Jerzy Grotowski
Quisiera hacer alguna aportaci¨®n a los art¨ªculos de su diario que el pasado s¨¢bado 16 daban la noticia de la reciente muerte de quien ha realizado una revoluci¨®n copernicana en el teatro: Jerzy Grotowski. Comprendo que es dif¨ªcil transmitir en pocas l¨ªneas su dimensi¨®n humana y art¨ªstica, pero habr¨ªa que matizar la imagen de visionario que presenta el t¨ªtulo de la noticia. Porque, sobre todo, Grotowski aplic¨® un rigor cient¨ªfico a su trabajo y siempre habl¨® o escribi¨® a partir de sus experiencias o de los resultados, nunca a priori. Es cierto que, a su propio pesar, tuviera imitadores. Pero "ep¨ªgono" es el que sigue las huellas de un maestro y Grotowski imparti¨® cursos por varios pa¨ªses. Aquel teatro hecho de sinceridad y de disciplina era una puerta abierta para muchos j¨®venes actores de Europa y Am¨¦rica que compart¨ªan la necesidad de una ¨¦tica y un compromiso vital.Por otro lado, escribir que "lo que Grotowski busc¨® hoy suena a tan radical, que carece de un camino abierto. Pero algo arraig¨® ya de esa semilla" es no tener presente la trayectoria de los colectivos que, despu¨¦s de un sistem¨¢tico trabajo con el maestro, siguen dando respuestas personales al reto lanzado por ¨¦l. La disciplina y la negativa a complacerse con soluciones f¨¢ciles ha sustentado la trayectoria de decenas de grupos, como Gardenitze, Osmego Dnia o del Odin Teatret, grupo que este a?o cumple 35 a?os como Laboratorio de Teatro.
Tal vez el p¨¢rrafo citado se refiere a lo que sucedi¨® aqu¨ª, donde sin duda la repercusi¨®n fue, y es, escasa. Los intentos de abrir nuestro panorama teatral hacia las orientaciones grotowskianas fueron a menudo vistos con recelo y tildados de colonialismo cultural. Pero el rechazo m¨¢s f¨¦rreo no vino de las instituciones franquistas, sino de sectores influyentes de la profesi¨®n teatral que difundieron rumores sobre un teatro sectario y sadomasoquista. As¨ª es como nos mantuvieron al margen (salvo excepciones, como Primer acto), mientras el grupo de Grotowski era mundialmente reconocido a trav¨¦s de sus giras. Para la inteligentzia del teatro espa?ol de la ¨¦poca aquello representaba una amenaza a su concepto del teatro, dependiente de la literatura dram¨¢tica y ejercido en unos espacios esc¨¦nicos herederos del Renacimiento. Panorama que no ha cambiado sustancialmente. De hecho, en la mayor¨ªa de nuestras escuelas de arte dram¨¢tico sigue sin otorgarse a las aportaciones de Grotowski la atenci¨®n que les corresponde entre las corrientes teatrales de este siglo.- .
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