Parar la guerra en Kosovo

Los cad¨¢veres hallados en la mezquita de Racak son una triste prueba de que el acuerdo alcanzado en octubre sobre Kosovo ha fracasado en su intento por acabar con la guerra. (...) La ira que cada alban¨¦s de Kosovo debe sentir, como afrenta a su comunidad, ante la masacre de Racak representa con toda seguridad un punto de no retorno. Si hubo alguna posibilidad de que los kosovares pudieran, de alg¨²n modo, alcanzar un acuerdo para continuar formando parte de Serbia, es seguro que ya no la hay. Un reto sangriento como el de Racak hace incluso m¨¢s evidente que serbios y kosovares seguir¨¢n luchando a menos que una tercera fuerza, considerablemente armada y asentada, permanezca entre ellos. El acuerdo de octubre trajo una pausa en el combate que permiti¨® la retirada de algunas tropas serbias y el regreso de algunos refugiados. (...) El presidente checo, V¨¢clav Havel, ha planteado que americanos y europeos lleven tropas a Kosovo en una operaci¨®n que puede ser costosa no s¨®lo en dinero, sino tambi¨¦n en vidas humanas. (...) Si EE UU y Europa quieren prevenir una guerra, que en su momento los objetivos contradictorios de ambos lados hicieron inevitable, deben seguirla l¨®gica de Havel y desplegar sus soldados. Es una operaci¨®n que concierne m¨¢s a la OTAN que a la ONU, como en Bosnia. El despliegue ser¨ªa especialmente una prueba para los Gobiernos brit¨¢nico y franc¨¦s y para su nueva interpretaci¨®n en materia de seguridad, ya que es poco probable que EE UU aporte algo m¨¢s que un n¨²mero simb¨®lico de tropas de tierra. Cada vez es m¨¢s evidente que es necesario hacerlo.

18 de enero