Nostalgia
F?LIX BAY?N Hay veces que uno se arrepiente de haber tomado a guasa aquella pol¨ªtica cultural del PSOE rampante de mediados de los ochenta, cuando la arruga era bella, la cultura una fiesta y no hab¨ªa videoartista sin subvenci¨®n. Entre aquello y esto hay una evoluci¨®n de quince a?os que ha ido degenerando del diletantismo a la horterada. Se ha pasado de adorar a Philippe Starck a rendir culto a Irma Soriano, la musa del audiovisual p¨²blico andaluz. Cuando uno relee el memorable art¨ªculo publicado por Rafael S¨¢nchez Ferlosio en estas mismas p¨¢ginas hace casi quince a?os ("La cultura, ese invento del Gobierno", EL PA?S, 22 de noviembre de 1984) termina sintiendo nostalgia de aquella ¨¦poca. Sobre todo, si se la compara con la actual. Demostrando una vez m¨¢s que la evoluci¨®n de la especie humana transcurre por senderos parad¨®jicos, el presidente de la Diputaci¨®n sevillana, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn, entreg¨® la semana pasada los premios a las personas que m¨¢s se han distinguido por promocionar el turismo en su provincia. Es ¨¦sta una elecci¨®n sin duda dif¨ªcil. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s ha atra¨ªdo a los visitantes de Sevilla el ¨²ltimo a?o? Para viajar a Sevilla siempre hay una excusa: su monumentalidad, el estallido del azahar en v¨ªsperas de la primavera, el esp¨ªritu barroco a¨²n vivo en buena parte de la ciudadan¨ªa, la exposici¨®n de Zurbar¨¢n, el teatro de la Maestranza, el deseo de pegar la oreja y o¨ªr esas historias incre¨ªbles que s¨®lo se pueden escuchar en las tabernas sevillanas... A la hora de premiar el m¨¦rito tur¨ªstico sevillano, el presidente de la Diputaci¨®n ha optado por se?alar a los Morancos, ese d¨²o c¨®mico que arranca carcajadas por el cl¨¢sico y nada talentoso m¨¦todo de travestirse. ?Qu¨¦ tiempos aqu¨¦llos en los que los socialistas que presid¨ªan diputaciones nos obsequiaban con inasibles festivales de danza contempor¨¢nea o enigm¨¢ticas exposiciones de artistas conceptuales! Pero que nadie crea que la conversi¨®n de los dirigentes socialistas al populismo cultural es s¨ªntoma de modestia: la horterada y la soberbia pueden convivir perfectamente. No es S¨¢nchez Monteseir¨ªn una persona que tenga una pobre opini¨®n de s¨ª misma. ?l se ha descrito, nada menos, como "el referente de muchos hombres y mujeres espa?oles que creen en el futuro". En el socialismo espa?ol es dif¨ªcil encontrar dirigentes con tal sobredosis de autoestima. Para descubrir precedentes en la izquierda contempor¨¢nea habr¨ªa que remontarse al difunto l¨ªder norcoreano Kim Il Sung, tan aficionado, por cierto, como Monteseir¨ªn a ser fotografiado. Tambi¨¦n es verdad que Monteseir¨ªn se destap¨® como "el referente" despu¨¦s de que el mism¨ªsimo Manuel Chaves dijera de ¨¦l que era "lo mejor del PSOE", aunque siempre quedan dudas de si, con estas palabras, Chaves pretend¨ªa halagar a Monteseir¨ªn o simplemente se lamentaba del estado en que se encuentra su partido. En la duda, prometo ver el pr¨®ximo espect¨¢culo de los Morancos en televisi¨®n. Quiz¨¢ los he menospreciado y me est¨¦ perdiendo algo importante. Los presidentes socialistas de diputaciones siempre han tenido muy buen ojo para las vanguardias y un hombre con tan buen concepto de s¨ª mismo no puede equivocarse.
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