La Audiencia proh¨ªbe a un hombre pisar Madrid durante tres a?os por maltratar a su compa?era

La Audiencia de Madrid ha impuesto una pena de destierro de tres a?os para un hombre que en los ¨²ltimos a?os ha maltratado reiteradamente a la mujer con la que ha convivido desde mediados de 1997. Durante estos tres a?os, el tribunal le proh¨ªbe que "resida o visite" Madrid, ciudad en la que vive actualmente y que ahora deber¨¢ abandonar. El objetivo de esta medida es evitar que el condenado vuelva a la vivienda de su compa?era sentimental y reanude las agresiones. Si lo hace y es sorprendido, incurr¨ªa en un delito de quebrantamiento de condena. Aparte de esta pena, figura jur¨ªdica que antes se conoc¨ªa como destierro, la Secci¨®n Quinta de la Audiencia le ha impuesto una pena de un a?o y seis meses de c¨¢rcel "por un delito de ejercicio habitual de la violencia contra persona allegada" y cuatro arrestos de fin de semana por una falta de lesiones.El condenado es ?ngel Mar¨ªa H. L., de 44 a?os y alcoh¨®lico. La ¨²ltima paliza que propin¨® a su compa?era fue especialmente salvaje. Acaeci¨® la madrugada del 3 de agosto de 1998. ?ngel Mar¨ªa lleg¨® esa noche a casa ebrio (se hab¨ªa tomado "varios combinados de whisky").

Tras entrar en la casa, "arrebat¨® a su compa?era el cigarrillo que fumaba en ese momento", explica el tribunal en su sentencia, "y se lo cruz¨® [encendido] sobre el cuerpo, desde la clav¨ªcula izquierda hasta el pecho: le provoc¨® quemaduras de primer grado". A continuaci¨®n comenz¨® a darle "patadas y empujones" y le fractur¨® una costilla, entre otras lesiones. La mujer tuvo que ser atendida en el hospital La Paz de las heridas.

No era la primera vez que ?ngel Mar¨ªa romp¨ªa una costilla a su compa?era, detalla la sentencia, dictada por la Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Madrid y de la que ha sido ponente el magistrado Arturo Beltr¨¢n.

Costillas rotas

El tribunal madrile?o destaca que, antes del citado 3 de agosto, le propin¨®, al menos, otras cuatro palizas. Prueba de ello es que cuando los m¨¦dicos del hospital La Paz la examinaban de la ¨²ltima paliza descubrieron a trav¨¦s de los rayos equis que la v¨ªctima tambi¨¦n ten¨ªa fracturada y encallada por el paso del tiempo la novena costilla.Las otras agresiones se centraron en pu?etazos en la cara, patadas y empujones con ca¨ªda al suelo. La mujer se contuvo de denunciarle durante muchos meses, pensando que "la situaci¨®n pod¨ªa mejorar con el tiempo".

No fue as¨ª. Al llegar a La Paz, los m¨¦dicos dieron parte al juzgado de guardia y se inici¨® la investigaci¨®n judicial.

La convivencia de la pareja naci¨® a mediados de 1997. Eran vecinos de la misma urbanizaci¨®n. Las diferencias entre ambos surgieron pronto debido "a la actitud cr¨ªtica e insultante del acusado", que se acentuaba cuando ¨¦ste beb¨ªa.

La Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Madrid entiende que el testimonio prestado en el juicio por la v¨ªctima sobre la violencia sufrida durante su convivencia con el acusado fue "convicente, serio y nada exagerado", y que su versi¨®n, aunque no pueda precisar todas las fechas concretas en que fue agredida, queda confirmada por los partes m¨¦dicos que constan en las diligencias.