"Mariquita P¨¦rez" resucita
Corr¨ªa el a?o 1939 cuando Leonor de G¨®ngora, reparando en el gusto de algunas ni?as por identificar sus vestidos con los de las mu?ecas, concibi¨® a Mariquita P¨¦rez. Le dise?¨® una biograf¨ªa a su medida, cierto car¨¢cter intelectual y un sin fin de accesorios. Mariquita no tard¨® en brillar en la posguerra como b¨¢lsamo sentimental para las ni?as. Se vend¨ªa a la nada despreciable cifra de 150 pesetas y se convirti¨® de paso en un estandarte de poder¨ªo econ¨®mico para los pudientes. Ahora, los claustros de la Diputaci¨®n de C¨¢diz acogen una exposici¨®n itinerante que resume a trav¨¦s de 320 mu?ecas originales, 49 fotograf¨ªas y m¨¢s de 400 complementos, el mundo de Mariquita P¨¦rez. Se trata de la segunda parte de la serie Tesoros del ayer, propiedad del coleccionista Javier Conde, quien explica el arrollador ¨¦xito que obtuvo el producto dentro y fuera de sus fronteras originales: "Personajes famosos de todo el mundo ven¨ªan a Espa?a a llev¨¢rsela, desde Gina Lollobrigida a Grace de M¨®naco o Fabiola de B¨¦lgica y, aunque muy pocos pod¨ªan permitirse tenerla, se agotaban todas las existencias", comenta. Fabricada en un principio con cart¨®n-piedra y cabello natural, Mariquita P¨¦rez lleg¨® a constituir la primera franquicia, al asociarse Leonor de G¨®ngora y Pilar Luca de Tena en su lanzamiento. El maestro Guerrero lleg¨® a inmortalizarla en una copla (Mariquita P¨¦rez, dime, guapa, qu¨¦ vestidos tienes...) y cuentan que el mism¨ªsimo Eugenio D"Ors ayud¨® a buscarle un nombre. Tanta fue su popularidad, que Mariquita lleg¨® a vestirse con todos los trajes regionales del pa¨ªs y hasta hubo que inventarle, dada la demanda, un hermanito: Juan¨ªn P¨¦rez. "Fue, adem¨¢s, testigo fiel de la realidad de un pa¨ªs reci¨¦n salido de la guerra y constituy¨® un foco de esperanza de una vida mejor, siendo al mismo tiempo reflejo de los cambios de la moda y de la ideolog¨ªa de aquella ¨¦poca", explica Conde. Todo un referente sociol¨®gico que ha quedado recogido en un libro escrito por la esposa de Javier Conde, Consuelo Yubero, titulado La Espa?a de Mariquita P¨¦rez, y al que no tard¨® en salirle competencia. La mu?eca Gisela, creada en 1944, comenz¨® a disputarle el mercado espa?ol, y a esta lucha se sumar¨ªa Cayetana, criatura amadrinada por la duquesa de Alba. El mercado fue as¨ª dilat¨¢ndose con otros productos nacionales como Mari Gris, Malib¨², Lily o Baby Chachi, junto a ofertas m¨¢s humildes procedentes de talleres dom¨¦sticos, como los entra?ables pepones de cart¨®n-piedra. Ninguno de ellos, en cambio, pudo arrebatar su corona a Mariquita P¨¦rez, que ya en los ¨²ltimos a?os sesenta hab¨ªa comenzado a fabricarse en pl¨¢stico. La imposibilidad de responder a un pedido de la empresa Mattel, que pretend¨ªa importar 50.000 unidades para su difusi¨®n en Estados Unidos, pudo abrir las puertas de la decadencia a Mariquita P¨¦rez. Las sociedades artesanales poca competencia pod¨ªan hacer frente a las modernas factor¨ªas del sector juguetero, y muy pronto comenz¨® a imponerse la estilizada Barbie, rubia y din¨¢mica, m¨¢s adulta quiz¨¢. Esta Barbie nunca podr¨ªa competir con los verdaderos lujos de Mariquita P¨¦rez y sus abrigos de vis¨®n, zapatos de piel o gafas de Ulloa: tan irreales como la vida misma.
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