Taranc¨®n o el tributo a la paciencia

Quiz¨¢ el rasgo m¨¢s definitorio de la personalidad de Manuel Taranc¨®n es la paciencia. A ella ha recurrido en numerosas ocasiones a lo largo de su ya dilatada carrera pol¨ªtica, a pesar de contar s¨®lo con 44 a?os. El nombramiento como consejero de Cultura y Educaci¨®n es un tributo a esa cualidad de la que ha hecho gala desde que, con 24 a?os, fue elegido concejal de su pueblo natal, Burriana, en virtud de su militancia en la extinta UCD, ahora convertida en ep¨ªteto y vocativo del discurso de la derecha. Es, para muchos, una de las caras amables del PP. Sin paciencia, no se hubiera ganado al final la confianza de una personalidad tan diferente a la suya como la del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. Pero Taranc¨®n ha esperado, aun teniendo que hacer de tripas coraz¨®n al ver pasar por delante de ¨¦l a compa?eros del PP carentes del equipaje pol¨ªtico de este licenciado en Filosof¨ªa y Letras, funcionario de la Seguridad Social, que ejerci¨® tambi¨¦n el periodismo en Radio Minuto y fue consejero (de Agricultura) en el gobierno preauton¨®mico de la Generalitat con Enrique Monson¨ªs y teniente alcalde con Rita Barber¨¢. Pero la paciencia tambi¨¦n tiene un l¨ªmite, como puso de manifiesto, por ejemplo, el progresivo aumento de la temperatura facial de Taranc¨®n cuando dio cuenta del desmantelamiento de la Instituci¨® Valenciana d"Estudis i Investigacions (IVEI). Preguntado con insistencia por los periodistas sobre las razones de la disoluci¨®n del prestigioso organismo, el hoy presidente provincial del PP (se afili¨® en 1985) desat¨® su ira contenida y arremeti¨® contra la PSPV y su "esquema totalitario en pol¨ªtica cultural". Fue un fugaz ejercicio cat¨¢rquico dentro de la linea habitual de moderaci¨®n que caracteriza su discurso, sin destellos brillantes pero sobrio, desde luego, muy alejado de la prolijidad de su antecesor en la consejer¨ªa, Francisco Camps. Taranc¨®n ha dado muestras de tener un car¨¢cter afable y dialogante, y gusta de cultivar buenas relaciones con los miembros de la oposici¨®n. La proximidad personal es una de las bazas pol¨ªticas con las que juega. Una muestra de ello es que su gesti¨®n como presidente de la Diputaci¨®n de Valencia no ha sido especialmente crispada, seg¨²n reconocen algunos de sus adversarios pol¨ªticos, quienes destacan su decidido apoyo al deporte valenciano. No obstante, la privatizaci¨®n del 49% de las dos empresas m¨¢s importantes de la Diputaci¨®n, Girsa, de residuos, y Egevasa, de aguas, ha suscitado la virulenta cr¨ªtica de los partidos de la oposici¨®n. Muy sensible a los temas culturales, especialmente a los relacionados con la sociedad valenciana, el nuevo consejero, sobrino segundo del fallecido Cardenal Taranc¨®n, ha promovido personalmente desde la Diputaci¨®n el Museo Valenciano de la Ilustraci¨®n y desde su nuevo cargo podr¨¢ inaugurar, si se cumplen los plazos, la Biblioteca Valenciana. Amante de Nicaragua, a la que viaja con frecuencia, Taranc¨®n comparte su afici¨®n bibli¨®fila con su protegido en el Consell Valenci¨¤ de Cultura, Manuel Bas Carbonell, al igual que el inter¨¦s por el valenciano, idioma que habla normalmente. Siendo vicepresidente del consejo de administraci¨®n de RTVV, se signific¨® en las pruebas de acceso a Canal 9 a finales de los ochenta por su observancia meticulosa de la apertura o no de las vocales por parte de los candidatos. Desde la Diputaci¨®n ha dado cobijo a algunos de los representantes de la llamada tercera v¨ªa ling¨¹¨ªstica, que no renuncia a emplear t¨¦rminos que considera valencianismos y que la normativa acad¨¦mica no contempla. En este punto, Taranc¨®n, considerado un conservador liberal, mantiene una ambig¨¹edad calculada, aunque no deja de alimentar en ocasiones las fauces medi¨¢ticas del secesionismo ling¨¹¨ªstico. En los ¨²ltimos meses, remite toda cuesti¨®n normativa a la futura Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua, para cuya presidencia su nombre ocupa el primer puesto de la lista. No en vano, ha sido declarado defensor del pacto ling¨¹¨ªstico. Ayer, su expresi¨®n denotaba franca alegr¨ªa en la toma de posesi¨®n como nuevo consejero de Cultura. Por fin, con paciencia, ha conseguido uno de sus objetivos, aunque en principio s¨®lo sea por los cinco meses que restan hasta las elecciones auton¨®micas del 13 de junio y por la llamada de Madrid a Camps.