Desayuno

DE PASADAEl desayuno de trabajo -frente al almuerzo, la cena, el piscolabis o el resop¨®n- se ha impuesto entre la clase pol¨ªtica como la forma m¨¢s prudente para agasajar a los periodistas. El anfitri¨®n, al convidar a un insustancial caf¨¦ de puchero y a una pasta en forma de estrella con su media guinda glaseada en el centro, reduce la deferencia a una atenci¨®n tan exigua que ser¨ªa imposible esperar una contraprestaci¨®n del convidado. El informador, por su lado, a la vista de la austeridad de la colaci¨®n, no tiene la impresi¨®n de que alguien intente atraparlo a cambio de tan simple regal¨ªa. Esta sensaci¨®n de honradez mutua se acrecienta en la medida en que la calidad del caf¨¦ es inferior y los pastelillos m¨¢s incomestibles. Un desayuno suntuoso a base de caf¨¦s cremosos, bollos, huevos cocidos, jarras de jugo de fruta aut¨¦ntico, tocino frito y tejeringos ser¨ªa, en una relaci¨®n tan compleja como la que soportan periodistas y pol¨ªticos, una descara invitaci¨®n al cohecho, una ordinariez y una afrenta. Por el contrario, un desayuno compuesto por un caf¨¦ con la misma densidad y color que el agua escurrida de un paraguas acompa?ado de un discreto vaso de refresco de naranja y una escudilla con unas pocas piezas de golosinas harinosas es una demostraci¨®n de rectitud moral: ni te compro ni te dejas comprar. De esta manera los informadores en la medida que arruinamos los est¨®magos robustecemos la incorruptibilidad moral. Adem¨¢s el desayuno es, en puridad, ayuno y sacrificio, pues est¨¢ probado que es imposible comer mientras se conversa, se escribe o interpela. En Granada los desayunos de trabajo son por lo com¨²n pobres, es decir, moralmente intachables. El ¨²ltimo, servido por el Ayuntamiento, incluy¨® un quebranto de la norma y se permiti¨® a los convidados probar los alimentos. ?Fue un singular espect¨¢culo contemplar la mesa presidencial, en la que estaban D¨ªaz Berbel y los concejales Ferm¨ªn Camacho, C¨¦sar D¨ªaz y Francisco Pert¨ª?ez, con la palabra suspensa mientras empapaban con primor la tetilla de sus panes! Las v¨ªsperas electorales son tiempos propicios para los desayunos. Para el lunes se anuncia otro con el candidato socialista Jos¨¦ Moratalla y sus colaboradores. Como son tambi¨¦n gente honrada, que trata con respeto a los informadores y nunca les requerir¨ªan un trato de favor, quiz¨¢ convenga acudir desayunado. ALEJANDRO V. GARC?A