Parodia municipal
Cuando la realidad se hace caricatura, los caricaturistas se sienten amenazados por el paro; cuando la s¨¢tira se impone por sus fueros en las p¨¢ginas de noticias de los peri¨®dicos, los humoristas tiemblan y los columnistas se tambalean en sus ef¨ªmeros pedestales.Que el director de Tr¨¢fico y Seguridad de Madrid conduzca sin carn¨¦, sin seguro y sin papeles es un acto de pura y dura competencia desleal contra todos los profesionales que utilizamos el humor como herramienta. Si adem¨¢s el suceso trasciende a la opini¨®n p¨²blica porque el susodicho ha estrellado su coche contra un veh¨ªculo aparcado en el centro de Madrid, aunque sea a la una de la madrugada, la competencia desleal alcanza categor¨ªa de grav¨ªsimo atentado. Si los humoristas estuvi¨¦ramos colegiados como los m¨¦dicos o los abogados, podr¨ªamos tomar medidas, presentarnos como acusaci¨®n particular en la causa contra este energ¨²meno por los delitos de usurpaci¨®n, suplantaci¨®n de la personalidad y conspiraci¨®n para alterar el orden de las cosas. Como director provisional de un diario semanal, irreverente y sat¨ªrico, que se publicaba hace algo m¨¢s de una d¨¦cada en el suplemento de este peri¨®dico, ten¨ªa que devanarme los sesos para captar la atenci¨®n de los lectores con titulares sensacionalistas y disparatados que trataban de parodiar la realidad. Cosas como "El juez acusado de corrupci¨®n de menores dice que atrac¨® el banco para satisfacer su adicci¨®n a la hero¨ªna". Pues bien, un titular imaginario como ¨¦ste empalidece si en las p¨¢ginas de informaci¨®n de ese d¨ªa hay uno verdadero que dice "Un magistrado rebaja la condena de un reo que apu?al¨® 70 veces a su v¨ªctima alegando que no hubo ensa?amiento".
En el caso del amigo Areitio -director de Tr¨¢fico- s¨ª hubo ensa?amiento, reincidencia, alevos¨ªa y desprecio por las leyes que representaba, por los funcionarios de la polic¨ªa que trataban de aplicarlas en su nombre y por la inteligencia general de los ciudadanos, a los que endilg¨® unas declaraciones exculpatorias que no resultar¨ªan cre¨ªbles ni en un cuento de los Hermanos Grimm. Hagamos un repaso de memoria.
El autom¨®vil contra el que colision¨® estaba mal aparcado. Tal vez est¨¦ aqu¨ª el quiz de la cuesti¨®n. Areitio actu¨® as¨ª motivado por un exceso de celo profesional y embisti¨® con sa?a contra el infractor para castigarle por su falta, cegado por la indignaci¨®n.
El carn¨¦ de conducir lo ten¨ªa caducado, pero s¨®lo quince d¨ªas, y no lo hab¨ªa renovado porque suele viajar siempre que puede en coche oficial con ch¨®fer.
Los papeles del seguro se los hab¨ªa escondido su mujer en la rueda de repuesto para despistar a los ladrones. Es sabido que los cacos nunca se llevan un coche que no tenga todos los papeles en regla: tomen nota del truco. El hecho de que 48 d¨ªas despu¨¦s del encontronazo a¨²n no hubiera presentado la documentaci¨®n se debe a que un director de Tr¨¢fico y Seguridad es una persona tan ocupada en solucionar los problemas ajenos que no tiene tiempo para ocuparse de los propios. Es de suponer que ahora que ha dimitido tendr¨¢ suficientes horas libres para arreglar sus cosas y preparar un alegato m¨¢s convincente. Sugiero que le diga al juez que su mujer es incorregible y que se los ha escondido otra vez para hacerle rabiar. Esto tambi¨¦n podr¨ªa servirle en caso de divorcio.
Dijo tambi¨¦n Areitio que no pas¨® la prueba de alcoholemia porque los guardias no le pidieron que lo hiciera. Aqu¨ª s¨ª le creo; los polic¨ªas municipales deb¨ªan de estar flipando en colores tras conocer su identidad, su cargo y su desverg¨¹enza, aunque tal vez se aliviaran un poco cuando comprobaron que al menos no se trataba de un coche robado, que era lo que se estaban temiendo.
En su carta de dimisi¨®n al alcalde, Areitio sigue sin reconocer sus culpas y vuelve a insultar a los madrile?os cuando dice que se va "ante una situaci¨®n que pudiera ser mal interpretada por los vecinos". No se preocupe tanto, lo hemos interpretado todo estupendamente: es usted un irresponsable, un peligro p¨²blico y una verg¨¹enza m¨¢s para el equipo municipal que deposit¨® en usted su confianza. Ahora lo que queremos saber es qui¨¦n le contrat¨® y qu¨¦ le pudo llevar a hacer una cosa as¨ª. Ah¨ª est¨¢ el misterio.
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