supuesta seguridad ciudadana que el tiempo ha demostrado que no era as¨ª, o un incremento de la limpieza que se vendi¨® muy bien. Pero ha habido una subida muy importante de impuestos que le ha hecho da?o, y ha saturado la publicidad de su gesti¨®n hasta cansar a la gente. Hoy es m¨¢s palpable la inseguridad jur¨ªdica, sobre todo en materia urban¨ªstica. La continua noticia de que Gil est¨¢ en los tribunales le ha hecho tambi¨¦n perder credibilidad, al margen de su permanente actitud de agresividad. Adem¨¢s, este se?or no ejerce de alcalde, viene a Marbella, hace sus negocios, y se vuelve a marchar.

P. Pero estos d¨ªas, despu¨¦s de que el juez Santiago Torres ordenara la prisi¨®n sin fianza para Gil, se ha visto que hay mucha gente que lo apoya e incluso que se echa a la calle en su favor, como ocurri¨® con la manifestaci¨®n frente a la c¨¢rcel de Alhaur¨ªn de la Torre.

R. Es evidente que Gil conserva un gran poder de comunicaci¨®n y movilizaci¨®n, pero recuerdo que hace tres a?os tocaba las palmas y sal¨ªan 20.000 personas a la calle. Ahora han hecho un esfuerzo de movilizaci¨®n masiva y en Marbella lo deb¨ªan tener dif¨ªcil porque hab¨ªa muchos autobuses de fuera. No se trata s¨®lo de cifras, si valoramos que ahora se trataba de un tema verdaderamente grave como el ingreso en prisi¨®n.

P. Hay encuestas que sit¨²an al Partido Popular mejor colocado que el Partido Socialista en Marbella, pese a que los conservadores no han hecho una oposici¨®n fuerte.

R. Yo en principio dudo que eso sea as¨ª. No es que el PP no haya hecho cosas por Marbella, es que ha estado asociado a Gil, aunque s¨ª parece que ahora las relaciones se han roto.

P. ?Y en todo este tiempo se ha sentido respaldada por su partido?

R. Ha habido muchos altos y bajos. Para los partidos pol¨ªticos y las instituciones ha sido muy dif¨ªcil comprender que es lo que pasaba con Gil, yo tambi¨¦n he vivido esa situaci¨®n con mi partido. Pero si ha habido alguna fuerza que ha comprendido que la labor que le correspond¨ªa hacer era oposici¨®n en Marbella es el PSOE y jam¨¢s he recibido una instrucci¨®n para no hacerlo. A lo mejor se pod¨ªa haber actuado con m¨¢s fuerza, pero la ¨²ltima batalla que ha dado el PSOE ha sido de un rigor y dificultad muy grande: una vez que ha comprobado que el brazo de Gil llega muy lejos, disolver dos agrupaciones. Ninguna de las denuncias que hemos presentado a la fiscal¨ªa las he firmado sola, sino con Carlos Sanju¨¢n, que en aquel momento era secretario general del PSOE de Andaluc¨ªa. Nadie del PP ha puesto una sola denuncia, y ahora todo el mundo se apunta al carro de Gil. Dicen que sab¨ªan lo que estaba pasando, pero ellos ten¨ªan la misma obligaci¨®n que nosotros y nunca denunciaron nada.