Ferrol despide a Torrente con los sones de la gaita de Carlos N¨²?ez

Gonzalo Torrente Ballester descansa en la aldea donde naci¨®, en un cementerio rodeado de campi?as verdes y con l¨¢pidas decoradas de conchas marinas. Cientos de vecinos de Ferrol esperaron de pie durante tres horas, frente a la puerta del Ayuntamiento, la llegada del f¨¦retro del escritor, trasladado el jueves por la noche en autom¨®vil desde Salamanca. Hasta ayer al mediod¨ªa, los ferrolanos desfilaron por el sal¨®n de plenos de la casa consistorial para velar la capilla ardiente y al mediod¨ªa se desplazaron al camposanto de la aldea de Serantes, donde Torrente escuchaba de ni?o las historias de meigas y vio desfilar el cortejo de difuntos de la Santa Compa?a. Para la despedida son¨®, por deseo de la familia, la gaita de Carlos N¨²?ez. "Estamos impresionados", confesaba Gonzalo, el hijor mayor de Torrente y escritor ¨¦l mismo, "mi padre sospechaba que iba a ocurrir algo as¨ª, pero no creo que pudiese imaginar algo de tal magnitud. Para m¨ª ha sido muy emocionante ver la plaza de Armas repleta de gente, porque yo nac¨ª a muy pocos metros de aqu¨ª". Adem¨¢s de las muestras de cari?o de la ciudad donde aprendi¨® el valor de las palabras -"Yo no escribo en gallego ni en castellano. Escribo en ferrolano", declar¨® en una ocasi¨®n-, el autor de La saga / fuga de JB tuvo el honor p¨®stumo de ser despedido por el ¨²ltimo premio Nobel de Literatura, Jos¨¦ Saramago, quien aprovech¨® una visita a Galicia para acudir al cementerio de Serantes con una rosa roja en la mano. "Los m¨¢s queridos", dijo Saramago a los periodistas, "se sentar¨¢n ahora a llorar, los amigos lo recordar¨¢n y los lectores, que son otros amigos, tendr¨¢n que seguir leyendo una obra que es inmensa. Esto es una honra para Galicia y para todos nosotros".

Un poema de Rosal¨ªa

Al gaiteiro lo pidi¨® la familia. Pensaron que le hubiese gustado a Torrente porque en los ¨²ltimos a?os de su vida hab¨ªa apreciado la m¨²sica de N¨²?ez, a quien conoci¨® a trav¨¦s de un amigo com¨²n, Carlos Casares, su inseparable compa?ero de los veranos en Baiona, junto al mar de Vigo. El gaiteiro estuvo toda la ma?ana meditando cu¨¢l ser¨ªa la pieza m¨¢s conveniente para la ocasi¨®n y al final se qued¨® con la gravedad del Negra sombra, una canci¨®n compuesta a partir de un l¨²gubre poema de Rosal¨ªa de Castro.Aparte de Jos¨¦ Saramago y de algunos escritores gallegos -Casares, Alfredo Conde o el ferrolano Xavier Alcal¨¢-, en el entierro fue m¨¢s nutrida la representaci¨®n pol¨ªtica que la literaria. El ministro de Educaci¨®n y Cultura, Mariano Rajoy, y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se encontraron en la concatedral de San Juli¨¢n, donde se ofici¨® la misa f¨²nebre, con dirigentes y diputados auton¨®micos socialistas y nacionalistas. El autor de Los gozos y las sombras creci¨® en un ambiente donde se mezclaban lo rural y lo urbano, en una aldea t¨®picamente gallega pero situada a apenas tres kil¨®metros del centro de Ferrol. Ese h¨ªbrido paisaj¨ªstico le ha acompa?ado tambi¨¦n a la sepultura.