"El billar debe estar tambi¨¦n en las escuelas de Madrid"
La herencia materna le dej¨® un apellido con sonido de carambola. De hecho, Tr¨®coli es el nombre de guerra de Jos¨¦ Mar¨ªa Morales Tr¨®coli. A sus 50 a?os, el presidente de la Federaci¨®n Madrile?a de Billar lleva un buen pu?ado de ellos entregado a la misi¨®n de dignificar el legado transalpino que luce en su partida de nacimiento. Convencido de que la imagen de juego, apuesta y submundo alcoholizado que rodea al noble arte de las tres bandas es, adem¨¢s de perniciosa, falsa, Tr¨®coli no desfallece en su empe?o por elevar el billar a la categor¨ªa que merece. "Pel¨ªculas como El buscavidas nos han perjudicado mucho", dice, a la vez que no se molesta en ocultar su admiraci¨®n por Paul Newman (el protagonista de la cinta). Su lema: terminar con la idea de los billares como lugares s¨®rdidos con olor a zotal y cuajados de jugadores de ventaja. Hace poco se celebr¨® en Madrid un open nacional, y desde ayer, el primer torneo de la Comunidad de Madrid de billar a tres bandas, patrocinado por Madrid Billar Club, re¨²ne en la calle de Alc¨¢ntara, 48, a los mejores jugadores madrile?os.Pregunta. ?Se requieren condiciones especiales para jugar al billar?
Respuesta. Con saber sumar y restar basta. Eso s¨ª, hace falta much¨ªsima imaginaci¨®n. Cada problema requiere una soluci¨®n diferente. No existen jugadas tipo. Con que la bola se desplace m¨ªnimamente, todo cambia. La monoton¨ªa no es cosa del billar. P. ?A qu¨¦ grupo social recomendar¨ªa su pr¨¢ctica?
R. A todos. Pero quiz¨¢ por las caracter¨ªsticas que acabamos de citar, a la tercera edad. Aunque es de las pocas actividades que se amolda y sirve para todas las edades.
P. ?Los ni?os tambi¨¦n?
R. Sin lugar a dudas. Uno tiende a asociar el billar con los bares. Eso es cosa del pasado. Por ejemplo, en B¨¦lgica y Holanda, las mesas est¨¢n en las escuelas. Es un deporte tan creativo que para la infancia es ideal. Definitivamente, y de esto estamos convencidos en la federaci¨®n, el billar no s¨®lo tiene que estar presente en los bares madrile?os.
P. Cuando habla de la infancia, se refiere a toda la infancia, sin distinci¨®n de sexos...
R. Por supuesto. Eso es otro de nuestros caballos de batalla. Es cierto que en competici¨®n apenas se ven mujeres. Hay una madrile?a que se llama Mar¨ªa Dolores Granados, y, poco a poco, como en todo, se ven m¨¢s. Pero a¨²n falta mucho por recorrer.
P. ?Y a qu¨¦ es debido?
R. Quiz¨¢ a la tradici¨®n. El billar, aunque naci¨® como un deporte de reyes, en Espa?a y particularmente en Madrid ha estado ligado a los casinos y, ya lo hemos dicho, a los bares. Quiz¨¢ tambi¨¦n porque las posturas que hay que adoptar en el tapete se consideren poco femeninas. En cualquier caso, todo esto son prejuicios y estamos aqu¨ª para acabar con ellos.
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