Federico Luppi inicia en M¨¢laga una gira por Espa?a con la obra "El vestidor"
"Es una obra que nos habla del papel de la cultura en las colectividades agredidas y de la necesidad de resistencia que debe tener el teatro y sus profesionales", afirm¨® anoche Federico Luppi acerca de El vestidor, de Ronald Harwood, con direcci¨®n de Miguel Cavia, cuyo montaje presentar¨¢ a partir de ma?ana en M¨¢laga y en otras 25 ciudades espa?olas junto a Julio Ch¨¢vez, reconocido actor en Argentina, y otros cuatro int¨¦rpretes.
Luppi, que llevaba cinco a?os sin hacer teatro en su pa¨ªs y dos d¨¦cadas en Espa?a, se lament¨® de no ser muy original a la hora de analizar la diferencia de su trabajo en cine o teatro: "El escenario es el lugar propio del actor, donde todos los d¨ªas se empieza algo y no hay vuelta atr¨¢s, lo que all¨ª sucede es de sangre a sangre, de uno y el p¨²blico; el nivel de energ¨ªa es m¨¢s vivificante, una buena funci¨®n de teatro adquiere caracter¨ªsticas de alimento espiritual muy profundo, y eso implica compromisos, modos y maneras de hacer permeable ese compromiso al p¨²blico". El vestidor, que en origen es una obra de teatro, estrenada en Londres en los a?os cuarenta, es conocida por la versi¨®n cinematogr¨¢fica de Peter Yeats con el nombre de The dresser (en Espa?a, La sombra del actor). Una obra metateatral, que recuerda en varios aspectos a El sirviente, de Losey, o To be or not to be, de Lubitsch.
Una compa?¨ªa inglesa representa El rey Lear por diversas poblaciones bajo el fuego de los bombardeos alemanes. Su protagonista establece una relaci¨®n de juegos y dependencias psicol¨®gicas y afectivas con su vestidor, la persona que le ayuda en camerinos, personaje interpretado por Julio Ch¨¢vez, distinguido en Argentina con el Premio ACE al mejor actor dram¨¢tico, el galard¨®n m¨¢s importante de teatro en aquel pa¨ªs.
Resistencia
"Retrata la Inglaterra bombardeada e intenta rescatar el esp¨ªritu de resistencia del pueblo ingl¨¦s y el papel de la cultura en las colectividades agredidas", se?ala Luppi, quien afirma que lo que siempre se nota como dimensi¨®n de la agresi¨®n en una sociedad es la carencia de pensamiento: "Se pierde la capacidad de pensar sobre el pensamiento, se habla de Freud como de los tomates, la visi¨®n del mundo va perdiendo agudeza... Es algo que se ve muy claro en el discurso pol¨ªtico, donde ahora se maneja una especie de dec¨¢logo de la mentira". Para el actor, cuando el pensamiento adquiere materializaci¨®n ya sea a trav¨¦s del teatro, del cine o de otro arte, se convierte en guardi¨¢n del pensamiento. El vestidor, que se estren¨® en Buenos Aires hace ocho meses, comenzar¨¢ su gira espa?ola ma?ana en M¨¢laga, y despu¨¦s viajar¨¢ a numerosas ciudades. En Madrid no se representar¨¢ por problemas de programaci¨®n en los teatros p¨²blicos de esta ciudad.
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