Liberalizar el mercado

La Generalitat y las distribuidoras norteamericanas est¨¢n negociando la aplicaci¨®n del decreto de catalanizaci¨®n del cine, pero s¨®lo las partes conocen en qu¨¦ t¨¦rminos. Los unos y los otros guardan un total mutismo sobre la cuesti¨®n. Tampoco el Gobierno catal¨¢n ha especificado c¨®mo deber¨ªa concretarse la ayuda que desea recibir del Ejecutivo central para convencer a las multinacionales.En este contexto, un hombre con larga experiencia en este terreno, Miquel Reniu, ex director general de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica de la Generalitat, dio algunas pistas en una tertulia de la televisi¨®n auton¨®mica, TV-3, acerca de por d¨®nde se pueden mover las conversaciones. Reniu descart¨® que las distribuidoras estadounidenses busquen conseguir subvenciones al doblaje y al copiado. "Para ellos", opin¨®, "eso no es peccata minuta, sino minut¨ªsima". A su juicio, lo que quieren conseguir las empresas norteamericanas son ventajas en cuanto a que el Gobierno ampl¨ªe las licencias de importaci¨®n de t¨ªtulos, y eso debe hacerse por ley. La actual Ley de Protecci¨®n y Fomento de la Cinematograf¨ªa, de 1994, establece cuotas de pantalla. Por ejemplo, en poblaciones de m¨¢s de 125.000 habitantes, las salas est¨¢n obligadas a exhibir un d¨ªa de filmes comunitarios por cada dos de terceros pa¨ªses.

Lo que pretenden las distribuidoras es, seg¨²n Reniu, que la norma catalana "genere alg¨²n plus para las pel¨ªculas norteamericanas. Que vean que, en cierto modo, el mercado se liberaliza", resumi¨®.