El PSOE propone a?adir una palabra a una ley para fomentar los pisos baratos

Una palabra de seis letras, urbano, puede revolucionar el sector de la vivienda en Madrid. Incorporada al art¨ªculo 110 de la vigente Ley Regional del Suelo, como propone el PSOE, resolver¨ªa la escasez de pisos baratos dentro de las ciudades. El a?adido al texto legal obligar¨ªa a los promotores a construir miles de pisos a menos de 16 millones en los centros urbanos.Fernando Abad, diputado socialista de la Asamblea, ha elaborado una proposici¨®n de ley que incorpora la palabra urbano a una frase del art¨ªculo 110. Esa operaci¨®n sem¨¢ntica cambia uno de los apartados m¨¢s importantes de la Ley del Suelo, aprobada por unanimidad en 1995.

Pasados cuatro a?os, los legisladores socialistas se han dado cuenta de que la ley supuso un avance social importante, pero insuficiente. Aquel 28 de marzo de 1995, los parlamentarios aprobaron que cada vez que un municipio elaborase un nuevo plan general deber¨ªa reservar para pisos protegidos -con subveci¨®n p¨²blica y precio tasado-, "como m¨ªnimo, el 50% de la superficie del suelo urbanizable destinado al uso residencial". Abad quiere que esa reserva se extienda tambi¨¦n al 50% del suelo "urbano" que sea recalificado para viviendas.

El suelo urbanizable est¨¢ generalmente en las afueras. Es el campo de las ciudades y necesita, previamente a la construcci¨®n de pisos, que los promotores lleven hasta ¨¦l las conducciones de agua, gas, electricidad, y pongan las calles. Ejemplo: el nuevo Plan General de Madrid recalific¨® suelo en la periferia para hacer seis barrios (Las Tablas, Montecarmelo, Sanchinarro, Carabanchel, Vallecas y Arroyo del Fresno) y cerca de 80.000 pisos. La aplicaci¨®n de la Ley permite aventurar que unas 40.000 casas ser¨¢n baratas. Pero la realidad ha demostrado que la colonizaci¨®n de la periferia es un proceso lento y complejo. Resulta m¨¢s sencillo levantar pisos en el centro urbano, aprovechando la recalificaci¨®n de zonas verdes, industriales o de uso terciario. Y aqu¨ª, al tratarse de suelo urbano (con todos los servicios ya instalados), no existe ninguna obligaci¨®n de reservar la mitad a pisos baratos. Resultado: el 85% de las viviendas levantadas en la capital en el ¨²ltimo a?o son de precio libre y, por tanto, caras.

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