"Tengo miedo de que pueda repetirse"

Pilar Guerra Lorenzo tiene 16 a?os, estudia 3? de educaci¨®n secundaria obligatoria (ESO) en el instituto Antonio Tovar de Valladolid y es ¨¢rbitra de f¨²tbol desde hace tres a?os. Su padre inculc¨® en ella la afici¨®n despu¨¦s de acompa?arle a muchos de los partidos que arbitr¨® en la Tercera Divisi¨®n. Despu¨¦s de la salvaje agresi¨®n que sufri¨® el 30 de enero tras el partido Lourdes-Laguna, se est¨¢ planteando el no pitar un encuentro m¨¢s. La culpa del fuerte ataque que sufri¨® fue un penalti y dos expulsiones en un partido de la divisi¨®n cadete. "Divisi¨®n del f¨²tbol donde precisamente es donde hay que inculcar a los ni?os el juego limpio y la afici¨®n por el ejercicio sano y de equipo", afirma Pilar, una joven cuya madurez y sensatez sorprenden.

El informe m¨¦dico del hospital R¨ªo Hortega, de Valladolid, donde permaneci¨® cinco horas en observaci¨®n, parec¨ªa el parte de una batalla callejera: desgarro en un ovario, contusiones en la cara y el cuerpo, hematoma en un ojo y una posible lesi¨®n de menisco por las patadas del padre de un jugador que adem¨¢s era el presunto delegado del equipo. El pretendido responsable del conjunto de la divisi¨®n cadete Laguna de Valladolid, Leoncio Zancajo, de 44 a?os, no pod¨ªa ejercer como titular del equipo al estar sancionado por insultar a otro ¨¢rbitro.

Hasta la fecha, Pilar Guerra hab¨ªa tenido "las t¨ªpicas pol¨¦micas con los espectadores. Insultos y esas cosas, pero nunca una salvajada como ¨¦sta". Ayer, una nueva revisi¨®n m¨¦dica confirm¨® las heridas de la joven ¨¢rbitra y las dos semanas de reposo que la han impuesto los facultativos. Su familia present¨® la correspondiente denuncia ante el juzgado de guardia de Valladolid.

Pilar, m¨¢s tranquila estos d¨ªas debido al inter¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, no sabe si se volver¨¢ a vestir de corto y arbitrar alg¨²n partido m¨¢s. "Tengo miedo, hasta la fecha no me hab¨ªa pasado una cosa as¨ª. Llevo tres a?os pitando y siempre me ha ido bien. Por muy complicado o disputado que sea el encuentro, esperas que impere la cordura y no se produzcan situaciones desagradables", afirma, mientras intenta comprender "c¨®mo un entrenador de ni?os puede llegar a comportarse de esa manera tan salvaje".

La agresi¨®n a Pilar Guerra, seg¨²n algunos jugadores y varios testigos, se ve¨ªa venir: "Desde la primera parte del encuentro ya me estaba insultando debido a que, al no estar federado, le orden¨¦ que abandonara el banquillo del Laguna. En el minuto 70 sancion¨¦ un penalti y expuls¨¦ a dos jugadores del Laguna. En ese momento vi c¨®mo Zancajo saltaba una peque?a valla y se dirig¨ªa a m¨ª entre gritos e insultos. No me esperaba una agresi¨®n, pero nada m¨¢s acercarse me peg¨® varios pu?etazos en la cara. Ca¨ª al suelo y la emprendi¨® a patadas conmigo. No s¨¦ cuantos puntapi¨¦s me dio en el vientre y las piernas hasta que los jugadores de los dos equipos, incluido su hijo, oficialmente delegado del Laguna, le apartaron". Para la joven colegiada, un suceso como ¨¦ste, "adem¨¢s del trauma que te supone, te hace perder algo m¨¢s. Pierdes la ilusi¨®n e incluso la vocaci¨®n por el arbitraje, y lo que es peor: la confianza en la sensatez de las personas". Pilar Guerra quiso dejar el arbitraje hace algunos meses, "pero mi familia, en concreto mi padre, que considera que tengo futuro en esto, y amigos me animaron a que continuara". "Ahora no s¨¦ qu¨¦ hacer. Tengo miedo de que pueda repetirse esa situaci¨®n", afirma Pilar, mientras muestra su agradecimiento al colectivo arbitral, que ha puesto todos sus medios, incluido el gabinete jur¨ªdico a su disposici¨®n. Muy al contrario que la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, "que hasta el momento ni se ha dirigido a m¨ª para preguntarme c¨®mo me encuentro".

Por lo que se refiere a su agresor, Leoncio Zancajo, las excusas dadas a diferentes medios de comunicaci¨®n le parecen "bobadas". "?Qu¨¦ ejemplo puede dar a unos j¨®venes un entrenador, en este caso un adulto de 44 a?os, que utiliza la violencia primero verbal y luego f¨ªsica en el deporte?". Leoncio Zancajo, el presunto agresor, reconoci¨® en declaraciones a El larguero, de la cadena SER, que zarande¨® a Pilar Guerra: "La zarande¨¦, pero no la agred¨ª. Salt¨¦ al campo para pedirle explicaciones por no haber pitado una falta contra mi hijo que casi le cuesta una pierna rota". El club Laguna de Valladolid ha declinado cualquier relaci¨®n de Zancajo con el equipo.