La impronta del Farruco

Antonio Montoya Flores El Farruco forj¨® un nuevo estilo de bailar en el flamenco. Su arte, libre y absolutamente personal, se ha convertido casi en una denominaci¨®n de origen y en su familia contin¨²an apareciendo farrucos y farruquitos, todos con la impronta de el papa. El bailaor, que desapareci¨® en diciembre de 1997 con 62 a?os, tiene 13 nietos y, salvo dos, todos bailan, como desmostrar¨¢n esta noche en un espect¨¢culo en el teatro Central de Sevilla con el que se homenajear¨¢ al artista. "Yo empec¨¦ a bailar en la barriga de mi madre. Por muy poco que mires, ves flamenco por todos lados. Todos hemos crecido as¨ª", dijo ayer Juan Fern¨¢ndez Montoya Farruquito, de 16 a?os, uno de los nietos del desaparecido bailaor que interviene en el espect¨¢culo junto a su padre Juan el Moreno. "El m¨¢s chico de los que saldr¨¢ al escenario tiene ocho a?os, pero la menor de todas es una ni?a con tres meses y ya baila", a?ade Farruquito a quien su abuelo ense?¨® c¨®mo se condensa la esencia del flamenco en un solo gesto. Junto a la familia del patriarca estar¨¢ esta noche la cantaora Juana la del Revuelo, cuya parentela con el Farruco no se pone en duda. "No se si es prima u otra cosa, pero familia, desde luego que s¨ª", coment¨® su hija Pilar Montoya. Al escenario del teatro Central subir¨¢n 16 artistas, todos de la familia Montoya, bajo un t¨ªtulo en cal¨® que ninguno de ellos ha puesto en duda Pa tusa pa mangi. Significa Para t¨ª y para m¨ª y resume, seg¨²n sus descendientes, el esp¨ªritu del bailaor. El homenaje, en el que han colaborado la Consejer¨ªa de Cultura, la Diputaci¨®n de Sevilla y la Fundaci¨®n Cristina Heeren, se plasma tambi¨¦n en un libro que recorre la vida p¨²blica y privada del bailaor. A Farruco, un cal¨® de Sinakay es el t¨ªtulo de la publicaci¨®n que firman Jorge Cuadrelli, Sharon Sapienza y Jes¨²s Rodr¨ªguez y recopila un buen n¨²mero de fotograf¨ªas del bailaor y su familia a las que acompa?an textos de los convivieron con ¨¦l. Instant¨¢neas rotas y dobladas por los a?os como en la que un jovenc¨ªsimo Farruco aparece junto a Pastora Imperio, bailando cuando hac¨ªa el servicio militar o delante del teatro de Broadway en el que present¨® su espect¨¢culo Flamenco Puro en 1987. Junto a cada fotograf¨ªa hay un texto, una dedicatoria o unos versos firmados por la persona que aparece retratada con el bailaor. Pilar L¨®pez, que posa junto al bailaor, escribe: "Su arte puro e inconfundible ya no lo veremos, pues, como todo gran artista, se lo llev¨® con ¨¦l, pero los que tuvimos la dicha de verle bailar jam¨¢s le olvidaremos". "Toda la familia est¨¢ muy agradecida por este peque?o-gran homenaje. Si hubi¨¦ramos tenido que hacer algo de su categor¨ªa, tendr¨ªa que haber sido mejor, pero la lucha para conseguir ¨¦sto ha sido muy fuerte", comenta Juan El Moreno, bailaor y yerno del artista. "Todo ¨¦sto servir¨¢ para hacer justicia al flamenco y a la dimensi¨®n humana de este hombre, que es lo que ha hecho que su arte sea diferente", asegur¨® Cuadrelli, miembro de la Fundaci¨®n Cristina Heeren y uno de los organizadores del homenaje que continuar¨¢ ma?ana en el teatro de la Escuela de Ingenieros en la Cartuja de Sevilla. El G¨¹ito, Juan Habichuela, Ketama, Eva la Yerbabuena, Chano Lobato, Chiquetete, Ram¨®n Amador y Concha Vargas son algunos de los nombres que est¨¢n en el cartel de Mis sue?os. Una lista de artistas que nadie se atreve a limitar porque puede ser tan larga como el tir¨®n de Farruco.