Victoria por sopor del Mallorca

Fue un partido en semifallo. Esto es, que los integrantes de los dos equipos jugaron, pero no hicieron nada como deb¨ªa ser. Ayer, casi todo fue aburrido. Incluso los espectadores parecieron barruntarse el fiasco y no llenaron ni la mitad del Benito Villamar¨ªn. El Mallorca se tom¨® con tremenda paciencia el principio del partido. Dej¨® al Betis que gastara la p¨®lvora en fuegos de artificio. La banda izquierda b¨¦tica parec¨ªa que iba a ofrecer algo bueno, pero pronto empezaron los fallos. Denilson, Jaques y Alfonso trenzaron un par de triangulaciones que dejaron al madrile?o en la frontal del ¨¢rea, aunque no pudo hacer m¨¢s que tirar mal y forzar un c¨®rner por otro mal despeje. Era la t¨®nica del sopor que empezaba a mostrarse con toda sus crudeza.El debutante Juan Jes¨²s empez¨® con ganas y con descaro. En el minuto 13 tir¨® fuera desde el borde del ¨¢rea. Sin embargo, los nervios le mediatizaron el juego y el exceso de garra del meritorio le llev¨® a dar m¨¢s patadas de las que debiera.

El otro debutante b¨¦tico, Filipescu, demostr¨® que no es centrocampista, aunque Clemente le tenga que poner ah¨ª porque no le han fichado a otro. A¨²n as¨ª apunt¨® calidad y en el minuto 37 tir¨® a puerta con peligro despu¨¦s de irse de dos defensas con un par de recortes m¨¢s potentes que h¨¢biles.

?El Mallorca? Pues a lo suyo. A jugar su partido, el de siempre, sin perder la compostura en ning¨²n momento, pero contribuyendo al tedio por su racaner¨ªa. Probablemente si el Betis hubiera jugado a algo similar al f¨²tbol, los jugadores del Mallorca habr¨ªan tenido que sudar algo m¨¢s. Ayer no lo necesitaron.

Denilson volvi¨® a ser el que no da una y se empecin¨® en meter balones, a pesar de que los defensas mallorquinistas se hartaron de darle las gracias por sus generosos pases al contrario. Alexis no encontr¨® el sitio en ning¨²n momento. No meti¨® un solo bal¨®n inteligente y se coloc¨® demasiado atr¨¢s para contribuir a nada del juego de su equipo, m¨¢s bien lo paraliz¨® todo. Alfonso simul¨® un entrenamiento.

En la segunda parte, el Mallorca sigui¨® a la suyo, la defensa a defender, Engonga a hacerlo todo y el ataque a incordiar. En uno de sus oleadas, Carlos (doble dolor por ser ex sevillista) cabece¨® a placer un bal¨®n rechazado a duras penas por Prats. Si el partido hab¨ªa empezado en alg¨²n momento, con ese tanto se acab¨® para siempre.